Exclusivo: cómo adaptaron los aviones de Aerolíneas para traer las vacunas
02/03/2021 LaPoliticaOnline.com – cable
Por Leonardo Montero
La empresa convirtió dos aviones de pasajeros en cargueros y trajo 732.500 dosis de la vacuna rusa en un solo vuelo, una cifra que podría ampliarse. Cómo se realizó el proceso y la apuesta por el negocio de carga.
El avión de Aerolíneas Argentinas que llegó al país este lunes tuvo como novedad que logró traer
732.500 dosis de la Sputnik V, la mayor cantidad de vacunas en un solo vuelo llegada desde Rusia. Esa cifra se pudo alcanzar gracias a la conversión de los aviones de pasajeros en cargueros, un complejo proceso de adaptación que llevó varios meses.
La idea de «convertir» los aviones arrancó con los viajes del año pasado a China a buscar suministros sanitarios. Se trata, en rigor, de una tendencia de la industria aeronáutica de todo el mundo ante la necesidad de trasladar suministros y también ante el desplome del transporte de pasajeros.
Las experiencias con los viajes a China y Rusia abrieron para Aerolíneas Argentinas la posibilidad de ampliar el negocio de cargas, para el cual crece la demanda. «La unidad de carga es uno de los proyectos estratégicos de la compañía, es muy importante para generar nuevos ingresos», dijo a LPO el director Comercial, Planeamiento y Gestión de Rutas de la empresa, Fabián Lombardo.
«El negocio de carga es sin dudas uno de los puntales de nuestra recuperación y crecimiento para ser un jugador fuerte en la región y un gran empuje para las economías regionales del país», detalló Lombardo.
Fuentes de la compañía detallaron a LPO cómo fue el complejo proceso de adaptación de los dos Airbus 330-200 que entre domingo y lunes trajeron 1.250.000 dosis, algo más de la mitad de las que llegaron desde Rusia desde diciembre (el proceso es diferente al de la vacuna de China, que por su forma de refrigeración para el traslado permite de por sí traer una mayor cantidad de dosis).
En principio, el área de mantenimiento de Aerolíneas se encargó de la ingeniería, el desarrollo de los planos y la gestión de las aprobaciones por parte de Airbus. Este último punto es algo que ya viene sucediendo en el sector desde el comienzo de la pandemia porque varias aerolíneas gestionaron con los fabricante este tipo de adaptaciones.
«No es que se pone un equipaje como a un auto, es mucho más restrictivo. Evalúan exhaustivamente todo. La fuerza de los rieles donde van enganchadas las redes, la sujeción, la fuerza ante un viraje brusco, cada detalle», explicaron desde la compañía.
Una vez que se completa la documentación sobre la ingeniería, los planos y la aprobación del fabricante, se presentan ante la ANAC que puede hacer observaciones. Cuando se completa la aprobación de esos documentos, se inicia un segundo proceso con ANAC para revisar todos los procedimientos sobre cómo será la operación del avión con las nuevas características.
La idea de ‘convertir’ los aviones arrancó con los viajes del año pasado a China a buscar suministros sanitarios. Se trata, en rigor, de una tendencia de la industria aeronáutica de todo el mundo ante la necesidad de trasladar suministros y también ante el desplome del transporte de pasajeros.
Esto incluye otro exhaustivo procedimiento sobre cada uno de los nuevos elementos del avión y un análisis de seguridad operacional. Cada una de las áreas involucradas (rampas, carga, tripulaciones, despacho de vuelos) tiene que validar todo lo vinculado a la nueva modalidad de operación. «Cambia todo, no es solo desatornillar los asientos. Toda la operación tiene manuales y procedimientos nuevos para operar un avión con nuevas características», dijeron desde la empresa.
«Una vez que se aprueba lo que sigue es hacer realidad todos esos manuales», agregaron. En este caso, lo que se hizo fue retirar los asientos de los dos módulos de clase económica de los aviones (quedaron los de clase ejecutiva), salvo algunos donde durante el viaje se ubica un veedor que controla que no haya ningún desajuste en la carga.
Ya sin los asientos, lo que se hizo fue señalizar en el piso las áreas adonde se pueden ubicar las cajas con las vacunas. Cada una de esas áreas tiene una denominación para identificar el peso, la cantidad de cajas y la altura permitida de carga (hay una limitación por una cuestión de visualización), lo que es fundamental para hacer el balance del avión para poder despegar.
En el vuelo que llegó este lunes a Ezeiza trajo 732.500 dosis, pero fuentes de Aerolíneas explicaron que el número se podría haber incrementado un poco ya que quedaron algunas zonas del avión con disponibilidad. Esto aun cuando la vacuna rusa tiene alguna complejidad mayor que por ejemplo la china que se trajo en contenedores envirotainers que permitieron trasladar 904 mil dosis en el único viaje realizado hasta ahora.