Aerolíneas: viento cruzado
16/12/2018 La Capital (Santa Fe) – Nota –
Economía
El Centro de Economía Política Argentina (Cepa) analizó la situación de Aerolíneas Argentinas (AA) y puntualizó los mitos y realidades sobre la compañía de bandera.
El Centro de Economía Política Argentina (Cepa) analizó la situación de Aerolíneas Argentinas (AA) y puntualizó los mitos y realidades sobre la compañía de bandera en un momento en que está en el foco de la tormenta por los cuestionamientos oficiales que desde los gremios plantean es la antesala de una privatización.
El estudio se basa en informes de organismos internacionales especializados, y de los estados contables y publicaciones realizadas por la gestión actual.
«Por la posición geográfica y la extensión territorial argentina la conectividad aérea es un recurso estratégico para el desarrollo económico del país», dice Cepa y apunta que el transporte aéreo aporta más de 1,7 por ciento del PBI en Argentina, generando más de 300 mil puestos de trabajo de forma directa, indirecta e inducida.
«De acuerdo al último balance publicado por las actuales autoridades, Aerolíneas Argentinas devuelve al Estado más de la mitad de los subsidios que recibe anualmente», indicó Cepa. «Por cada dólar gastado por la compañía, se crean casi 3 dólares de valor agregado bruto en la economía del país», detalló.
Además, «la incidencia de los aportes del Estado en los ingresos totales de Aerolíneas se ha ido reduciendo año a año, pasando de representar 27 por ciento en 2013 a sólo 7 por ciento en 2017».
Según exponen las autoridades de la empresa «los subsidios, en pesos, se han comenzado a reducir a partir de 2016. Y durante el período 2008-2015 el Estado aportó en promedio 678 millones de dólares anuales», agregó Cepa.
Sin embargo, si se toma la serie anual en dólares se observa que «la evolución de los aportes del Estado (subsidios) desde la estatización de la compañía muestra una constante reducción, explicada por una mejora en el resultado de cada ejercicio».
Según detalló el informe, esto «se logró, hasta 2016, mediante la expansión de oferta (incorporación de flota) que permitió un crecimiento de los ingresos por encima del crecimiento de los costos (licuación de costos); lógica estratégica que fuera plasmada en el plan de negocios de la gestión a cargo de Mariano Recalde (donde mayor crecimiento e inversión se registró), con continuidad en la gestión a cargo de Isela Costantini».
De esta forma, «el subsidio por pasajero transportado pasó de 134,6 dólares en 2009 a 13,1 dólares por pasajero en 2017 (-90 por ciento), lo cual se explica tanto por una reducción en el monto nominal de los subsidios requeridos (-75 por ciento, pasando de 700 a 170 millones de dólares), como por un constante crecimiento de los pasajeros transportados ( 150 por ciento, pasando de 5,2 a 13 millones)», agregó.
A partir de 2017 «se genera un quiebre en dos frentes, detalló el informe de Cepa. Por un lado, profundos cambios operan en el mercado aerocomercial argentino impulsados desde el Ministerio de Transporte, mediante dos mecanismos: desregulación del mercado; y transferencia de recursos provinciales (subsidios) para la entrada de líneas low cost.
Por el otro, «se generan importantes cambios en la estrategia macro de Aerolíneas y en su estructura gerencial con funcionarios provenientes de Latam sucursal Argentina, con poca o nula experiencia; se decide comenzar un proceso de reducción de la oferta a través de la desprogramación de flota para vuelos internacionales, con una consecuente futura merma de ingresos, y negativos resultados actuales de gestión respecto a la evolución observada en la industria», detalló.
«La combinación de estas situaciones hizo que Aerolíneas Argentinas perdiera en el mercado doméstico hasta 7 puntos de participación respecto a fines de 2015, en un contexto en que el total de pasajeros transportados creció más de 30 por ciento; mientras que en el internacional mantuvo su participación de mercado cuando el total de pasajeros creció casi 20 por ciento», detalló Cepa.
Esto generó «que en 2018 Aerolíneas prevea cerrar el año con una necesidad de subsidios que más que triplica lo previsto para el actual ejercicio, generando un quiebre de tendencia en los subsidios por pasajero transportado por primera vez en 10 años de gestión pública ( 82 por ciento vs 2017). Mientras que la expectativa para 2019 debería analizarse a partir de una definición estratégica del rumbo de la compañía que, al día de hoy, se encuentra pendiente», indicó el informe.