El misterio del DC3: secretos del avión que cayó en Chile hace sesenta años
En 1961, 24 pasajeros murieron en el peor accidente aéreo del país. En su momento casi no se encontraron rastros hasta que en 2015 una expedición descubrió el lugar exacto del impacto.
Hace sesenta años el accidente de un avión de LAN en Chile conmocionaba al mundo. Un DC3 –el modelo que según Boeing masificó el transporte aéreo- se estrellaba contra la ladera noreste del cerro Las Lástimas en el cordón montañoso del Nevado de Longaví, frente a la ciudad de Linares, a 300 kilómetros de Santiago.
En su momento, 1961, fue el peor accidente de la historia aérea chilena: los 24 pasajeros murieron, entre ellos ocho futbolistas del club Green Cross, el director técnico, tres árbitros y dirigentes que volvían de disputar un partido en la ciudad de Osorno por la Copa de Chile. El hecho causó una verdadera conmoción en la sociedad chilena debido a que el Green Cross era uno de los equipos más importantes del país, que luego desapareció y fue absorbido por el club Temuco.
Si bien algunos restos mínimos del avión se encontraron ocho días después de una intensa búsqueda, siempre quedaron dudas sobre las razones de la caída y, más que nada, sobre el lugar donde realmente cayó porque, en principio, era como si la tierra se lo hubiera tragado, tal como sucedió en 2014 con el vuelo 370 de Malaysian Airlines. Con el tiempo, comenzaron a circular historias de misterio acerca de un supuesto verdadero destino de los ocupantes como, por ejemplo, que habían quedado sobrevivientes en la cola.
Más de cincuenta años después, en 2014, una expedición encabezada por los andinistas Leonardo Albornoz y Lower López, motivados por las historias escuchadas desde niños, emprendieron la búsqueda pero no lo encontraron. Al año siguiente, después de una nueva travesía aseguraron haber hallado restos de un avión estrellado que coincidían con el DC3 de 1961.
“Volvimos a la misma zona y encontramos el avión, tras cuatro días a caballo y dos de escalada”, dijo a AFP Lower López, empresario turístico y uno de los líderes de la expedición.
Lo más inquietante de la cuestión es que la zona en la que encontraron los restos se encuentra en un punto relativamente distante de la que informaron en 1961. “No entiendo por qué dieron otra ubicación de donde ocurrió el accidente. El avión está a unos 3200 metros de altitud en la cordillera, a 70 kilómetros al norte de donde supuestamente lo encontraron”, aseguró López.
Los montañistas encontraron restos óseos, material de un avión, fuselaje con algunos números de serie de la nave y ropa.