Persisten las dificultades en la cadena de suministros
Las crisis políticas y geoestratégicas que afectan a la aviación.
Los fabricantes de aeronaves siguen soportando una crisis de suministros que frenan la producción.
En estos momentos Boeing está considerando volver a una producción propia más completa para mejorar no sólo la calidad sino el suministro de partes que está afectando a toda la industria.
El problema es cada vez más grave al concientizarse de la dimensión global que afecta a todos los fabricantes de aeronaves. Se calcula que las pérdidas por el cuello de botella que se presentan en los suministros que ralentizan la producción de aviones podría ascender a los 104 mil millones de dólares calculados por las dificultades que se han presentado desde 2022, cuando empezó el problema, y 2025, fecha en la que algunos suponen podría normalizarse el mercado.
La crisis tiene diversas causas, entre las que se destacan la escasez de materias primas esenciales como titanio y aleaciones de níquel, acero, también los microchips, y escasez de mano de obra debido a tensiones geopolíticas y otros factores.
Airbus espera entregar más aviones este año que el año pasado, pero los obstáculos en la cadena de suministro podrían impedir que se logren las metas establecidas.
La industria ha estado lidiando durante meses con problemas en la cadena de suministro que han dificultado la adquisición de algunas materias primas y repuestos, lo que ha frenado la producción de aviones y, en consecuencia, las entregas. Inicialmente, Airbus esperaba entregar 720 aviones en 2022, pero se vio obligado a posponer ese objetivo hasta 2023.
Los analistas de J.P. Morgan escribieron en una nota a los inversores que seguían siendo positivos sobre las perspectivas a mediano plazo de Airbus, citando el aumento de las entregas en los próximos años, a lo que se suman los problemas que tiene su mayor competidor.
Airbus había recortado la producción de sus aviones de fuselaje ancho al principio de la pandemia de coronavirus, cuando las restricciones de viaje y el cierre de fronteras prácticamente paralizaron el tráfico internacional. Sin embargo, las aerolíneas ahora están luchando por conseguir aviones para ampliar la capacidad y satisfacer la fuerte demanda de viajes aéreos internacionales.
Las dificultades que afectan a Boeing, Airbus, otros fabricantes y a los centros de mantenimiento se deben a una serie de problemas, algunos de los cuales son ajenos al sector, por ejemplo, las cuestiones geopolíticas y guerras que afectan la disponibilidad de materiales como el titanio y otros metales que proveen países sancionados económicamente o con problemas para exportar.
En el sector OEM y sus proveedores, se estima que las pérdidas económicas directas e indirectas, sumarán los 270 mil millones de dólares. La situación pone de relieve la interconexión del comercio, las empresas mundiales y la vulnerabilidad de las industrias a los cambios geopolíticos y económicos.