Larreta no quiere derechos laborales
24/05/2022 Página 12 – Nota – El País – Pag. 6
El macrista dijo que si es presidente flexibilizará las jubilaciones y la legislación del trabajo
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, no oculta su decisión de avanzar contra la legislación laboral y previsional en caso de ser electo presidente en 2023.
Lo afirmó sin sonrojarse en declaraciones periodísticas: «Así como estamos no se genera trabajo, no hay laburo estable y privado en la Argentina», dijo ignorando la caída notoria del desempleo.
«Hay que replantear el sistema laboral. Hay gente que trabaja desde su casa, a la noche, en horarios más flexibles», dijo Larreta.
El mandatario porteño agregó que «esto requiere cambiar la legislación». En ese marco, se mostró partidario de un sistema fiscal que «promueva el empleo» y dijo que no es aceptable que «tomar un trabajador cueste una fortuna», afirmó repitiendo el dogma liberal sobre el supuesto costo laboral.
Rodríguez Larreta también argumentó a favor de la reforma del sistema previsional. «Para que el equilibrio fiscal sea sostenible en el tiempo hay que replantear el sistema jubilatorio», afirmó sin reparar los costos que tuvo la reforma que acompañó durante la gestión de Macri en 2017.
Puesto a enumerar qué haría en caso de acceder a la Presidencia, al cabo de una entrevista en Radio Mitre, Rodríguez Larreta también consideró necesario introducir modificaciones en el funcionamiento de algunas empresas públicas. En concreto, citó los casos de YPF y Aerolíneas Argentinas.
Según el jefe de Gobierno porteño, la petrolera estatal debería funcionar «puede ser de capitales del Estado, obviamente, pero tiene que funcionar como una empresa privada». «Es la única manera que se consiguen inversiones e YPF requiere una inversión enorme», señaló ignorando que la empresa petrolera es una sociedad anónima donde el Estado retiene el 51 por ciento de sus acciones.
Al referirse a la línea aérea de bandera, Rodríguez Larreta reivindicó la política flexibilizadora de «cielos abiertos» en materia de vuelos que se implementó durante el gobierno de Mauricio Macri. Dijo que se debe incrementar la competencia en el mercado de cabotaje para que «vengan muchísimas empresas a volar a la Argentina». «Con Aerolíneas hay que hacer que se vuele más», insistió y manifestó que Argentina tiene «la mitad de vuelos que en 2019», pero se olvidó de que en 2020 llegó la pandemia.
«No hay que aumentar las retenciones», dijo también Rodríguez Larreta. Claramente en la vereda del lado del sector del agro que incrementó sus ganancias por la guerra entre Rusia y Ucrania, agregó que le «preocupa» que «el Gobierno tenga esa iniciativa» y reiteró que la oposición no acompañará en el Parlamento al Gobierno en caso de que se impulse una suba de las retenciones a las exportaciones de granos. En materia económica, afirmó que no puede ponerse de acuerdo con un Gobierno que «cree que la inflación se va bajar con el control de precios».
La entrevista donde Larreta desarrolló sus frases falaces fue tan condescendiente que cuando acusó al gobierno del FdT ser unitario no le preguntaron sobre el incremento de la coparticipación que recibió de Macri en detrimento de los fondos que le corresponden a las provincias.
Rodríguez Larreta se reividinca un dirigente político que promueve el diálogo. Sin embargo, al ser consultado sobre el gobierno nacional afirmó que «yo con todo el espacio oficialista- kirchnerista no me voy a poner de acuerdo nunca. Es gente que eligió cerrar las escuelas y que usó la excusa de la pandemia para abrir las cárceles», afirmó el alcalde porteño sin que le dijeran que era una falacia.
En tono con las falacias declaracas, Rodríguez Larreta subrayó que, a su criterio, el gobierno de Alberto Fernández «cerró la Argentina al mundo y su única relación es con Cuba, Nicaragua y Venezuela, y tuvo una relación totalmente ambigua con respecto a la invasión rusa en Ucrania». Nada dijo de las millones de vacunas que se adquirieron en diferentes países del mundo y que sirvieron para contener la pandemia.
Horacio Rodríguez Larreta, menos paloma y más halcón.