«Gestapo» macrista: Las dudosas excusas del intendente Julio Garro

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El mandatario platense presentó un escrito ante el juez y se negó a responder preguntas.

Garro intentó desligarse del espionaje ilegal y el armado de causas contra sindicalistas. Mientras los testimonios y pruebas recolectados lo señalan como uno de los organizadores de la reunión que se hizo en el Banco Provincia, el jefe comunal buscó presentarse como un mero invitado al encuentro. Garro también aseguró que no hizo presentaciones judiciales contra sindicalistas, pero en el expediente consta que sí declaró como testigo ante el juez que ordenó detener al dirigente de la Uocra Pata Medina.

El intendente de La Plata, Julio Garro, presentó un escrito ante la Justicia en la investigación sobre la «Gestapo» antinsindical en el que intenta desligarse de las causas armadas contra gremialistas de la Uocra, pero no dice ni una palabra sobre sus dos visitas a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en el período que está bajo análisis. Una de ellas fue el 12 de junio de 2017, justo dos días antes de la reunión en el Banco Provincia donde estuvo con exfuncionarios del gabinete de María Eugenia Vidal y con tres directivos de la exSIDE, con quienes hablaron sobre el diseño de una ofensiva judicial contra gremialistas, en especial Juan Pablo «Pata» Medina, proporcionándoles ideas a empresarios y profesionales ligados a la construcción. Garro sostiene que no conocía a todos los presentes y que pensó que los espías eran «asesores».  No contestó preguntas.

Los tres ex-agentes están citados a indagatoria en los próximos días y fueron relevados de mantener secreto y guardar confidencialidad por la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, según una notificación que recibió el juzgado de Ernesto Kreplak. Darío Biorci, exjefe de gabinete de la AFI, debe declarar este viernes; Juan Sebastián De Stéfano, exdirector de Asuntos Jurídicos, está citado el 29 de marzo; y a Diego Dalmau Pereyra, ex jefe operacional de Contrainteligencia, le toca el 31.

A Garro, según la imputación que le hicieron conocer el juez y la fiscala Ana Russo, le atribuyen en particular –además de una participación en el armado de una estrategia judicial contra Medina y el uso de acciones ilícitas como las tareas de espionaje– «la intervención que habría tenido a la hora de organizar la reunión» en el Bapro. Esto se desprende de la declaración de un empleado de la entidad, Guillermo Squilarri, que entregó su celular para que se analizaran los chats referidos a la reserva del salón del 7º piso para la reunión. El lugar era gestionado para la gobernación y la indicación era que se hiciera la reserva a nombre del intendente. Sin embargo, el descargo que presentó Garro dice que fue «invitado a participar de la reunión del día 15 de junio de 2017» porque allí el «sector de la construcción platense expondría la problemática que los afectaba». Cuenta, como han hecho otros imputados, acerca de la conflictividad histórica con la Uocra y señala que él recibía reclamos de empresarios y otros privados que se quejaban por mermas en las obras, caída del trabajo y hechos de violencia.

Como se advierte en la filmación de aquel encuentro que apareció en la AFI y que fue presentada a la Justicia por Caamaño, los que llevaban la batuta en la cumbre eran los espías, mientras que algunos funcionarios también tenían un papel protagónico, como el exministro de Trabajo, Marcelo Villegas, quien dijo que deseaba tener una «Gestapo» para «terminar con los gremios». Tanto él como el exsubsecretario de Justicia Adrián Grassi y los agentes les daban ideas a los empresarios para generar causas judiciales y, eventualmente, provocar a Medina para denunciarlo por coacción o extorsión.

«Al ingresar a la reunión advertí que se encontraban los representantes de los colegios profesionales, empresarios, representantes de las cámaras del sector y funcionarios provinciales, aunque no conocía a todos los asistentes y varios de ellos no me fueron presentados», dice el descargo de Garro. Agrega que asumió que las personas que no conocía, los agentes de la AFI, eran «asesores». Con los exfuncionarios que estaban allí el intendente tenía trato, como muestran también los llamados frecuentes: Villegas, Grassi, el exministro de Infraestructura Roberto Gigante y el senador Juan Pablo Allan. «Se trató de una reunión en la que no tuve participación activa, como tampoco la tuve con posterioridad a la misma, ya que el conflicto escapaba a las posibilidades de acción del intendente», describe. «Lo manifestado» por los empresarios, señala, «no era atinente a la función del intendente sino más propio del ámbito del Poder Judicial».

Garro, intendente desde 2015, asegura que no hizo «aportes probatorios» en ninguna causa penal sobre la Uocra, ni prestó «declaración testimonial». Sin embargo, entre las evidencias que se enumeran en su contra figura, precisamente, haber declarado como testigo ante el juez Luis Armella, uno de los que ordenó encarcelar a Medina el 26 de septiembre de 2017. Se desliga, como es esperable, de las actividades de inteligencia y dice que no sabía que lo estaban filmando. No explica nada sobre sus visitas a la AFI: una fue dos días antes del encuentro en el Bapro y la otra el 14 de noviembre de 2017. En ambos casos figura que va a ver a la ex-número dos Silvia Majdalani. Garro dice que cuando termine la recolección de pruebas en la causa ampliará su declaración indagatoria.

Página12

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