La CGT repudió los ataques y la «violencia discursiva» del Gobierno nacional

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El Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) repudió «la provocación y la violencia discursiva» de la administración de Javier Milei, particularmente por parte de su asesor Federico Sturzenegger, quien tras la confirmación del paro general cegetista sostuvo que «sólo la necesidad de eludir el debate puede motivar a la CGT, que negoció con dictaduras, a marchar a la Corte Suprema».

En un comunicado que se hizo público en las primeras horas de este 2024, la central obrera remarcó que el hoy asesor «sin cargo oficial» Federico Sturzenegger «es uno de los ideólogos del DNU presidencial», recordando también su rol durante la gestión de Mauricio Macri, cuando «asumió en el Banco Central procesado por delitos económicos en la causa Megacanje del año 2001, que beneficiara a un grupo selecto de bancos, dejando hipotecada a toda la sociedad argentina». Luego señalaron lo insólito de que sea el propio Sturzenegger «el que hoy se arroga la desfachatez de insultar a la CGT, a su compromiso histórico de lucha y a las organizaciones gremiales que la componen».

El cotitular cegetista Héctor Daer también salió al cruce de los dichos de Sturzenegger desde sus redes sociales, planteando: «Vos a la dictadura la conociste por los diarios, en ese momento jugabas a las figuritas. Cruzaste todo los límites, los militares vinieron a mi casa secuestraron a mi hermano que aún tiene las marcas de la tortura. Los pactos de los que hablás no son otra cosa que la invención de los reaccionarios como vos que sueñan con un país de esclavos sometido a la fuerza del Capital. Si tenés valor, rectificá tus palabras».

Según la CGT, con este tipo de declaraciones «agrede profundamente la memoria popular, siembra violencia discursiva y aleja las condiciones propicias para el diálogo y el encuentro que nuestra comunidad necesita». Por ello, exigieron que «se retracte a la brevedad y retire sus dichos, particularmente en la referencia a los tiempos aciagos de las dictaduras, cuando, en pos de programas económicos y sociales regresivos, sectarios y salvajes como los que se quieren volver a implementar, fueron precisamente trabajadoras, trabajadores y dirigentes sindicales las principales víctimas de aquellas violencias».

Y concluyeron: «Nuestras organizaciones no solo no le temen al debate de los temas que preocupan; por el contrario, y como lo venimos promoviendo incansablemente, lo propician. Pero sí, respetando los dispositivos institucionales que la ley prevé, sin desconocer la constitución que nos rige, con la natural participación del poder legislativo y, fundamentalmente, sin mecanismos autoritarios que pretendan gobernar de facto y sin escollos, para favorecer a una minoría de amigos o socios del poder, convalidando el despojo de los bienes soberanos del país y condenando al deterioro —mayor aún— de la calidad de vida de las argentinas y argentinos, y de sus derechos adquiridos».

Fuente: estadodealerta.com.ar

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