La CGT rechazó los anuncios con un duro documento y advirtió que actuará si se congelan los salarios
14/12/2023 La Nación – Nota – Política – Pag. 15
Nicolás Balinotti
Los gremios pronosticaron un escenario de hiperinflación y reclamaron una reunión con el Gobierno; las dos CTA presionan por unificar las protestas.
La CGT se reunió ayer de urgencia para analizar el impacto de los anuncios que hizo el ministro de Economía, Luis Caputo. Por ahora, manda la prudencia en las distintas tribus, incluso en las más identificadas con el kirchnerismo. Aunque reforzaron su disconformidad con un duro documento cuyo título fue «No es la casta. Al ajuste lo paga el pueblo».
A los caciques sindicales no los sorprendió el drástico recorte anunciado por la gestión de Javier Milei, como tampoco la quita de los subsidios o la posibilidad de modificar las leyes vinculadas a las jubilaciones o el impuesto a las ganancias. Sí, en cambio, les llamó la atención la falta de precisiones de la hoja de ruta que expuso el funcionario. «No estamos ante un plan económico, estamos ante medidas desordenadas de ajuste», señalaron los gremios.
«La gente acompañó con su voto a este gobierno y sabía de qué se trataba. Nosotros vamos a ser prudentes y a esperar la reacción de la sociedad. No conocemos los detalles y hubo falta de profesionalismo en la puesta en escena. Estamos viendo que el ajuste no se va a hacer sobre la casta sino sobre los trabajadores y losjubilados», dijo a la nación Gerardo Martínez, jefe de la Uocra. Martínez fue el anfitrión del encuentro, del que participaron más de 25 dirigentes.
La CGT se mantiene por ahora en la mesura, aunque acordó un duro documento con advertencias sobre una posible hiperinflación. Por ahora, no habría fisuras internas en cuanto a esta estrategia y los gremios intentaron mostrarse como garantes de la gobernabilidad. Pidieron un encuentro mano a mano con el Gobierno. «El plan de ajuste fiscal y cambiario anunciado por el Gobierno generará una fuerte aceleración del proceso inflacionario, que dinamitará el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores formales e informales, trabajadores de la economía social y solidaria, de cuentapropistas y autónomos, así como también de jubilados y pensionados. Esto significa que, el anunciado ajuste, no ajusta a la «denominada» casta como se prometió en la campaña. El ajuste de Milei, una vez más, recae sobre el pueblo», dice un párrafo del mensaje cegetista.
Y añade: «De acuerdo a lo pronosticado por las propias autoridades económicas del actual Gobierno, las medidas anunciadas ubicarán el índice inflacionario mensual entre un 20 y un 30% al menos por el próximo cuatrimestre situación que, de no ser acompañada por una política de ingresos ejercida a través del libre ejercicio de las negociaciones paritarias y de políticas activas compensatorias, pondrá a millones de argentinos y argentinas en una situación socioeconómica desesperante, sin garantías de poder acceder a sus necesidades básicas».
Puntualmente sobre las medidas económicas, la CGT advierte: «Más que un ajuste ortodoxo, son un disciplinador social. Ahogan a las provincias vía recortes impositivos y pretenden una transferencia de recursos de los trabajadores yju- bilados a la Nación por la ausencia de una política de ingresos. Además, implican una fuerte paralización de la actividad económica con su consecuente puesta en riesgo de cientos de miles de puestos de trabajo. Sigue siendo nuestra vocación contribuir a la gobernabilidad. Para ello consideramos imprescindible una convocatoria al diálogo de parte de las autoridades gubernamentales». Al término de la reunión, Héctor Daer, uno de losjefes de la CGT, señaló: «Se habla de ajuste y no se habla de ingresos de los sectores más vulnerables, de losjubilados ni de los trabajadores. Esto es una gran preocupación. No hablamos de medidas, pero si los salarios y las jubilaciones son pisados, vamos a actuar». Daer ofició de vocero del encuentro, al margen del documento acordado.
El sector más dialoguista de la CGT, que integran «los Gordos» y los autodenominados «independientes», ya abrió un canal de negociación con los libertarios. A través de sus ministros Guillermo Francos y Guillermo Ferraro, principalmente, Milei les habría hecho llegar un mensaje conciliador: la reforma laboral será más light de lo planificado; los contratos de obra pública vigentes se mantendrían al igual que el plan Procrear, y no se tocarían las obras sociales ni la ley de asociaciones sindicales, la viga maestra en la que los gremios peronistas sostienen su poder casi exclusivo de representación en negociaciones y conflictos salariales. Estos puntos son los que mantienen por ahora la mesura de la CGT.
Distinto es el semblante en las dos vertientes de la CTA. La Autónoma, que encabeza Hugo Godoy, ya explora alianzas para avanzar con un plan de lucha. La de los Trabajadores, que lidera el diputado kirch- nerista Hugo Yasky, advirtió sobre las consecuencias de las medidas. «Abrieron la puerta a una hiperin- flación que no estaba en el escenario real de la economía». En el ajedrez sindical, Yaskyjuega en tándem con el sector kirchnerista de la CGT, re- ferenciado en Sergio Palazzo, Mario Manrique y Pablo Moyano. Ayer, Palazzo se desmarcó de sus pares cege- tistas con un comunicado propio, al que tituló «Salvajes».
Daer, Martínez, Moyano, Acuña, Lingeri y Jerónimo, en la cumbre de la CGT