Se acordó una suba del 45% en el salario mínimo: recién llegará a $47.850 en diciembre
Por Emiliano Russo, columnista de Mundo Gremial
Frente a un contexto de alta inflación y pérdida de poder adquisitivo, el Consejo del Salario sesionó hoy bajo el arbitro del ministerio de Trabajo y consensuó un aumento para el salario mínimo, vital y móvil (SMVM) del 45%, apenas por encima de la pauta salarial que busca direccionar el gobierno, que lo llevará a fin de año a $47.850, con una revisión previa en agosto.
Nuevamente el cronograma de reuniones se llevó a cabo de manera virtual: a las 14 se llevó a cabo la apertura y se instruyó a las Comisiones para que comiencen a debatir. Recordemos que el Consejo es arbitrado por funcionarios de Trabajo y se compone de 32 miembros entre los que también se cuentan representantes gremiales y empresariales.
En esa instancia se registraron planteos sectoriales bien diferentes: Daniel Funes de Rioja, por la UIA, propuso una suba del 40%, la CGT, un 45% hasta diciembre, la CTA de los Trabajadores un 25% en una sola cuota y revisión en agosto al tiempo que la CTA Autónoma, un 53% de incremento. El gobierno propuso, en cuatro tramos, ajustar este ingreso un 42% en sintonía con la pauta que busca impulsar en las distintas negociaciones colectivas.
Pasadas las 16, en tanto, se llevó a cabo el plenario con los resultados de las comisiones y se discutió la letra chica, y poco después se acordó un incrementó del 45% en el SMVM. El acuerdo prevé que el mismo se ajuste en cuatro cuotas: 18% en abril, 10% en junio, 10% en agosto y 7% en diciembre.
Según se informó, las partes podrán solicitar a partir del mes de agosto una nueva reunión para su revisión teniendo en cuenta la escalada inflacionaria que registra el país, con casi un 9% de incremento en el primer bimestre. La votación fue por unanimidad, con 31 votos afirmativos y la abstención de la CTA Autónoma.
El SMVM tiene como función principal establecer la menor remuneración que debe percibir en efectivo un trabajador sin cargas familiares. Ningún trabajador debe cobrar debajo de ese piso. La mitad de este ingreso es utilizado para calcular el salario social complementario que cobran los beneficiarios de planes sociales y también de otros programas de contención implementados por el Ejecutivo. Por ello, hoy hubo una marcha de organizaciones sociales de izquierda a la sede laboral de calle Alem reclamando una suba que contemple la disparada de la canasta básica.
Al atardecer se esperaba que el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, concurriera a Casa Rosada para informar al presidente Alberto Fernández sobre el aumento rubricado entre las partes.
El año pasado la suba inflacionaria también influyó en el devenir de este piso salarial: en primer término fue concertada un alza del 35% en 7 cuotas pero con la disparada de los precios se adelantaron algunos tramos. Finalmente en febrero pasado se ajustó la última cuota quedando en $33 mil, un monto que se ubica por debajo de la canasta de indigencia.
Para la CTA Autónoma era necesario un mayor ajuste en este ingreso dado que “el salario mínimo perdió un 23.5% durante el Gobierno de Macri y un 15.5% durante esta administración. No queremos que el salario mínimo sea un techo para las políticas sociales sino un piso para garantizar un salario digno». Asimismo, reclamó la necesidad de que el Consejo se constituya como un órgano de funcionamiento permanente y que alcance a trabajadores actualmente excluidos, como los empleados públicos provinciales y municipales; de casas particulares, del sector rural y de cuidados comunitarios, entre otros.