Pampa III: La importancia de la industria aeronáutica como modelo para un pais industrializado

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Con más de 30 años de servicio, el IA-63 Pampa III incorpora los últimos adelantos tecnológicos en su tipo que lo convierten en una solución aeronáutica confiable, altamente competitiva y de bajo costo, tanto para el entrenamiento militar, como para misiones tácticas ligeras. Un breve repaso de la historia y el significado e importancia de la industria aeronáutica argentina para un modelo de país industrializado.

(Por Walter Onorato – @WalterOnorato) Uno de los mayores orgullos de la industria nacional, sin lugar a dudas, corresponde a ser el país que logró desarrollar el primer avión a reactor militar en sudamérica. Brevemente recordemos que en el año 1927 el poder ejecutivo, a cargo en aquel entonces de Marcelo Torcuato de Alvear, creó la Fábrica Militar de Aviones como respuesta al proceso de industrialización nacional vivido en ese tiempo.

En los años cuarenta es creado el Instituto Aerotécnico (IA) donde el ingeniero alemán Kurt Tank diseñó junto al ingeniero argentino Norberto Morchio y su equipo el avión I.Ae. 33 Pulqui II, que sería el primer caza a reacción fabricado por una nación latinoamericana. En los años 50 la Fábrica Militar produjo los aviones I.Ae. 35 Huanquero; el IA-50 Guaraní II, en la década del 70 inició la producción el avión FMA IA-58 Pucará, que entraría en acción en la guerra de las Malvinas de 1982; y actualmente fabrica el avión IA 60 denominado «Pampa III».

Para valorar aún más al Pampa III debemos hacer un poco de historía para conocer algunos hechos que posibilitaron su origen y fortalecerán su destino.  Fue durante el gobierno de Juan Domingo Perón que se creó la Dirección General Técnica y la Dirección General de Fábricas como un efecto directo del fuerte proceso de industrialización que avanzaba el país. De esta manera nació la empresa «Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado» (IAME) que se enfocó en la fabricación de automóviles.

Es en este período se dio su desarrollo más intenso que finalizó con el golpe militar del 55. Durante los gobiernos peronistas la empresa logró su mayor intensidad en proyectos y producción con una clara intención de aportar al desarrollo industrial. Nada de lo construido en esa época estaba bajo licencia (lo que hoy en la industria tecnológica se denomina “código abierto”) con el objetivo de que estos avances sean volcados en el desarrollo de proyectos nacionales. Este proyecto peronista estaba conducido en sus mínimos detalles por el brigadier Juan Ignacio San Martín, que en el año 1952 fue designado ministro de Aeronáutica por el presidente Perón.

En el contexto del Segundo Plan Quinquenal, El brigadier San Martín crea IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado) con la misión de producir automóviles, tractores, motos y otros elementos de la industria pesada que hasta ese momento era impensado su fabricación en Argentina. Su aporte a la producción nacional llevó al diseño de aviones como el Pulqui I y el Pulqui II, que llegó a desarrollar una velocidad de 1050 km por hora

Llegada la Revolución Fusiladora al poder, en el año 1955 la FMA le ofreció a la dictadura la fabricación de cien (100) aviones Pulqui II en un período de cinco años para lograr el reemplazo del avión caza I.Ae. 24 denominado “Calquín”. La propuesta fue rechazada con el argumento de no ser urgente la sustitución de dichos aviones pero asumieron una fuertísima compra de material bélico a los Estados Unidos que incluía un lote de viejos F-86 Sabre que eran excedentes de la guerra de Corea. De esta manera quedó relegada la posibilidad de continuar la producción de la Fábrica Militar Argentina (FMA).

La página más negra de esta historia llega con el Decreto Nacional 899/91 publicado en el Boletín oficial el 14 de mayo de 1991, con las firmas del ex Presidente Carlos Menem y su ministro Herman González donde se declaró “sujeta de privatización el área Material Córdoba – ex Fábrica Militar de Aviones- que era en ese momento un organismo dependiente del Ministerio de Defensa a través de la Fuerza Aérea Argentina. El resultado de esta política de corte neoliberal, la misma que enarbola Juntos por el Cambio, fue la entrega de la fábrica nacional en manos de la norteamericana Lockheed Martin y con el consiguiente cierre de todos los proyectos de desarrollo aeronáuticos e industriales.

Los 15 años de gestión de la Lockheed demostró ser un verdadero fracaso, el ex presidente Carlos Menem en 1995 le había otorgado la concesión por 25 años, con opción a 20 más. En ese periodo nuestro país se comprometió a comprar 36 aviones a la Marina de Estados Unidos, que serían “repotenciados” en Córdoba. El diario La Nación cuenta que “en una etapa más avanzada la empresa construiría una base aeroespacial. De ahí surge la célebre frase de Menem en una escuela de Tartagal, Salta, en 1996. «Dentro de poco se va a licitar un sistema de vuelos espaciales por el que desde una plataforma que quizá se instale en la provincia de Córdoba esas naves van a salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratosfera y desde ahí [van a] elegir el lugar adonde quieran ir. En una hora y media podemos estar desde la Argentina en Japón, en Corea o en cualquier parte».

Lo cierto es que la Lockheed hizo ambiciosas promesas para la expansión de las líneas de negocio y terminó siendo lo que fue, una verdadera estafa al estado nacional. De esta manera se llega al inicio de la reconstrucción de la empresa durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner con la recuperación de la planta en el año 2009. Con el  nombre de Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) comienza un nuevo periodo donde se enarboló como bandera el relanzamiento del avión Pampa. Pero esta historia la desarrollaremos con mayor detenimiento en un futuro artículo, por ahora nos centraremos en el Avión IA 60 «Pampa III».

 

El avión nacional IA 60 «Pampa III»

El IA-63 Pampa III fue diseñado para entrenamiento avanzado y su versión más reciente adquirió capacidades tácticas y la posibilidad de entrenar pilotos en combates virtualizados a través de sus sistemas electrónicos. Su origen es el IA-63 que fue construido totalmente en Argentina por la Fábrica Militar de Aviones con la asistencia de la empresa alemana Dornier Flugzeugwerke en la década de 1980. El objetivo en aquel momento era dotar a la Fuerza Aérea Argentina de un nuevo avión de entrenamiento que reemplazara los viejos aviones Morane Saulnier MS.760 Paris.

Durante la presidencia de Fernández de Kirchner se le dio apoyo e impulso al proyecto del Pampa III que fue presentado el 10 de octubre de 2013 por la Fábrica Argentina de Aviones con la presencia de su ministro de Defensa, Agustín Rossi.

Pasaron casi 40 años de historia y algunos de los fabricantes de los componentes originales del Pampa fueron desapareciendo, sólo recordemos el proceso de desindustrialización ocurrido entre 2016-2019.  Por este motivo varios de los sistemas y tecnologías con que fue concebido quedaron obsoletas o no había fabricante. Esto hizo necesario el desarrollo de una red de pymes tecnológicas nacionales que produjeran esos componentes o realizaran versiones actualizadas de los mismos.

La fabricación de este avión se lleva adelante gracias a la contribución del Estado Nacional, mediante un contrato plurianual firmado en el año 2021. El financiamiento es realizado a través del FONDEF (Fondo Nacional de la Defensa) y es el principal programa de producción de FADEA que da trabajo en forma directa a la fábrica y a otras once empresas que son proveedores directos. Se trata de empresas de base tecnológica, que agregan I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación) al desarrollo industrial argentino.

Es importante destacar que las Autoridades de las Fuerzas Aéreas de diversos países de la región han demostrado interés en el avión de entrenamiento avanzado IA 60 «Pampa III» cuya más reciente versión adquiere capacidades tácticas y la posibilidad de entrenar pilotos en combates virtualizados a través de sus sistemas electrónicos.

La fábrica de FAdeA, durante la pandemia presentó el «Pampa III» a la Fuerza Aérea Uruguaya y se informó que se entablaron contactos con las de Perú, México y Paraguay delineando propuestas concretas que posibiliten la venta de aviones. También se dialoga con autoridades militares de Bolivia, Etiopía y Nigeria con el fin de exportar nuestro avión.

En junio del 2021 el presidente Alberto Fernández en un acto donde la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín SA (FAdeA) entregó a la Fuerza Aérea la novedosa versión del Pampa III expresó que “estamos poniendo en valor la importancia de la defensa nacional y el desarrollo industrial y tecnológico de la Argentina”.

En este sentido agregó que “la capacidad tecnológica hace a una sociedad fuerte y pujante; a mayor producción, mayor trabajo, y garantizar el empleo es el objetivo final de nuestro proyecto y el modo de lograr el progreso social.»

En línea a la historia del desarrollo del avión Alberto Fernández señaló que “cada cosa que producimos en la Argentina es un dólar que deja de irse, y eso es muy importante porque hemos recibido un país enormemente endeudado y frenado en la lógica productiva”.

También recordó que la sanción del Fondo para la Defensa “no fue en vano, ya que permitirá garantizar la profesionalización al máximo de nuestras fuerzas y ser capaces de desarrollar una industria en torno a la defensa nacional”.

Cobe citar que «la apuesta es ganar competitividad externa en un nicho disponible el de los jet de entrenamiento avanzado de bajo costo. Clientes potenciales de la región conocen el producto aunque restaría mayor presencia de la aeronave -giras regionales en vuelos de prueba, o que se ofrezca volarlo en suelo criollo a pilotos de las fuerzas interesadas- iniciativa que va de la mano de un afilado equipo de ventas, informó el periodico Ámbito Financiero.

Este es un proyecto más de los muchos que contribuyen con su desarrollo y planificación a preservar la soberanía territorial, la independencia tecnológica y la capacidad de autodeterminación industrial. Objetivos perseguidos por muchos argentinos desde los inicios de nuestra lucha revolucionaria contra el imperialismo extranjero.

Sobre el despliegue de aviones Pampa III en el sur del país con el objetivo de aumentar el contról aéreo

El Ministerio de Defensa informa que el Comando Conjunto Aeroespacial desplegó aeronaves IA-63 Pampa III y medios de búsqueda y rescate de la Fuerza Aérea y del Ejército en el sur argentino, en el marco de una operación de vigilancia y control de los espacios aéreos, terrestres y marítimos, ordenado y planificado por el Comando Operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.

Los medios operaron desde la Base Aérea Militar (BAM) Río Gallegos, bajo el control del Centro de Operaciones Aeroespaciales Merlo, como sitio neurálgico que concentra la cobertura obtenida de los sensores ubicados en la provincia de Santa Cruz y la Isla Grande de Tierra del Fuego.

También, gracias al avanzado sistema de comunicaciones disponible, se sostiene un Comando y Control efectivo durante toda la operación.

Asimismo, la experiencia adquirida en este tipo de despliegues operando en un ambiente diferente, permite conocer las particularidades de la zona e incrementar las capacidades en los distintos niveles de participación dentro de la operación, resultando sumamente exitoso.

Desde fines de mayo, funciona un radar de Vigilancia y Control Aéreo RPA-170M en la ciudad fueguina de Río Grande, con el objeto de potenciar la capacidad de vigilancia y control del aeroespacio en el Atlántico Sur.

Características del Pampa III
Tripulación: 2× pilotos.
Longitud: 10,9 m
Envergadura: 9,7 m
Altura: 4,3 m
Superficie alar: 15,6 m²
Perfil alar: Dornier DoA-7
Peso vacío: 2821 kg
Peso cargado: 3500 kg
Peso útil: 2179 kg
Peso máximo al despegue: 5000 kg
Planta motriz: 1× turboventilador Garrett TFE731-2-2N (Pampa y Pampa II) o Honeywell TFE731-40-2N (Pampa II-40 y Pampa III).
Empuje normal: 19,7 kN (2009 kgf; 4429 lbf) de empuje.
Rendimiento del Pampa III
Velocidad nunca excedida (Vne): 1000 km/h (621 MPH; 540 kt) a 9500 m
Velocidad máxima operativa (Vno): 890 km/h (553 MPH; 481 kt) a 7000 m
Velocidad crucero (Vc): 747 km/h (464 MPH; 403 kt) a 4000 m
Alcance: 2.315 km
Techo de vuelo: 12 900 m (42 323 ft)
Régimen de ascenso: 30,2 m/s (5945 ft/min)
Armamento del Pampa III
Ametralladoras: 2× pod Colibrí de 7,62 mm
Cañones: 1× DEFA-Giat 554 30 mm en el morro con 150 municiones.
Puntos de anclaje: 5× Alkan Type 63 con una capacidad de 1300 kg
Bombas:
6× bombas de propósito general Mark 81 de 118 kg o Mark 82 de 227 kg.
Cohetes:
Contenedores LAU-61/A con 19× FFAR de 70 mm
Contenedores ARM-657 Mamboretá con 6× Áspid ARM AP de 57 mm.

 

Características del Pampa III

Tripulación: 2× pilotos.
Longitud: 10,9 m
Envergadura: 9,7 m
Altura: 4,3 m
Superficie alar: 15,6 m²
Perfil alar: Dornier DoA-7
Peso vacío: 2821 kg
Peso cargado: 3500 kg
Peso útil: 2179 kg
Peso máximo al despegue: 5000 kg
Planta motriz: 1× turboventilador Garrett TFE731-2-2N (Pampa y Pampa II) o Honeywell TFE731-40-2N (Pampa II-40 y Pampa III).
Empuje normal: 19,7 kN (2009 kgf; 4429 lbf) de empuje.
Rendimiento del Pampa IIIVelocidad nunca excedida (Vne): 1000 km/h (621 MPH; 540 kt) a 9500 m
Velocidad máxima operativa (Vno): 890 km/h (553 MPH; 481 kt) a 7000 m

Velocidad crucero (Vc): 747 km/h (464 MPH; 403 kt) a 4000 m
Alcance: 2.315 km
Techo de vuelo: 12 900 m (42 323 ft)
Régimen de ascenso: 30,2 m/s (5945 ft/min)
Armamento del Pampa IIIAmetralladoras: 2× pod Colibrí de 7,62 mm
Cañones: 1× DEFA-Giat 554 30 mm en el morro con 150 municiones.
Puntos de anclaje: 5× Alkan Type 63 con una capacidad de 1300 kg
Bombas:6× bombas de propósito general Mark 81 de 118 kg o Mark 82 de 227 kg.
Cohetes: Contenedores LAU-61/A con 19× FFAR de 70 mm
Contenedores ARM-657 Mamboretá con 6× Áspid ARM AP de 57 mm.

 

Fuente: enorsair.com.ar

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