DÍA INTERNACIONAL DEL TRABAJADOR 1886 – 1 DE MAYO – 2018 132 AÑOS DE LUCHAS POR LOS DERECHOS Y LA DIGNIDAD DE LOS TRABAJADORES

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“Cada batalla que los padres creen que han ganado para siempre, deberá ser peleada nuevamente por sus hijos”. Goethe. Escritor alemán (1749-1832) 

Cada primero de mayo los trabajadores reforzamos nuestras convicciones y fuerzas por una sociedad más justa e igualitaria. Por una vida que pueda ser vivida por nosotros y nuestras familias con dignidad y plenos derechos, la única forma de ser libres y felices. No solo con deberes y sacrificios continuos e inhumanos, a los que históricamente pretenden someternos desde el poder político y económico.

Lo hacemos homenajeando a cientos de miles de trabajadores y gremialistas que sufrieron despidos, cárcel, torturas y muerte un trágico 1 mayo de 1886, luchando en las calles de Chicago contra empresarios y el gobierno de los Estados Unidos, por estar recibiendo salarios miserables, trabajaban en deplorables condiciones de salubridad y seguridad y, ser obligados a realizar una insoportable cantidad de horas de trabajo (18 hs. que podían extenderse “por necesidad”). Gracias a su sacrificio, unidad y valentía la jornada laboral de 8 horas se logró primero en EEUU y luego en Europa. El éxito fue tal, que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas expresó: «Jamás en la historia de este país (EEUU) ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes”

En 1889, en una reunión internacional de partidos socialistas y laboristas se instituyó el 1 de mayo como el Día del Trabajador. Con el fin de homenajear el sacrificio de los obreros Mártires de Chicago, y reivindicar las luchas de los trabajadores en todo el mundo. En la Argentina la primera conmemoración tuvo lugar el 1 de mayo de 1890. Con el advenimiento del peronismo se hicieron realidad numerosos derechos laborales y sociales, por mucho tiempo demandados, que luego se incorporaron a la Constitución Nacional.

Esa gran lucha de las masas trabajadores iniciada hace 132 años, hoy debe continuar más que nunca en la Argentina, ante una feroz embestida conservadora (que también sucede en Latinoamérica y en el resto del mundo), la cual busca ideológica, legal, política y económicamente, despojarnos de todos los derechos que larga y cruentamente hemos adquirido, calificándolos de ilegítimos y culpables de todos los males de nuestro país. Con reformas (anti) previsionales y (anti) laborales se persigue que involucionemos 100 años en nuestras conquistas. Cuando fueron sus políticas económicas regresivas neo-liberales en favor del capitalismo extranjero y en contra del nacional; en favor de la especulación financiera y en contra de la productividad y el trabajo argentino; en favor del aumento de la desigualdad social transfiriendo renta de las clases bajas y medias a las más altas; sumado, a la corrupción crónica de nuestra clase dirigente y a la fuga constante de capitales de quienes nunca dejan de acumular riqueza, las que han provocado el desempleo, la pobreza, la inseguridad, la decadencia educativa y la pavorosa ruina de la Argentina.

Puntualmente, los Técnicos Aeronáuticos debemos luchar contra la actual política aerocomercial neo-liberal que, como tal, impulsa la extranjerización de nuestro mercado de transporte de pasajeros y carga y la generalizada precarización, flexibilización y tercerización de su fuerza laboral. Lo hace, como APTA viene denunciando desde hace dos años, reformateando el mercado aéreo argentino permitiendo el ingreso masivo de nuevas líneas aéreas (la gran mayoría extranjeras) operando desde el país o desde el exterior transportando nuestros pasajeros y nuestra carga, e imponiendo una modalidad Low Cost, desde moderada a ultra. Lo cual ha generado que Aerolíneas Argentinas y Austral comiencen a adoptar para poder competir dicho modelo, como antes hizo LAN Argentina.Una prueba de lo deplorable para los trabajadores que es el modelo Low Cost impuesto por el gobierno nacional, es lo decidido por IBERIA -integrante con British Airways de IAG Group-, que en Argentina amenazó a sus empleados con el despido o la aceptación de trabajos precarios y en peores condiciones laborales y salariales, en su Low Cost Level o en la empresa de servicios Swissport. Confirmando nuestras denuncias y presagiando el peor escenario para nuestro futuro profesional y laboral.

El reemplazo de las normativas RAAC por las LAR, que APTA rechaza y enfrenta administrativa, judicial y gremialmente, es parte de esta política aerocomercial nacional de “Revolución Low Cost”, cuyo propósito es también aumentar las ganancias empresariales degradando la formación, habilitación y ejercicio profesional de los Técnicos Aeronáuticos, junto con la seguridad aérea Argentina.

Igualmente continúa la lucha por FADEA, que sigue siendo la fábrica de aviones que no fabrica aviones, sino sólo suspensiones y despidos. Para que mantenga su plantel laboral, reactivando el proyecto fundacional de 1927 destinado a diseñar, producir y mantener aeronaves militares argentinas; en lugar de gastar como está sucediendo, cientos de millones de dólares en compras de aviones en el exterior. Un proyecto industrial que hoy como ayer, en la Argentina y en el mundo, es una decisión política y no económica.

En una democracia y república el soberano o quien ejerce la autoridad suprema es el pueblo. El mandante siempre es el pueblo y su representante electo el mandatario. El cual tiene el deber de servir a su mandante, a su bienestar; no contribuir a su ruina para beneficiar a una minoría de poderosos. Por eso, violar los legítimos derechos adquiridos por un pueblo es tan injusto como despótico; incluso si lo hace una ley, que en dicho caso no sería tal.

Que no se nos olvide la verdad y la justicia de nuestra causa, por más mentiras que nos digan.

Los derechos solo los merecen quienes saben conquistarlos todos los días, con grandes y pequeños sacrificios.

Hace 132 años, hubo cientos de miles de compañeros que eran conscientes de su verdad, estaban convencidos de la justicia de su causa y, sacrificando sus vidas, ejercieron la soberanía popular para conquistar legalmente sus legítimos derechos. Posibilitando, así, que conquistáramos luego nuestros derechos.

HONRÉMOSLOS CON NUESTRA ADMIRACIÓN Y SIGUIENDO SU EJEMPLO.

HOY, MÁS QUE NUNCA, NECESITAMOS HACERLO. 

Feliz Día del Trabajador Compañeros

Ciudadela, 1 de mayo de 2018

Ricardo CIRIELLI
Secretario General

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