7 de diciembre de 2022
“Si las líneas aéreas no vuelan, los aeropuertos no funcionan”, sentencia Willie Walsh, director de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA). Su certero mensaje apunta a los problemas que muchos aeropuertos enfrentan durante este año, especialmente en el hemisferio Norte, por la falta de planificación adecuada. Sin embargo, es también un comentario hacia el resto del mundo de la cual América Latina no escapa.
El paso por un aeropuerto puede ser una experiencia muy agradable o traumática. Todo depende de qué tan buena sea la atención en base a la expectativa creada o a lo que el viajero está dispuesto a pagar por un determinado servicio. Si bien las líneas aéreas son la primera cara de asegurar esa experiencia con un check-in y entrega de equipaje rápido y eficiente, hay muchos pasos que no dependen de estas como el filtro de seguridad o el manejo de la capacidad. Pese a los esfuerzos por hacer viajes más simples, el paso por los aeropuertos tiende a ser negativo. Precisamente, estos registran una disminución en la satisfacción y experiencia a medida que regresan los viajeros.
La situación en más adversa ocurre en Europa y Norteamérica. Producto de una mala planificación, las terminales aéreas no tienen suficiente personal en puntos clave para atender la alta demanda que los operadores planifican con anticipación. El resultado, vuelos son demorados o cancelados, los viajeros pierden sus viajes o incluso sus equipajes porque la capacidad del personal aeroportuario no da abasto. En América Latina, la infraestructura y eficiencia aeroportuaria son temas pendientes y desafíos que la industria debe atender. Hay situaciones complejas como el crecimiento asimétrico con el retraso de las obras en el aeropuerto de Lima o el problema del uso de las pistas en Bogotá.
En el Perú, por ejemplo, la demora en la entrega de los terrenos por parte del Gobierno hace que la concesionaria comience tarde las obras de ampliación. El accidente de un vuelo de LATAM que impacta a un camión de bomberos que ingresa a pista activa obliga a cerrar el aeropuerto. Por la falta de infraestructura más de 500 vuelos se tienen que cancelar o desviarse, afectando a más de 90.000 viajeros. La falta de infraestructura retrasa el potencial de desarrollo del Perú, no sólo de la aviación sino que de toda la población. Cabe recordar que la limitación en el desarrollo del transporte aéreo afecta la generación de empleo y con ello el desarrollo socio-económico de las personas. Actualmente, Lima es el único hub que tiene una infraestructura aeroportuaria atrasada.
Pero el crecimiento asimétrico con la demora en nueva infraestructura no es el único problema. Quizás el más grave es cómo se usa de manera eficiente la capacidad disponible. Por ejemplo, hay aeropuertos que con su ampliación pretende per se dar un mejor servicio, pero siguen sufriendo inconvenientes. Bogotá en su lado aire, Buenos Aires (EZE/AEP) y Santiago, son algunos ejemplos. “Hay aeropuertos que tratan solucionar estos problemas simplemente agregando más capacidad en lugar de usar mejor la que está disponible”, señala Walsh.
Desde su perspectiva, eso sólo contribuye a una mala imagen para el pasajero, porque el servicio se sigue prestando de manera deficiente. Un ejemplo de esta realidad es Santiago. Recientemente, el aeropuerto tiene una gran capacidad pero una calidad de servicios deficientes. Pese a disponer de una nueva y amplia infraestructura, el procesamiento de pasajeros es lento en la revisión de seguridad o el paso por migraciones lo que genera “cuellos de botella” e ineficiencias.
“No se debe añadir más capacidad hasta que se haya usado de manera eficiente la existente. Hemos insistido a los aeropuertos y a algunos Gobiernos la necesidad de identificar como vías alternativas (para atender los problemas)”, añade el director general de IATA. “En la región (América Latina) hay oportunidad de maximizar lo que se tiene en lugar de mirar la opción de añadir más capacidad”. La solución de estos problemas no involucra una fórmula mágica. Simplemente, se trata de planificar, coordinar y cooperar entre los distintos actores que intervienen en el sistema aeronáutico. Esto, involucra a las líneas aéreas, pasando por los aeropuertos, los proveedores de navegación aérea (ANSP) y especialmente, los Gobiernos por ser mandantes de los servicios públicos y por establecer el marco regulatorio.
Fuente: Aero-Naves.com – https://aero-naves.com/2022/12/07/iata-llama-a-hacer-un-uso-eficiente-de-los-aeropuertos/
