Ryanair: la peor imagen

Definitivamente, Ryanair no tiene remedio. Su imagen está por los suelos, pese a que su negocio marcha estupendamente. La compañía irlandesa en parte sabe que en la aviación siempre uno se expone a ser criticado severamente cuando aplica su reglamento, cuando contradice al viajero.

El último episodio es tremendo: una pareja de ancianos llegó al aeropuerto y allí descubre que por error imprimió el billete de retorno y no el de ida. De manera que van a la taquilla y les endilgan 110 euros de tasa por imprimirle el billete.

Desde luego, esto es lo que dice la web de la compañía. Pero también es cierto que nadie puede dejar de sentir simpatía por estos ancianos que fueron acribillados por un error que no parece mal intencionado. Hoy media Gran Bretaña habla de eso, en un impacto de imagen grave para la low cost.

No obstante, nunca nadie ha volado tanto, nunca nadie ha sido tan puntual, nunca nadie ha hecho un negocio mejor.

La peor imagen para un excelente negocio que, esencialmente, no engaña, por muy antipática y hostil que sea su política. Por muy poco condescendiente con los viajeros. Por mucho que hoy tenga bastante manga ancha con el equipaje.

Si Ryanair tuviera un responsable de imagen debería estar preocupado. Aunque, la verdad, yo no sé si una aerolínea ha de mirar su imagen o su cuenta de resultados. Ahora mismo, a usted todo el mundo le dirá que ha de mirar la imagen, que ha de ser amable. Pero lo cierto es que todo el mundo, cuando está a su alcance, mira los números. No se engañen.