El Gobierno obligará a las prepagas a dejar de triangular con obras sociales

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05/10/2024 La Nación – Nota – Economía – Pag. 22

Ignacio Grimaldi LA NACION

giro. Recibirán los aportes de sus afiliados directamente; el ministro de Salud, Mario Lugones, se reunió con las principales empresas del sector y les anticipó la resolución.

Después de anunciar que Swiss Medical inició el proceso para que los aportes de sus afiliados no triangulen con obras sociales y vayan directo a la empresa de salud, el ministro del área, Mario Lugones, se reunió con las principales prepagas del país para informarles que «la semana que viene» se publicará una resolución que buscará que todas se inscriban en el Registro de Agentes del Seguro de Salud. Ese es el listado en el que las compañías declaran que dejan de tener convenios con obras sociales o sindicatos que funcionan de intermediarios en el pago del servicio del afiliado.

Tal como detallaron fuentes oficiales, la resolución establecerá que «a partir del 1° de diciembre de 2024 todas las entidades que ofrezcan planes de salud financiados, total o parcialmente, con fondos provenientes de la seguridad social deberán inscribirse en el Registro de Agentes del Seguro de Salud».

«Básicamente, se van a tener que inscribir o inscribir», explicaron desde un despacho público.
Según fuentes oficiales, de la reunión participaron OSDE, Medifé, Galeno, Swiss Medical, Medicus, Hospital Italiano y Hospital Alemán.
«Hubo buena predisposición», describieron.

Según cifras del Gobierno, el esquema de triangulación recauda mensualmente $8600 millones, dado que la intermediación puede costar entre un 3% y 7% según el caso.

¿Qué implica que los afiliados puedan dejar de triangular? En términos prácticos, un trabajador en relación de dependencia deriva parte de los aportes de su empleador a la obra social correspondiente de su rubro y luego ese dinero sigue su curso para pagar la prepaga. Entonces, sin triangulación, las obras sociales dejarían de percibir ese porcentaje. «Peaje de la salud», en palabras de funcionarios.

Una de las grandes preguntas en esta historia es si el fin de la intermediación redundará en cuotas de prepagas más bajas. Desde una de las empresas que se reunieron con el Gobierno explicaron: «A los que intermediaban con obras sociales chicas, consideradas sellos de goma, sin dudas van a ver una reducción en sus cuotas, pero no está claro si va a haber una mejora en los casos en los que intermedia una obra social grande».

La reforma en el sistema de obras sociales que proyecta Lugones puede ser un golpe para muchas prestadoras médicas sindicales, pero no para todas. Podrían favorecerse con esta medida las obras sociales más grandes, como Osecac (Comercio), Construir Salud (Uocra) o Unión Personal (UPCN), que son las que más afiliados tienen. Como «ministro en las sombras», Lugones liquidó un subsidio llamado SUMA [subsidio de mitigación asimétrica] para favorecer a las prestadoras médicas con mayor cantidad de afiliados.

Con esa medida logró alinear al sector de «los Gordos» de la CGT, que mejoraron sus ingresos. Esto significa que, desde antes de llegar al cargo, fue el interlocutor de los gremios por la caja de las obras sociales.

«Está saneando el sistema», lo endulzó un sindicalista influyente.
Otra fuente sindical relativizó el impacto que esto pueda tener en el universo gremial. «Son obras sociales chicas las que triangulan. Lo que quieren hacer ahora es que se les termine el chorro a esas», definió.

Desde una de las obras sociales más grandes del país también comentaron que «acá lo que va a pasar es que las obras sociales que no dan un servicio van a desaparecer». De hecho, indicaron que «las obras sociales que brindan servicios de verdad no compiten con prepagas».

Incluso, el representante de esta obra social grande se atrevió a ponerle números al asunto. Partió de la base de que el 9% de los aportes de un trabajador registrado van para obras sociales. En los casos de triangulación, según explicó, ese 9% se divide en dos partes. El 3% para la obra social y el 6% para la prepaga. Por lo tanto, estas últimas recuperarían ese porcentaje, pero aun así lo catalogó como «un mal negocio» para ellas.

La inscripción en el Registro de Agentes del Seguro de Salud estipula que sus miembros dejan de triangular, pero al mismo tiempo pasan a aportar un 15% al Fondo Solidario de Redistribución. Pese a eso, desde una de las prepagas que participaron de la reunión con Lugones sostuvieron que la estrategia es conveniente porque «sin las obras sociales de por medio se pueden captar más afiliados».

El contrapunto que esgrimió el representante de la obra social aludida es que, según su visión, son pocos los trabajadores que abandonarían absolutamente a las organizaciones sindicales. «¿Cuánto tenés que ganar para pagar la cuota de salud privada sin los convenios que tenemos con ellas?», argumentó.

Del otro lado de la orilla, del de las prepagas, redoblaron la apuesta. «Al estar todo unificado, sin intermediación, el servicio va a ser mejor; va a ser más eficiente», retrucaron.

En consecuencia, y en medio de esta nueva relación entre el Gobierno y las empresas de medicina privada, adelantaron que comenzará una ardua competencia entre ellas para capturar más afiliados.*

Las obras sociales más chicas y con pocos servicios sufrirán más el cambio

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