LA ASOCIACIÓN DEL PERSONAL TÉCNICO AERONÁUTICO, ANTE LA NUEVA CONDUCCIÓN DE AEROLÍNEAS ARGENTINAS Y AUSTRAL.
Altas fuentes empresariales informaron a los medios de comunicación, que para incorporar al menos dos aviones de largo alcance en Aerolíneas y reemplazar la flota Embraer de Austral, es indispensable que se cedan 15 puntos convencionales, de los distintos Convenios Colectivos de Trabajo. Aunque se difundió, que hay decenas de ítems para rever. El Ingeniero Industrial MALVIDO -tercer presidente del Grupo AR desde el 2016-, dijo en la reunión mantenida con los gremios aeronáuticos que, había que ceder “privilegios”. Entendiendo por “privilegios”, derechos laborales adquiridos. Caso contrario, se levantarán más rutas internacionales (Aerolíneas Argentinas dejó de volar a Brasilia, Belo Horizonte, Caracas, La Habana y Barcelona, a pesar que tenía más del 80 % de ocupación). A los sindicatos se les conminó a dar su decisión en 45 días. En otras declaraciones públicas el Ingeniero MALVIDO afirmó, “en esta compañía se derrocha” y, queda claro que para él los que derrochan son los trabajadores.
ANTECEDENTES
Estas exigencias y falaces argumentaciones son las mismas que demandaron los Planes de Ajuste de la aérea española IBERIA en 1990, como condición para hacer rentables a ambas empresas. A pesar que la conducción gremial de APTA de aquella época entregó todas las cláusulas convencionales pedidas, fueron llevadas a una situación de quiebra inminente en el 2001. Debiendo ser salvadas mediante siete meses de arduas luchas gremiales y sociales, que se dieron ese año en las calles de todo el país. El siguiente dueño, el grupo privado español MARSANS, exigió otro Plan de Ajuste con más entrega de cláusulas convencionales, pero no lo pudieron realizar, dado la firme negativa de la nueva conducción de APTA de la cual era su titular.
Tanto en el pasado como en el presente los trabajadores no han conducido la empresa. Tampoco han decidido la política aerocomercial de éste y otros gobiernos, que han sido los auténticos responsables de todos los problemas de nuestras dos líneas aéreas públicas. De los cuales los trabajadores, usuarios y todos los argentinos dueños de Aerolíneas Argentinas y Austral son sus víctimas, no los victimarios. Los trabajadores hemos padecido sus consecuencias y no somos los causales de sus desgracias y problemas. Al contrario, ambas Líneas Aéreas de Bandera siguen existiendo por la tenacidad con las que fueron defendidas y sostenidas por sus trabajadores, con el apoyo de los usuarios.
DIAGNÓSTICO
¿Si los gremios entregan en 45 días, los 15 puntos convencionales exigidos para incorporar dos aviones a la flota internacional de Aerolíneas, que sucederá cuando se necesiten sumar más aviones de ese tipo? Con la “lógica MALVIDO”, se pedirán entregar más derechos laborales.¿Es suficiente ceder los 15 puntos para reemplazar toda la flota de 26 aeronaves Embraer, o a medida que se reemplacen se reclamarán más cláusulas de los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT)? Con la “lógica MALVIDO” la respuesta es afirmativa; incluso llegar a disponer de otros graves ajustes empresariales. Será la misma lógica del “Ajuste sin Fin”, que aplica el gobierno nacional con su política económica. Llevando a las empresas a su achicamiento, cierre o ser mal vendidas como en los 90.
Los trabajadores nos hemos opuesto a la política aerocomercial que el gobierno nacional ha impuesto, a través del Ministerio de Transporte, sin diálogo ni consenso entre empresarios y sindicatos del sector, o debate en el Congreso Nacional. Es esta política aerocomercial, la que formateó deliberadamente el actual mercado argentino, quitándoles cuotas de mercado e ingresos a Aerolíneas Argentinas y Austral. La que provocó una sobreoferta de asientos, mediante la “lluvia de importaciones de compañías aéreas”, entregando nuestro mercado de cabotaje a empresas de otros países sin acuerdos de reciprocidad; autorizando a operar a numerosas nuevas compañías la mayoría extranjeras, entre ellas poderosas Low Cost y una con favoritismo gubernamental, como lo es FlyBondi. Como remate final, se eliminaron las tarifas mínimas. Es esta política aerocomercial, la que les quitó a ambas empresas una significativa porción de sus mercados de cabotaje, regional e internacional, impidiendo que disminuyeran sus pérdidas con mayores ingresos, a la vez que les reducía drásticamente los subsidios.
A Aerolíneas Argentinas y Austral no se les dio el tiempo necesario para sanearse financieramente y reactivarse económicamente, antes de lanzarlas a una competencia feroz con decenas de nuevas empresas, en muchos casos con mayor capacidad operativa y financiera. Fue a lo que se opuso Isela Costantini, abogando como era su deber por las compañías que presidía y no actuando como funcionaria gubernamental, por lo cual fue despedida por el ministro Dietrich y el presidente Macri.
Se saboteó la recuperación y crecimiento de ambas empresas, con las políticas y decisiones promovidas desde el gobierno nacional.
PRIORIDADES
El Ingeniero MALVIDO, antes de exigir sacrificios a los trabajadores mediante la renuncia a sus derechos adquiridos, lo cual dañará sus condiciones laborales y la seguridad aérea, debe dar cumplimiento a las siguientes prioridades:
-La Prioridad Número Uno es exigir al Ministerio de Transporte, Reelaborar la Política Aerocomercial:
Esa es la génesis de los problemas de Aerolíneas Argentinas y Austral, a partir de este gobierno. Debe ser analizada, reestructurada y redefinida, en el corto y largo plazo, convocando a empresarios aerocomerciales y aeronáuticos argentinos, asociaciones de profesionales y sindicatos de la actividad. Determinando dentro de esa política, el rol de nuestras Líneas Aéreas de Bandera, que constituyen el Sistema Público de Transporte Aerocomercial Nacional. Lo cual nunca se hizo, desmintiendo la vocación de diálogo y consenso proclamada por este gobierno.
-La Prioridad Número Dos es, Un Plan de Negocios para Aerolíneas Argentinas y Austral:
Ambas empresas necesitan tener un plan de inversiones en cuanto a la incorporación y renovación de sus flotas, en especial la regional e internacional que generan ingresos en divisas fuertes, vitales ante el aumento del combustible aeronáutico y la devaluación de nuestra moneda. Como, en cuanto a las inversiones necesarias en equipamiento y recursos profesionales en sus Áreas Técnicas. También una politica de Cargas para aumentar los ingresos de ARSA y mejorar las economías regionales. Deben contar con un proyecto factible para recuperar el mercado de cabotaje, regional e internacional que han perdido. Hay que reconsiderar la continuidad de sus subsidios, por ser empresas públicas (sus dueños son todos los argentinos) y estar obligadas a atender destinos nacionales de escasas ganancias o deficitarios, no cubiertos por empresas privadas. Destinos imprescindibles para satisfacer las necesidades sociales, económicas y asistenciales de todos los habitantes de nuestro territorio, que por su extensión es aero-dependiente. También, se debe requerir a las provincias y municipios que están dando subsidios a líneas aéreas privadas (dineros públicos que cuando ellas se desfinancian los aporta el Estado nacional), que las hagan partícipes de los mismos sin discriminarlas: tanto por todo lo que vayan a invertir en más vuelos y personal, como, por todo lo que ya han invertido. Solo con mejorar la puntualidad, reducir cancelaciones y llenar aviones con más pasajeros porque se rebajan o “regalan” los pasajes, no se resuelven los problemas de reducción de porcentajes de ocupación, pérdidas de mercados y déficit operativo. Sin tener un Plan de Negocios previo e integral, ninguna empresa es viable. Porque no sabe hacia dónde debe ir, ni los recursos que necesita para cumplir con sus objetivos.
-La Prioridad Número Tres es, Predicar Sacrificios con el Ejemplo:
El Ingeniero MALVIDO, antes de combatir “el derroche empresarial” con los trabajadores, debe exigirle sacrificios en forma proporcional y comprobable al numeroso personal fuera de convenio dentro de las empresas. Los cuales cobran ingentes salarios y beneficios, muy superiores a los que recibe mediante paritarias el resto del personal. Los sacrificios deben ser equitativos, los que más reciben son los que más pueden y deben dar. Los funcionarios de una compañía tienen el deber institucional de predicar primero con el ejemplo, no solo con palabras, para tener luego la autoridad moral de exigir lo mismo a los demás. Acorde, a las urgencias corporativas planteadas por el Ingeniero MALVIDO.
FALSA DISYUNTIVA
Proponer como opción entregar cláusulas convencionales o achicamiento empresarial es, además de malicioso, falaz. Parte de una premisa falsa: la culpa de un ajuste será de los trabajadores. Excluyendo como causales a la política macroeconómica nacional, la política aerocomercial y la conducción empresaria. A quienes administran el país y las dos compañías. Los cuales tienen la responsabilidad primaria y máxima en todo lo que sucede en Aerolíneas Argentinas y Austral. También es un razonamiento falso: porque, aunque se entregue todo el CCT, las empresas seguirán achicándose. Mientras se mantenga esta política económica y aerocomercial nacional, y los actuales criterios y decisiones de gestión empresarial. Como lo hemos comprobado en el pasado. La propuesta del Ingeniero MALVIDO es un argumento que aparenta ser válido, pero no lo es. Es una falacia intencional, destinada a manipular la percepción y conclusiones de trabajadores, gremios, usuarios y quien la oiga. Reforzada por una comunicación o relato corporativo ficcional, que la disfraza de intenciones loables y pseudojustificaciones aerocomerciales y aeronáuticas.
FINALIDAD
Exigir abrupta y perentoriamente que en el lapso de 45 días se entreguen 15 puntos convencionales -los cuales cambian radicalmente los CCT-bajo la extorsión de no renovar flotas, levantar más escalas internacionales y achicar las compañías, es una clara acción de hostilidad hacia trabajadores y organizaciones sindicales. Una provocación para romper la armonía laboral, agravada, porque los plazos se superponen con el inicio de las discusiones paritarias. Una incitación de la nueva conducción corporativa, a que se produzcan medidas de fuerza que afecten servicios y pasajeros. Para después (usando conocidas operaciones mediáticas), demonizar a quienes las declaren y, “legitimarse” tanto gobierno como empresa, para reprimir administrativa y judicialmente la lucha de empleados y sindicatos. El objetivo final: imponer sin resistencia un fuerte Plan de Ajuste laboral y empresario en Aerolíneas Argentinas y Austral.
CREDIBILIDAD
El Ingeniero MALVIDO, se desempeñó en Techint y, la mayor parte de su carrera profesional, como directivo en la empresa española Telefónica. En una charla subida a su canal de You Tube en octubre de 2017, narró sus experiencias como CEO en la empresa de telefonía. Reveló que en el 2001 en Telefónica Argentina, en una semana redujo “30% de la gente y 30% del costo”. Como no daba con la señora de la limpieza solamente-comentó-, hubo que “sacar 30% de los gerentes, 30% de los directores y 30% de todo el mundo”; a pesar que “ya habíamos sacado bastante gente durante el año”. Reconoció que “fue terrible, pero fue un aprendizaje que lo hizo más duro, y entendió que debía irse a trabajar a otro país”. Finalmente afirmó, equiparando la supervivencia biológica a la grupal humana (lo cual no pocas masacres produjo en la historia), “en la naturaleza cuando el león joven le gana al león macho, lo primero que hace es matar a toda la cría. Y en las empresas eso pasa, y si no pasa, explota”; es decir, está justificada la eliminación de los más débiles. Cuando el presidente Macri y el ministro Dietrich nombraron al nuevo titular de Aerolíneas Argentinas y Austral, sin duda conocían los antecedentes laborales y el pensamiento como CEO del Ingeniero MALVIDO. Lo que se había especializado en hacer, y lo que se jactaba públicamente de saber hacer: achicar empresas y despedir miles de personas. Denominado técnicamente en su presentación oficial: experiencia en liderar “gestión de crisis”. Lo cual se ratifica con la intimación dada a trabajadores y gremios, para ceder cláusulas convencionales. Con semejantes antecedentes y defensa de ideas, ¿cómo podrá el Ingeniero MALVIDO granjearse la credibilidad y confianza de los miles de empleados de Aerolíneas Argentinas y Austral? ¿Cómo podrá legitimarse como líder de ese gran grupo humano? ¿Cómo podrá lograr que crean, que sus propuestas y promesas son para el beneficio y el crecimiento de todos, y no para su ruina? Lamentablemente para el Ingeniero MALVIDO, su pasado es una muy pesada herencia.
La Asociación del Personal Técnico Aeronáutico, cree que un debate sobre la situación y necesidades de Aerolíneas Argentinas y Austral, solo podrá ser positivo y útil para ambas empresas, si se sustentan en las tres prioridades expuestas en este Comunicado.
Llevado a cabo por las autoridades empresariales, mediante un diálogo de buena fe, sincero y respetuoso de los derechos e intereses de todos los trabajadores.
Sin Intimaciones. Ni amenazas.
Ciudadela, 21 de agosto de 2018
Ricardo CIRIELLI
Secretario General