El precio que Boeing tiene que pagar por su imagen casi destruida no es conocido, pero cada día tenemos más sumandos
Los parlamentarios de Estados Unidos, alarmados por la supuesta pérdida de rigor de la Agencia Americana de la Aviación (FAA) en el proceso de certificación del Boeing 737Max, han iniciado una investigación y están llamando a declarar a muchos expertos y entendidos.
Entre ellos, acudieron varios altos funcionarios de la agencia, quienes atestiguaron que sus modelos les llevaron a deducir que el avión siniestrado en Jakarta pudo ser el primero de una larga lista de accidentes similares. En buena medida, el segundo accidente, el de la compañía etíope, era relativamente esperado.
Hay que saber poner estas cosas en su lugar, porque muchas veces quienes acuden a estas comparecencias magnifican los riesgos, en parte para demostrar que son muy sensibles a lo que tienen entre manos. Pero, hechas estas salvedades, da la impresión de que Boeing había perdido una parte importante de su rigor interno, acompañado además por la falta de consistencia en los controles públicos.
El precio que Boeing tiene que pagar por su imagen casi destruida no es conocido, pero cada día tenemos más sumandos. No pasa día sin que se conozcan más problemas, directos o indirectos. Por ejemplo, se sabe que ni siquiera en marzo –un año después– podrán volar los 737Max; que la producción del avión puede que acabe paralizando la fábrica, agravando las pérdidas; que Qantas, la aerolínea australiana, tomará una decisión sobre sus vuelos de ultra largo radio en marzo, pero ya dijo que si va adelante, utilizará aviones A350-1000 y no el 777X o el 787.
Boeing, como todo el mundo sabe, tiene una situación financiera absolutamente saneada. Sin embargo, si continúa esta sangría de recursos, si el 737 sigue retrasándose, si la imagen de la marca sigue sufriendo daños, bien podría producirse una pérdida de mercado de la que cueste mucho recuperarse. Todo precisamente cuando el rival chino, Comac, está aproximándose a la presentación de su avión competidor en este segmento.