Entre saludos en mandarín y vasos de agua caliente, arribó a Ezeiza desde China el vuelo comercial más largo del mundo

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El vuelo de China Eastern aterrizó esta tarde con casi 300 pasajeros. Une dos veces por semana Shanghai con Buenos Aires, con una parada en Auckland, Nueva Zelanda. Genera una alta expectativa turística y comercial.
Argentina recupera la conectividad directa con Asia
El mercado aerocomercial argentino había perdido la conectividad directa con Asia en 2012, cuando Malaysia Airlines dejó de volar entre Buenos Aires y Kuala Lumpur con escala en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, por razones de estrategia comercial.
Para Argentina, la nueva conexión genera expectativas diversas. Por el lado del turismo, la posibilidad de atraer visitantes chinos con mayor frecuencia y con estadías más largas, pensadas para rutas que combinen Buenos Aires con destinos patagónicos y cordilleranos, que se sumarían a los ya transitados como las Cataratas del Iguazú y la Antártida.
En tanto que por el costado comercial también se apuesta a abrir una alternativa logística, tanto para la exportación como para la importación de productos, sobre todo en medio de un proceso de apertura de fronteras comerciales en el país que tiene como símbolos el auge de compras en plataformas chinas como Shein y Temu.
De hecho, sin ser una aeronave exclusiva de carga el B777-300AR es un modelo que se destaca por contar con una capacidad de bodega amplia.
Hoteles, agencias y prestadores de servicios turísticos locales se preparan para recibir grupos y viajeros individuales de procedencia china con propuestas adaptadas a costumbres, idioma y preferencias de consumo.
Ya existen ejemplos concretos y operadores que llevan tiempo trabajando con ese mercado y que ahora intensifican sus ofertas.
Agencias especializadas ofrecen guías de habla mandarín, circuitos que incluyen el Barrio Chino porteño y el Jardín Japonés para quienes buscan una experiencia urbana con matices asiáticos en la Ciudad de Buenos Aires.
También hay paquetes que combinan Buenos Aires con recorridos por bodegas cuyanas y excursiones a la Patagonia para ver glaciares y paisajes naturales. Empresas locales que históricamente trabajaron con contingentes asiáticos están actualizando sus catálogos para incluir menús y descripciones en caracteres chinos, servicios de traducción y atención personalizada.
En la ciudad de Mendoza se lanzó en abril pasado el programa «Bienvenido». Se trata de una iniciativa público-privada impulsada entre la Municipalidad y la Cámara de Comercio Argentina-China.
El programa busca adaptar comercios locales a las costumbres chinas mediante la traducción de menús y otros servicios, mediante acciones como la traducción de cartas de restaurantes al idioma chino a través de códigos QR, para crear una experiencia más cómoda para los visitantes y fomentar su llegada.
Un vuelo que genera altas expectativas turísticas y comerciales
Otra adaptación práctica que varios comercios y prestadores están implementando es la integración de métodos de pago chinos y soluciones de aceptación transfronteriza.
Las plataformas más populares como Alipay y WeChat Pay fueron ganando presencia en puntos turísticos de grandes ciudades del mundo. En Argentina hay varias iniciativas y casos de adopción de billeteras digitales que amplían los métodos de pagos para los turistas que no desean depender exclusivamente de tarjetas tradicionales.
La gastronomía porteña, por su parte, ya trabaja en propuestas que asimilan preferencias culinarias chinas: menús con opciones menos picantes o con ingredientes que resulten familiares, ofertas especiales para grupos, estaciones de té e inclusión de horarios y servicios pensados para turistas que viajan en itinerarios con guías en mandarín.
Además, guías y oficinas de turismo locales prepararon material informativo en chino, con recomendaciones sobre costumbres y normas de relacionamiento, para no afectar la sensibilidad de los visitantes. Son medidas que no sólo buscan atraer turistas, sino generar pertenencia.
La llegada a Ezeiza del primer vuelo de China Eastern implicó también una logística especial para dar contención y calidez a los pasajeros que desembarcaron en el principal aeropuerto de Argentina.
Si bien se decidió que no era necesario instalar cartelería con grafía china, dado que el chino que viaja se desenvuelve perfectamente en inglés, hubo otros cuidados especiales.
Todo el personal de tierra fue capacitado para expresarse y entender mandarín básico para asistir a los viajeros en su desembarco, darles la bienvenida y agilizar los trámites de Migraciones.
Además, algunos locales de gastronomía del aeropuerto comenzaron a ofrecer menúes especiales. Y todos están preparados para proveer vasos de agua caliente para beber a cualquier turista oriental que lo requiera, atentos a una costumbre cultural muy arraigada en China.
Imagen: archivo



