Momentos de pánico en un Airbus de Eurowings antes de aterrizar

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10/09/2019 Elintransigente.com – Nota

Otro momento que nadie quisiera vivir. Ahora ocurrió en un Airbus 319 de la compañía low-cost alemana Eurowings, que cubría la ruta que iba de Lamezia Terme, en el sur de Italia, a Berlín, en Alemania. La nave sufrió serias turbulencias poco antes de aterrizar en el aeropuerto alemán de Berlín-Tegel, que dejó ocho heridos, cinco entre los pasajeros y tres tripulantes.
De entre los heridos, una mujer fue resultó de gravedad aunque no corre peligro de muerte, según deslizaron las autoridades. Tras las turbulencias, finalmente el vuelo pudo aterrizar con seguridad en torno a las 17.00 locales, aunque seis de los heridos debieron ser trasladados al hospital más cercanos para constatar las heridas. Según detalles del caso, en el momento de la turbulencia, los pasajeros no estaban con el cinturón de seguridad.
El vuelo Río París
Los jueces de instrucción encargados de la investigación del accidente del vuelo Río-París que ocurrió en el año 2009 ordenaron un sobreseimiento general para Airbus y Air France. La suspensión fue dictada diez años después del trágico accidente del vuelo AF447 en el que murieron las 228 personas que viajaban a bordo de la aeronave.
La decisión tomada por los jueces difiere de las peticiones de la fiscalía, que había solicitado un juicio contra Air France. La principal asociación de familiares de las víctimas, Entraide et Solidarité AF447, está indignada por la decisión y apelará este dictamen por considerarlo insultante, dijo por su parte el abogado, Alain Jakubowicz.
El 1 de junio del año 2009, el vuelo AF447 que cubría la ruta Río-París cayó en el Océano Atlántico justo después de despegar del aeropuerto de Brasil. Los 228 pasajeros y miembros de la tripulación, de 34 nacionalidades, perecieron en el accidente, que hasta ahora es el peor en la historia de Air France y uno de los más recordados.
El elemento que desencadenó el siniestro fue la congelación de unos sensores ubicados en el exterior del aparato, las sondas Pitot, que acarreó indicaciones erróneas sobre la velocidad y desorientó a los pilotos, hasta que la aeronave cayó al océano. En esta investigación, que comenzó hace más de una década, las dos empresas fueron inculpadas en 2011 por homicidio involuntario.
En el escrito de la acusación, con fecha del 12 de julio, la fiscalía de París pidió a los jueces un juicio contra Air France y un sobreseimiento para Airbus. La Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA, por sus siglas en francés) dio en 2012 una serie de recomendaciones para aumentar la seguridad en la formación de los pilotos de Air France y la ergonomía de los aviones Airbus.
El ministerio público estimaba que la compañía aérea había cometido un acto negligencia al no capacitar a sus pilotos dándoles suficiente información sobre cómo reaccionar en caso de anomalías en las sondas que controlan la velocidad de los aviones, pese a varios incidentes de ese tipo en los meses previos al siniestro y que por ello debía ser juzgada.
Cuando el misterio del caso se resolvió, se estableció que la tragedia no se debía a una sola falla. Este accidente se debe claramente a una combinación de factores que nunca antes habían ocurrido, y que por lo tanto puso de manifiesto peligros que no podían ser percibidos antes del accidente, estimaron los jueces de instrucción en su orden firmada el 29 de agosto.

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