El FMI exige “mayor flexibilización laboral” y Sturzenegger estaría listo para “couchear” a legisladores libertarios

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Por  Redacción EDA – 5 de diciembre de 2025

Aunque está claro desde hace largo tiempo que los proyectos de reformas estructurales que impulsa el Gobierno de Javier Milei tienen una inspiración directa en las políticas definidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para los países acreedores, este jueves la injerencia del organismo de crédito internacional en la política local quedó absolutamente explicitada. La portavos del Fondo, Julie Kozack, planteó una serie de reclamos al oficialismo, que incluían la necesidad de una política «más ambiciosa» de acumulación de reservas y una serie de avances urgentes en cuanto a «la flexibilización de los mercados, incluyendo el laboral». Por su parte, Federico Sturzenegger, titular del ministerio de desregulación, se habría propuesto para «couchear» a legisladores de la administración libertaria para el debate en el Congreso de la Nación.

«Las políticas monetarias y cambiarias necesitarán apoyar una ruta de acumulación de reservas más ambiciosa para construir amortiguadores adecuados en Argentina. Esto ayudará al país a abordar mejor los shocks y a facilitar una vuelta a los mercados internacionales de capitales. Abogamos también por reformas destinadas a mejorar la eficiencia y la equidad del sistema fiscal de Argentina con continuos controles del gasto y reformas, incluyendo las que tienen que ver con los subsidios, lo que ayudaría a fortalecer aún más el ancla fiscal, que ha sido muy importante para que Argentina recupere la estabilidad macro», planteó Kocack en su conferencia de prensa de este jueves, para luego añadir: «Para crear una economía más basada en el mercado y resiliente, Argentina también requerirá continuas reformas en el frente de la desregulación así como esfuerzos para mejorar el funcionamiento y la flexibilidad de los mercados, incluyendo el mercado laboral. En todos estos esfuerzos y áreas de reforma, sigue siendo fundamental construir consensos en favor de estas reformas, incluso para facilitar la aprobación de cualquier legislación que pueda ser necesaria».

La exigencia del FMI de avanzar en la construcción de «consensos» en torno a la muy regresiva reforma laboral que el oficialismo se buscará aprobar en los próximos días en el Congreso, fue tomada al pie de la letra por el ministro de Economía Luis Caputo, quien en las últimas horas salió a pedirle a los empresarios que presionen a través de los medios para generar consenso sobre el proyecto oficial. En el marco del encuentro del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp), Caputo, sin dar detalles sobre el plan de reforma que enviará el oficialismo al Congreso, interpeló al auditorio empresarial remarcando que «va a ser muy importante el apoyo y la presión mediática que ustedes hagan, porque (la reforma laboral) es en beneficio de los empresarios y de los trabajadores».

Más allá de la confirmación explícita de los distintos actores, el objetivo compartido de avanzar con medidas que implican una generalizada pérdida de derechos para los trabajadores argentinos, en nombre de una supuesta «mayor formalización laboral» (que no fue el resultado de ninguna reforma flexibilizadora previa), es un objetivo de larga data. En la hoja de ruta del programa económico que el Gobierno firmó en agosto de este año con el organismo que dirige Kristalina Georgieva ya se discutían todas estas «reformas estructurales» (especialmente la impositiva, la previsional y la laboral), que debían ser precedidas por avances en el plan de privatizaciones, en un cronograma que el oficialismo ya comenzó a ejecutar aplicadamente.

Imagen: archivo

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