Aerolíneas Argentinas: El cambio de imagen que no fue
La privatización de Aerolíneas Argentinas fue, entre otras cosas, un proceso de degradación de una imagen instalada en el mercado, que después no se pudo solucionar, aunque se intentó.
La imagen de la empresa estatal argentina, en 1990, estaba bien definida, con todos los aviones, prolijamente pintados con el mismo esquema.
Pero los aviones no eran lo único, el diseño empresario estaba en todas partes, en la arquitectura de sus edificios, el mobiliario, la vajilla, el merchandising, los vehículos, etcétera.
Como sucede en estos casos, había sido una tarea de años, que en ese momento estaba madura y que Iberia mantuvo un tiempo,
Pero, siempre hay peros, la gestión española empezó a alquilar aviones, sobre todo Boeing 737, a proveedores distintos y pronto llegó el momento en el que no hubo tiempo ni voluntad ni fondos para pintarlos, y así comenzó a perderse la imagen, con lo que el pasajero ya no pudo identificar a los aviones de la empresa a primera vista.
La directiva de Iberia
A principios de los años noventa Iberia, a pesar de estar al borde de la bancarrota, tenía sueños de grandeza y estaba inmersa en lo que se llamó su aventura latinoamericana. Tenía participaciones en varias líneas aéreas del continente (Aerolíneas, Austral, Ladeco, Viasa) y fue la primera empresa extranjera que tuvo un hub en Miami, aunque nunca pudo conseguir un socio norteamericano para atender su tráfico al interior de Estados Unidos. Era natural que hiciera algo con su imagen.
La alternativa elegida fue tomar el esquema y la tipografía vigentes de Iberia y adaptarlos a las otras compañías, algo muy fácil de hacer, aunque mostró algunas complicaciones.
El cóndor de Aerolíneas se salvó, al igual que el símbolo de Austral, pero la tipografía para todas las empresas del grupo fue la de Iberia.
Ladeco se salvó de este esquema, pero Viasa también lo debió adoptar.
La nueva imagen
En la primavera de 1999 comenzó a circular la noticia de que antes de fin de ese año habría un cambio total de imagen de Aerolíneas Argentinas —aunque no de Austral— lo que, incluiría la gráfica, la presentación de los aviones y los uniformes del personal. El trabajo había sido encargado al diseñador australiano Ken Cato, que tenía el antecedente de la transformación de Qantas.
Trascendió que la compañía pensaba hacer una presentación con bombos y platillos en el transcurso de ese año, apoyando la incorporación de los A340 que estaban por llegar.
Pero la idea del cambio de imagen se fue desinflando, y se pasó el acto para marzo y después ya no se habló mucho del tema, aunque el nuevo cóndor tuvo una aparición fugaz a mediados de 2000, pintado en el mostrador de despacho de los vuelos a Córdoba, en Aeroparque, con una alusión a los 50 años de la fundación de Aerolíneas y en un folleto con los horarios de esos vuelos.
La imagen también se coló en una tapa de la revista de a bordo de la empresa, también sin ninguna referencia, y en el stand de la empresa en la Feria Internacional de Turismo (FIT), en el que se avanzó algo más, porque se usó la nueva tipografía.
Los aviones
Ningún avión de Aerolíneas Argentinas fue pintado con el esquema propuesto por Ken Cato, así que debemos imaginar cómo hubieran sido sobre la base de suposiciones. Solamente trascendió la figura de un Jumbo, un avión que en ese momento era parte de la flota, con un esquema es muy sencillo, que incluye el cóndor del que ya hemos hablado, pero con una tipografía que es distinta de la que se vio en el stand.
Aerolíneas estaba en una situación desesperada y, en 2001, fue vendida a Marsans, que abandonó el proyecto de cambio de imagen. Unos años después trascendieron algunos esquemas propuestos por diseñadores independientes que ni siquiera fueron considerados por la empresa (ver ¿Son legítimos estos esquemas de Aerolíneas Argentinas?), y el tema se ordenó después de la nacionalización, que adoptó el esquema actual, diseñado por FutureBrand, un estudio internacional, que rediseñó el cóndor tradicional, el esquema de los aviones, la papelería y todo lo que hace a la identificación empresaria. Este trabajo fue conocido en junio de 2010.