Cómo son los aviones que Estados Unidos le quiere vender a la Argentina con aval del Reino Unido
11/01/2023 Notiar.com.ar – Nota
Por Natasha Niebieskikwiat
Pese a que el presidente Alberto Fernández sorprendió el último final de año al decir que su gobierno tenía otras prioridades a las de comprar aviones o armamentos para la Defensa de la Argentina, la Fuerza Aérea y el ministerio de Defensa avanzan igual en negociaciones internacionales para la compra de una o dos flotillas de aviones de guerra que aumenten la protección de las fronteras de la que hoy se carece.
En ese sentido, el jefe de la fuerza, el brigadier general Xavier Isaac y el ministro de Defensa, Jorge Taiana, avanzan en conversaciones con los distintos oferentes de aviones supersónicos. El paquete inicialmente pensado para esta compra es de unos U$S 660 millones. El punto es cómo será el financiamiento.
Una oferta es la de Beijing que busca venderle al país los JF-17 Thunder que son de origen chino pero construidos en Pakistán. Otra es de la India, adonde pronto viajará Isaac para probar los Tejas que Nueva Delhi quiere colocar. Y han quedado descartados en el camino los MIG 35 de los rusos.
La otra oferta fuerte es la de Estados Unidos que, desde la llegada de Joe Biden al poder, aceleró sus negociaciones con Argentina para neutralizar la presencia militar china en el país.
Ya hay negociaciones entre políticos y militares estadounidenses con sus contrapartes en el Reino Unido para convencerlos de que les permita vender a la Argentina los cazabombarderos F16 AM/BM que están hoy en poder de Dinamarca y que en la jerga los conocen aquí como F16 “vintage” porque son de los 80, aunque sean aeronaves modernizadas.
¿Por qué Estados Unidos debe convencer a Gran Bretaña de una venta a la Argentina de los F 16 que fabrica la estadounidense Lockheed Martin? ¿Y cómo son las aeronaves, cuyos asientos eyectables son de origen británico?
Por empezar, muchas de las restricciones que tiene la Argentina a la hora de salir de compras al mercado militar se enfrenta a un viejo veto que le impuso el Reino Unido a este país tras la guerra por las Malvinas, en 1982.
En un mundo globalizado la industria siempre ha tenido un componente u otro de origen británico lo que ha derivado en inmensas dificultades para la Argentina, para adquirir hasta repuestos. La Armada Nacional lo ha sentido, por ejemplo, cuando quiso reparar alguna de sus corbetas y encontró dificultades porque tenían elementos británicos o directamente estaban fabricados en el Reino Unido.
En 2019 el veto británico impidió avanzar aquí con una compra de aviones FA-50 a Corea del Sur porque sus asientos eyectables son Martin Baker, fabricados en el Reino Unido.
Alejar a China
Como se ha dicho, una de las razones que impulsan a los Estados Unidos a negociar en favor de la Argentina ante el Reino Unido tiene que ver con neutralizar el avance chino en la región en el terreno militar, en el logístico y en el de las telecomunicaciones. Argentina es un aliado estratégico de China y una de las preocupaciones de las potencias occidentales en ese sentido. Además, Argentina cuenta con un acceso privilegiado al Atlántico Sur y a la Antártida.
“Nos encontramos en el medio de la disputa entre Estados Unidos y China, pero nosotros lo que necesitamos es modernizar nuestras fuerzas y negociar la compra de aeronaves con un piso mínimo: que nos los vendan con misiles de última generación.. bombas inteligentes para que sean operativos. Ahora no necesitamos aviones rápidos que solo vuelen para los desfiles”, dijo una alta fuente a este diario.
Clarín pudo confirmar también de fuentes diplomáticas que tanto el Departamento de Estado, el Comando Sur de los Estados Unidos, la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa y otras áreas comparten esta idea de que el Reino Unido acepte la venta para mantener a China lejos de áreas estratégicas.
El ministerio de Economía, que comanda Sergio Massa y la Embajada argentina en Washington, que lleva Jorge Argüello, están al tanto de las negociaciones. Los estadounidenses han hecho saber varias veces que también les preocupa que empresas chinas, privadas-estatales, participen en la construcción del Polo Antártico al que aspira Argentina en Tierra del Fuego.
Aquí aseguran que existen en cierto sentido un aval británico a los Estados Unidos para que estas conversaciones se hayan difundido en los sitios especializados de defensa. Para el caso, en su momento, también permitieron que Washington vendiera a los argentinos unos Texan que yan están en uso. Tienen componentes británicos.
En el equipo de Zona Militar señalaron que dentro de la FAA hay sectores que quieren “patear el tablero e ir directamente por el JF-17 bloque III de China por ser algo novedoso y sin posibilidad de veto británico, brindando una cierta “autonomía” en materia aeroespacial militar.
Pero también reconocieron que otros sectores “desconfían de este posicionamiento” y son directos al mencionar que la Fuerza Aérea Argentina no deja de tener una sintonía occidental.
El punto es que los chinos ofrecen mejor financiamiento que cualquier otro país. Financian también los procedimientos necesarios para ponerle en funcionamiento, a través de un ensamblaje local o la fabricación del sistema de armas.
La cuarta generaciones del JF17 no tiene ningún límite en cuanto a armamento. Pero para Estados Unidos esta es una presencia que no está dispuesta a concebir como tampoco que China ayude a la Argentina con la instalación del Polo Antártico que, para Washington no es otra cosa que el comienzo de una base china en el polo sur.
En el último brindis de fin de año, Isaac evitó polemizar con el Presidente pero dijo que “la Fuerza Aérea era una inversión para el país y no un gasto”. También que teniendo en cuenta las urgencias y necesidades del país la Fuerza Aérea ha centrado su análisis en la financiación para evitar la erogación del Tesoro nacional en estos momentos en que están tan complicados.
Cazabombarderos modernizados
De acuerdo a los especialistas de Zona Militar los F16 AB de la década del 80 fueron optimizados para mejorar sus prestaciones. Esas modernizaciones incluyeron la versión danesa que Argentina podría comprar. Esto alargó la vida de la aeronave hasta en 30 años de operaciones.
Mejoraron las computadoras de misión, los sistemas de disparo, los radares y por lo tanto el lanzamiento de misiles, los cascos de los pilotos y los sistemas de guerra electrónica con GPS, entre otros.