«Hoy (miércoles por la mañana) llegó de Madrid el vuelo de Aerolíneas Argentinas AR 1133. En pleno vuelo se descompuso un pasajero con todos los síntomas de coronavirus:. tos, fiebre, incluso tuvo dificultades para respirar. Fue atendido por un médico que estaba entre los pasajeros», dice el Whatsapp de Cirielli. Sigue: «(el pasajero) comentó que hacía 7 días que tenía síntomas y para bajar la fiebre había tomado paracetamol. No avisó antes de subir (…). Cuando llegó a Ezeiza fue derivado a una ambulancia». Consultado por Clarín, el gremialista confirmó sus dichos.
Más allá de si este hecho funcionó o no como un detonador de la decisión presidencial, lo concreto es que el Gobierno ya quería cerrar Ezeiza desde antes. Incluso fue achicada la programación de Aerolíneas: en vez de los seis vuelos que iban a salir entre jueves y viernes, serán cuatro. «La idea es sostenerlos y traer a esa gente», dijeron cerca del ministro de Transporte, Mario Meoni. Los vuelos pendientes de Aerolíneas son dos para hoy jueves (desde Madrid y Miami) y otros dos, el viernes, desde Miami y Cancún.
En el caso de LATAM, que ya trajo desde la semana pasada casi 12.000 pasajeros repatriados (y se llevó al exterior unos 5.000 extranjeros), todavía le quedan algunos pasajeros «en tránsito», sin poder regresar desde San Pablo y Santiago de Chile. «Son poco más de 400 en el aeropuerto de Guarulhos y 228 en Santiago de Chile«, dijeron fuentes de LATAM. La aerolínea ya pidió al Gobierno que la autoricen a hacer vuelos de regreso para esos pasajeros, ya que «son pasajeros en tránsito, que habían iniciado su vuelo de regreso antes de esta nueva restricción». Hacia las 21 del miércoles, el Gobierno les autorizó a realizar dos vuelos, uno desde Santiago y otro desde San Pablo.
El frente gremial tiene sus bemoles. La Asociación de Aeronavegantes (AAA) salió a desmentir a la lista opositora sobre cuántos casos de coronavirus se registraron puertas adentro del gremio a raíz de los vuelos especiales de Aerolíneas. Fue luego de que la gente de la lista opositora de ese gremio (donde sigue ejerciendo su influencia la designada embajadora en Rusia, Alicia Castro) difundiera una nómina de tripulantes de cabina supuestamente infectados con coronavirus. Juan Pablo Brey, el titular del gremio, tuvo que salir a responderles. «Sólo hay un caso confirmado de coronavirus en una compañera de cabotaje de Aerolíneas, mientras se esperan los resultados de los análisis de otras dos tripulantes que presentaron síntomas».
Pero más allá de que hay gente que quiere llevar agua a su molino, se viven horas de ánimos caldeados en no pocos gremialistas que no quieren exponer más a su gente para repatriar a pasajeros a los que miran con poca o ninguna amabilidad. El propio Cirielli también pidió el cierre de los vuelos. «Se expone a muchas personas para cumplir con esta operación».