F-16 para Argentina y la posibilidad de un ofrecimiento superador

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La larga marcha del futuro caza supersónico para la Fuerza Aérea Argentina parece que no encontrará un destino palpable en el corto plazo. Los prolongados tiempos de evaluaciones, el surgimiento de nuevos ofrecimientos y la falta de decisión local han sido algunos de los tantos factores que han incidido directamente a la hora de lleva a efecto uno de los principales programas de la FAA.

Pese a que se trata de una capacidad que la Fuerza Aérea necesita recuperar con urgencia, no podemos prescindir que ciertos tiempos son entendible atento que tampoco se trata de una decisión a la ligera: el proveedor y modelo del futuro caza a ser elegido no solo deberá conformar la columna vertebral de una aviación de caza sostenible para la FAA sino que también marcará el pulso respecto a como son las relaciones de la Republica Argentina con naciones centrales como China y los EE. UU.

En el marco de sus estrategias por afianzar sus relaciones bilaterales en diversas regiones, iniciativas entre las cuales se encuentra la «Nueva Ruta de la Seda», China ha establecido y busca ganar nuevos espacios de cooperación a distintos niveles. La industria de la defensa es uno de ellos, aspecto que vio reflejado localmente en aquellos ofrecimientos que apuntan a satisfacer algunos de los requerimientos actuales de las Fuerzas Armadas Argentinas, tales como cazas o vehículos de combate blindados a rueda (VCBR).

El ejemplo más evidente a nivel local es el interés por el JF-17 Block III, cazabombardero producido por un joint-venture entre China y Pakistán, pero que también es ofrecido CATIC (China National Aero-Technology Import & Export Corporation). Tal como informamos desde este espacio, una comisión de la Fuerza Aérea estuvo en China durante dos meses a los fines de evaluar y tomar conocimiento sobre diversos aspectos relacionados con el caza, entre ellos el uso de simuladores, prácticas dentro de la cabina y pruebas de vuelo.

El mismo JEMGFAA, Brigadier General Xacier Isaac, confirmó durante una entrevista brindada a Zona Militar que el JF-17 «…es un gran avión, teniendo en cuenta el escenario mundial desde antes de los últimos acontecimientos…» en relación al conflicto en Ucrania. El titular de la FAA no solo destacó que «…en líneas generales (la visita) cumplió con las expectativas. Vimos exactamente todo lo que nos habían dicho que íbamos a ver. La oferta china sigue en pie, es uno de los oferentes para este proyecto de probable adquisición…» sino que también aprovechó la ocasión para marcar diferencia con los anteriores bloques evaluados por la FAA y factores positivos al mencionar que «…es otro nivel de desarrollo tecnológico en la producción, sostenimiento y cadena logística. Y la propuesta de armamento siempre fue amplia. El avión cumple con las expectativas. La oferta de financiación china es muy buena…».

En lo mediático, la danza por el JF-17 tuvo su punto más alto cuando el Ministerio de Defensa se vio obligado a aclarar oficialmente que el modelo aún no había sido seleccionado pese a que el mismo fuera incluido en el proyecto de presupuesto. No obstante este dato de color así como las evaluaciones, propuestas y oferta financiera, el caza chino sigue aguardando luz verde. Las razones son varias y EE. UU. no es ajeno.

EE. UU. y su puja con China

«…La región del Comando Sur tiene una importancia estratégica para los intereses vitales de Estados Unidos y, de ser confirmada (en el cargo), sincronizaré nuestro enfoque de la cooperación en materia de seguridad, trabajando en todos los mandos de combate para reducir las brechas y grietas que nuestros competidores están explotando…». Así se expresaba la por entonces Lt. Gen. Laura J. Richardson cuando era una de las candidatas para ostentar el cargo de comandante del U.S. Southern Command (Comando Sur), en clara referencia a los espacios que China y Rusia se estaban haciendo en la región.

Sin embargo, la parte más destacada de su alocución frente al Comité de Servicios Armados del Senado fue cuando la actual Comandante del Southern Command expresaba que, de avanzar en su nominación y ascenso a Jefe del Comando Sur, se comprometía en entablar un nuevo enfoque en sus relaciones con Argentina a fin de ayudar al país a adquirir un nuevo caza de procedencia occidental, estrategia que es compartida por ciertos círculos a los fines de mejorar lazos con Argentina y evitar una mayor injerencia de China.

Esta intención se materializaría parcialmente con un ofrecimiento por F-16AM/BM provenientes de los stocks daneses, propuesta que para julio de este año era considera por el JEMGFAA como «…bastante básica…» y que era por una cierta cantidad de unidades a re-chequear por la FAA porque no todas las aeronaves presentaban las mismas condiciones. «…Diríamos, facilitada la operatoria por el gobierno de EE. UU., pero no se habló vía FMS. Sería gobierno-gobierno Argentina con Dinamarca…Una vez que vayamos (a Dinamarca), vamos a tener muchísima más información, a diferencia de las otras ofertas que ya las teníamos previamente y fuimos a corroborar todo lo que sabíamos. En este caso no hay mucha información. Es una visita no quiero demorar mucho, concretarla lo más pronto posible…» comentaba el Brigadier Isaac a Zona Militar, en relación a los pasos por seguir con este ofrecimiento.

El ofrecimiento inicial no fue tomado con tanto entusiasmo, ya que los F-16AM/BM en cuestión han tenido un importante trajín, situación que se sumó a la novedad de la reprogramación danesa del pase a retiro de su flota de F-16. La decisión del Ministerio de Defensa de Dinamarca se fundamentó en el contexto internacional, más precisamente la invasión de Ucrania por parte de la Federación rusa, conflicto que generó nuevas consideraciones respecto a los riesgos para la seguridad del país nórdico. También se tuvo en consideración el paquete de armamento que pondría a disposición los EE. UU., elemento vital «…para que (el F-16) se convierta en un sistema de armas que pueda disuadir. La idea es hablarlo con el gobierno de los EE. UU. Pero la FAA tiene un requerimiento mínimo, fundamental y determinante del armamento que necesitamos…» expresó el JEMGFAA. La propuesta China gana relevancia ya que es sabido que los EE. UU. deben jugar con la posibilidad latente del veto británico, dejando abierta la puerta para que la propuesta resulte insatisfactoria para los requerimientos locales.

Ante esta situación, y en el marco de las renovadas relaciones con los EE. UU. en materia económica, energética y comercial, existe la posibilidad de que se abra la puerta para un ofrecimiento superador en materia de cazas. Los recientes diálogos entre funcionarios argentinos y estadounidenses sin duda traerán aparejadas otras iniciativas en ámbitos como defensa y cooperación militar. No debemos olvidar que la Argentina mantiene interés por diversos sistemas provenientes de la industria y stocks norteamericanos, tales como aeronaves de exploración P-3C Orión, VCBR 8×8 Stryker, paquete logístico para los Beechcraft T-6C+ Texan II, vehículos así como equipamiento y armamento. También hay que considerar proyectos en estudio o que esperan aprobación, como es el caso de helicópteros.

Para los F-16, un ofrecimiento superador implicaría varios aspectos:

  • Cantidades por encima de las propuestas realizadas por otros países, pensando en cubrir los requerimientos reales de la FAA y como unidades de reemplazo. Pese a que una cifra que ronde las 36 unidades pueda resultar convincente, no hace falta aclarar que con el presupuesto actual, la Fuerza Aérea tendría serios inconvenientes a la hora de absorber, operar y sostener un escuadrón, sin importar el modelo de caza.
  • Variantes más actuales tales como C/D pertenecientes a los Blocks 40/42 – 50/52 o versiones un poco más veteranas pero los trabajos que brindan el Programa de Extensión de Vida Útil. Esta iniciativa permite que las horas de vuelo de las células de los F-16 puedan extenderse de las 8.000 a 12.000 o más.
  • Paquete logístico, formación de personal de vuelo y técnicos y capacitaciones concebidas en el marco de programas de colaboración entre Argentina y Estados Unidos
  • Paquete de armamento que se amolde a los requerimientos de la Fuerza Aérea Argentina, dentro de las limitaciones lógicas (cantidades y costos)
  • Medios de apoyo tales como aeronaves para reabastecimiento en vuelo. Si se considera un ofrecimiento que brinde plena capacidad al sistema de armas, será necesario incluir esta opción. Un solución como el KC-135R no solo servirá para extender el alcance de vuelo de los F-16 sino que su habilidad para transporte de carga permitiría recuperar una capacidad que la FAA perdió hace años y que aún se encuentra en el debe.
  • Facilidades de financiamiento por medio de las iniciativas vigentes

Tal como mencionamos, un ofrecimiento de esta magnitud se podría materializar en un contexto de renovadas relaciones entre la Argentina y los Estados Unidos, sobre todo cuando este último mantiene serios interese en la región en le marco de su puja de espacios con China. También vale aclarar que un propuesta superadora tiene que ser pensada a mediano plazo, con todo lo que ello implica a nivel local.

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