APTA definió como “ruinosas“ las nuevas políticas aerocomerciales del gobierno
En momentos en que se cuestiona fuertemente la política aerocomercial argentina, la Asociación de Personal Técnico Aeronaútico (APTA) fijó posición respecto a la tercera audiencia por rutas aéreas. Desde el sector se rechazó de plano que “el gobierno haya facilitado, en su mayoría, a empresas extranjeras, la asignación de las más de 1000 rutas aéreas nuevas”.
“Se benefició a empresas “desconocidas, sin las necesarias capacidades técnicas y financieras o empresas aventureras que una vez que consiguieron rutas y valorizaron su inexistente empresa, se la vendieron a otra, a compañías denunciadas por tener vínculos con funcionarios de gobierno, como FlyBondi” se denunció desde APTA.
“Se le otorgaron rutas a mega Low Cost como Norwegian, que para operar exigió recibir importantes subsidios estatales provinciales y cambios a su favor en nuestro código aeronáutico, que fueron concedidos y otras como Jet Smart que son multinacionales que venden pasajes a precio de “dumping” eliminando a sus competidores y monopolizando las rutas de cabotaje, regional e internacional”, denunciaron desde la organización sindical” se detalló.
Ricardo Cirielli titular del gremio acusó directamente a los funcionarios nacionales: “Serán responsables de esta Política Aerocomercial ruinosa para todos los argentinos y para la Argentina“ y agregó “la historia no los va a absolver. También para ellos, Comodoro Py y la condena llegarán” disparó el secretario general.
La acusación de Cirierlli apunta directamente al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich y el administrador de la ANAC, Tomás Insausti, quienes según APTA están detrás de tres “nefastos” objetivos que, en primer lugar, tienen que ver con degradar las normas de seguridad aérea argentinas -consideradas un costo empresarial más-, permitiendo reemplazar las actuales y rigurosas regulaciones aeronáuticas por otras mucho laxas y menos exigentes.
En segundo lugar, reformar laboralmente la actividad aerocomercial , imponiendo la flexibilidad laboral, la plurifuncionalidad, la precarización en las condiciones de trabajo, el monotributismo en reemplazo de la relación de dependencia, la baja salarial, la derogación de derechos vigentes en los Convenios Colectivos de Trabajo y, la creación de “sindicatos Low Cost” (sindicatos amarillistas controlados por los empresarios).
Y por último, conducir finalmente a eliminar aerolíneas y austral, forzando su achicamiento , quiebra o venta a precio vil a empresas extranjeras como sucedió en los 90.