Los ecologistas bloquean el aeropuerto de Frankfurt

Ocurre ya con demasiada frecuencia: un grupo ecologista va a uno o varios aeropuertos alemanes, corta la valla que lo circunda, entra en las pistas, se suspenden los vuelos, se pegan a la superficie con pegamento de alta resistencia y se desarrolla un circo bien conocido que dura horas. Este jueves ocurrió de nuevo en el primer aeropuerto de Alemania, Frankfurt.

Los activistas pretenden llamar la atención sobre la urgente necesidad de intervenir para frenar el cambio climático, cosa que no parece preocupe sobremanera a los usuarios de aviones, por los pedidos que tienen los fabricantes. Nada más lejos del pedido ecologista de frenar drásticamente el uso del avión.

Debido a la acción de esta madrugada del jueves, 140 vuelos, un diez por ciento de todos los programados, fueron cancelados, mientras que los retrasos se extenderán durante el día de hoy.

Como es ya habitual, el aeropuerto pidió a los pasajeros que no acudieran sin antes comprobar el estado del vuelo. Como es de imaginar, Lufthansa, que tiene en Frankfurt su primera base mundial, es la más afectada. Por cierto, Ryanair, que no opera en esta terminal, se libra.

Como sucede también siempre que hay un incidente de este tipo, se desencadenan debates sobre el derecho a viajar, sobre la intervención de los activistas, la peligrosidad de sus actos y otras cuestiones que el tiempo va diluyendo hasta que se vuelva a repetir una nueva acción. Los activistas son entregados a la Justicia que habitualmente no los sanciona por el derecho a la protesta.