El Senado de EEUU denuncia “procedimientos inapropiados” en la recertificación del B737 MAX
Un informe de la Comisión de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado de los EEUU, emitido el pasado viernes y al que tuvo acceso este diario, denuncia “procedimientos inapropiados” de Boeing y de la Federal Aviation Administration (FAA) en el proceso de recertificación del 737 MAX para su vuelta al servicio después de más de 20 meses inmovilizado por el doble accidente que causó la muerte de 346 personas.
“Durante las pruebas de recertificación del 737 MAX, Boeing influyó de manera inapropiada en las pruebas del simulador de factor humano de la FAA de los tiempos de reacción del piloto que implicaron un fallo del sistema de aumento de características de maniobra (MCAS)”, concluye el informe de la Comisión del Senado norteamericano,
El informe, de un centenar de páginas, se basa “en miles de documentos y acusaciones de 57 denunciantes” y describe “numerosos problemas en la supervisión de la FAA de la industria de la aviación”. El citado informe de la Comisión del Senado norteamericano se ha hecho público un mes después de que la FAA, y posteriormente otros reguladores de Europa, Canadá y Brasil, levantaran la prohibición de vuelos al avión de pasajeros 737 MAX, que ha permanecido inmovilizado en tierra durante más de 20 meses.
El senador republicano estadounidense Roger Wicker, presidente de la Comisión, presentó el informe de investigación iniciada en abril de 2019, semanas después del segundo de los dos trágicos accidentes de aviones Boeing 737 MAX, precisamente cuando miembros de la Comisión empezaron a recibir informaciones de denunciantes que revelaban numerosas preocupaciones relacionadas con la seguridad de la aviación, señala el informe.
“Hace 20 meses, la Comisión de Comercio inició una investigación sobre la supervisión de seguridad de la FAA. Hemos recibido informaciones de más de 50 denunciantes, hemos realizado numerosas entrevistas al personal de la FAA y hemos revisado más de 15.000 páginas de documentos relevantes”, dijo Wicker.
“Nuestros hallazgos son preocupantes. El informe detalla una serie de ejemplos significativos de fallos en la supervisión de la seguridad operacional de la aviación y liderazgo fallido en la FAA. Está claro que la agencia requiere una supervisión constante para garantizar su trabajo para proteger al público que vuela se ejecute completa y correctamente”, añadió.
Problemas descubiertos
Algunos de los hallazgos más importantes del informe incluyen:
– Los responsables máximos de la FAA no se han hecho responsables por no desarrollar y brindar una capacitación adecuada en estándares de vuelo, a pesar de los repetidos descubrimientos de deficiencias durante varias décadas.
– La FAA continúa tomando represalias contra los denunciantes en lugar de dar la bienvenida a sus revelaciones en aras de la seguridad.
– La Oficina del Asesor General del Departamento de Transporte (DOT OGC) no presentó los documentos pertinentes solicitados por el presidente Wicker como lo requiere el Artículo I, Sección I de la Constitución.
– La FAA permitió repetidamente a Southwest Airlines continuar operando docenas de aeronaves en condiciones de aeronavegabilidad desconocidas durante varios años. Estos vuelos ponen en riesgo a millones de pasajeros.
– Durante las pruebas de recertificación del 737 MAX, Boeing influyó de manera inapropiada en las pruebas del simulador de factor humano de la FAA de los tiempos de reacción del piloto que implicaron un fallo del Sistema de aumento de características de maniobra (MCAS).
– Los dirigentes de la FAA pueden haber obstruido una revisión del DOT OIG de los accidentes del 737 MAX.
La Comisión publicó una hoja de datos que destacan información sobre la emisión incorrecta de certificados de aeronavegabilidad para 88 aviones de Southwest Airlines en noviembre de 2019.
El presidente Wicker también envió una carta al administrador de la FAA, Stephen Dickson, expresando su preocupación por estos aviones. En enero de 2020, se publicó otra hoja informativa sobre la supuesta mala conducta de los gerentes de la FAA en la Oficina del Distrito de Normas de Vuelo en Honolulu, Hawai. El 17 de junio de 2020 se publicó una actualización de esta hoja informativa. La Comisión aún está revisando la producción en curso de los documentos solicitados de la FAA y la información adicional recibida de los denunciantes, concluye el informe.
Los investigadores señalaron que los denunciantes se enfrentan regularmente a represalias y que las empresas privadas buscan ayuda de los responsables de las agencias cuando los inspectores buscan hacer cumplir las reglas de seguridad. El informe dice que las “deficiencias sistémicas” en la FAA representan un “riesgo innecesario para el público que vuela”.
“La Comisión concluye que los funcionarios de la FAA y Boeing involucrados en la realización de una prueba habían establecido un resultado predeterminado” para reafirmar sus suposiciones sobre las reacciones de los pilotos, según los investigadores, que sugieren que los problemas derivados de la estrecha relación entre Boeing y la FAA, que otros investigadores han dicho que afectaron a la certificación de seguridad inicial del 737 MAX, también afectaron, al menos, en la etapa inicial de los esfuerzos para volver a autorizar el vuelo del avión.
Reacción de Boeing y la FAA
Como reacción al informe del Senado, Boeing se compromete a “mejorar la seguridad de la aviación, fortalecer su cultura de seguridad y reconstruir la confianza con los clientes, reguladores y el público que vuela”, declaró. Tomamos en serio las conclusiones del Comité y continuaremos revisando el informe en su totalidad.
Y añadió que “hemos aprendido muchas lecciones difíciles de los accidentes del vuelo 610 de Lion Air y del vuelo 302 de Ethiopian, y nunca olvidaremos las vidas perdidas a bordo. Los eventos y las lecciones aprendidas han reformado nuestra empresa y han centrado aún más nuestra atención en nuestros valores fundamentales de seguridad, calidad e integridad. Durante los últimos 20 años, la aviación comercial se ha convertido en la forma más segura de viajar en el mundo debido al compromiso, por parte de la industria, la FAA y el Congreso, de un enfoque basado en hechos y basado en evidencia para mejorar la seguridad”.
Por su parte, la FAA dijo que estaba estudiando el informe de la Comisión y que revisó a fondo el 737 MAX después de los accidentes. “Confiamos en que los problemas de seguridad que jugaron un papel en los trágicos accidentes que involucraron al vuelo 610 de Lion Air y al vuelo 302 de Ethiopian Airlines se han abordado mediante los cambios de diseño requeridos y aprobados de forma independiente por la FAA y sus socios”, apuntó el regulador.