La interna de la CGT, otra vez expuesta en una marcha a media máquina contra la ley ómnibus

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13/06/2024 LetraP.com.ar (PBA) – Nota

La movilización contra la ley ómnibus del miércoles frente al Congreso dejó expuesta a cielo abierto la división interna en la CGT entre el sector de gremios que empujan un enfrentamiento abierto con el gobierno de Javier Milei. De un lado, los que participaron de la concentración, con Pablo Moyano a la cabeza; del otro, los gremios con peso mayoritario en la mesa de conducción de la central, devenidos en los dialoguistas, que decidieron no salir a la calle esta vez.

El día después de la marcha que terminó con serios incidentes, detenidos y heridos dejó este jueves un cruce de reproches que empiezan a sacar a la luz la grieta en la principal central obrera por el posicionamiento con la administración libertaria, una lógica de conflicto que se aceleró después del segundo paro general y de la marcha del 1 de mayo.

Reproches en la CGT
Este jueves, hubo pases de factura porque la ausencia de la central gremial como actor central en la convocatoria generó reacciones de varios sectores internos. «Me preocupa que no hubo una protesta masiva de la CGT en la calle porque no se pusieron de acuerdo los tres secretarios generales», disparó Omar Maturano, titular de La Fraternidad. «El movimiento obrero no está unido. Cada uno defiende su quinta», se lamentó, en declaraciones a El Destape . Y metió el dedo en la llaga del sector dialoguista. «A algunos compañeros de la CGT parece que les agrada que el Presidente los denigre», dijo.

La foto de la plaza del día anterior mostró, en efecto, a la CGT bien lejos del protagonismo de la jornada, lo que reflejó la grieta que se había planteado en la central con respecto a la estrategia para cuando se tratara la ley ómnibus XXS en el Senado.

La jugada de Pablo Moyano
Con Pablo Moyano al frente, la columna de Camioneros intentó llegar a la plaza por Avenida Entre Ríos, pero no lo logró porque se lo impidió un cordón policial. El Sindicato de Mecánicos y Afines (SMATA) que conduce Mario Manrique fue el que más despliegue de movilización hizo en la marcha, seguido por la UOM, Aeronáuticos y Canillitas, de Omar Plaini. Pero ninguna de las columnas de la CGT tuvo el protagonismo esperado.

Moyano, Manrique y Plaini fueron tres de los secretarios generales que lanzaron la convocatoria a marchar la semana pasada, con muchos de los referentes de los dialoguistas fuera del país, por asistir a la cumbre de la OIT en Ginebra. Entre ellos, Héctor Daer, cosecretario general de la CGT y titular de Sanidad, y Gerardo Martínez , de UOCRA. La convocatoria fue en SMATA, y participaron ministros bonaerenses como Gabriel Katopodis y Walter Correa, además de dirigentes de otras centrales obreras.

En la Plaza -copada principalmente por organizaciones sociales, partidos de izquierda y gremios enrolados en las CTA- brillaron por su ausencia los gremios enfrentados en la interna con Moyano, uno de los motores de la convocatoria junto a Manrique, Abel Furlán de la UOM y Sergio Palazzo , de la Bancaria, representantes de la Corriente Federal dentro de la CGT.

Ausencias que hicieron ruido
De esos faltazos, los de UPCN y la UOCRA fueron acaso los más significativos. Son dos gremios con poder de movilización que se mantuvieron al margen de la convocatoria. Lo mismo ocurrió con Sanidad, que conduce Daer, el contrapeso de Moyano en la conducción cegetista, representante de los sectores dialoguistas que mantuvieron línea con el Gobierno.

Las diferencias vienen de largo pero habían quedado planteadas después de la movilización del último 1 de mayo, la última vez que los tres secretarios generales -Moyano, Daer y Carlos Acuña , hombre de Luis Barrionuevo – dieron una conferencia conjunta en el Salón Felipe Vallese del edificio de la calle Azopardo.

Ante la prensa, mientras el camionero adelantó que promovería una movilización al Congreso, Daer puso paños tibios y tomó distancia: «Antes que pensar en marchar, tenemos que concentrarnos en las manos que se levanten el día de la votación», dijo.

La grieta se fue profundizando a medida que el debate por la ley ómnibus en el Senado avanzaba, con la reforma laboral como uno de los focos apuntados por la CGT. En el contrapunto, el sector dialoguista apostaba por concentrarse en la rosca con senadores y gobernadores para conseguir modificaciones en el texto. En parte, lo consiguieron: por ejemplo, en el capítulo relacionado a la creación de la figura de «trabajadores independientes asociados». Según lo aprobado, en las pymes solo se permitirán hasta tres «asociados» y no cinco como planteaba el proyecto original.

Nada descomprime
La reunión de la OIT que se celebró en Ginebra la semana pasada a la que asistieron Daer y Martínez, no logró descomprimir la tensión en la previa. En ese campamento, muchos creen que Moyano intenta empujarlos a una dinámica de conflicto ajena y se quejan por una convocatoria callejera que pone a la CGT en un escenario desventajoso para la negociación política.

Los dialoguistas, cuyos principales referentes asistieron a la Casa Rosada para la reunión con Guillermo Francos, el eyectado Nicolás Posse y Santiago Caputo, se jactan haber conseguido morigerar la reforma laboral frente a lo que el Gobierno había mandado al Congreso en la ley ómnibus original. En su paso por la Cámara de Diputados, por ejemplo, lograron podar artículos vinculados a la modalidad de protesta.

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