Turkish Airlines desembarca en España mirando a Latinoamérica

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gacetaeronautica.com/Fernando Puppio

09/10/2025

El pasado mes de agosto de 2025, el holding turístico Globalia aceptó la propuesta de Turkish Airlines para convertirse en nuevo accionista de Air Europa. De esta manera, Turkish Airlines obtuvo una participación minoritaria en la compañía aerocomercial española al aceptar el control compartido de la compañía con la familia Hidalgo.

Turkish Airlines es una compañía de mayoría estatal turca (49,12%, mientras que el resto está colocado en Bolsa) que busca convertirse en el segundo partícipe del accionariado de Air Europa, por debajo de Globalia y con mayor peso que IAG.

Turkish Airlines supera así a Lufthansa y Air France-KLM, que buscaban una vía para obtener el control de la española. Este acuerdo, que incluye alrededor de 300 millones de euros en deuda convertible por una participación de aproximadamente el 25-27%, es relativamente inusual para aerolíneas no pertenecientes a la UE, pero se ajusta a las normas generales de propiedad de la UE y Turkish Airlines se posicionó estratégicamente en la Península Ibérica.

Los holdings rivales se mostraron reacios a aceptar las complejas restricciones de control y las directrices de gobernanza, incluyendo la actual participación del 20% de IAG.

¿Qué implica la operación para Turkish Airlines?

Obviamente este acuerdo conlleva los riesgos asociados a una participación minoritaria, como la influencia limitada y una menor capacidad para influir en la estrategia de la aerolínea. Turkish Airlines ha decidido invertir una suma considerable en Air Europa, financiando la operación principalmente mediante bonos convertibles.

Esta operación se traducirá en una participación de aproximadamente el 25% en la aerolínea, y el management turco afirma que no tiene planes de aumentar esa participación minoritaria más allá del porcentaje actual. El paquete oficial, según se anunció, asciende a 275 millones de euros en deuda convertible y 25 millones de euros en acciones.

El aterrizaje de Turkish se producirá, según han previsto las partes, a través de una ampliación de capital en la que también tendrá derecho de suscripción IAG. Un aumento de capital del 25% para acomodar al nuevo socio diluiría a Globalia al 64% y a IAG hasta el 16%, si no entra esta última en la recapitalización prevista para después del verano europeo.

Como resultado de la operación, se espera que Turkish Airlines obtenga al menos un puesto en el consejo de administración. El acuerdo aún requiere la aprobación de los reguladores españoles y europeos. En declaraciones a los medios de comunicación, Turkish Airlines presentó los términos del acuerdo como cooperativos, en lugar de una vía hacia el control total.

Para Turkish Airlines, esta operación ofrece amplios beneficios geopolíticos y de expansión de la red, así como ganancias financieras relativamente limitadas a corto plazo. El respaldo gubernamental y un sólido balance general reducen aún más el riesgo de ejecución de la compañía.

Turkish Airlines se asoma a Latinoamérica

Turkish Airlines se beneficia significativamente de este acuerdo. Para empezar, la participación en Air Europa es más que una simple oportunidad de adquisición de beneficios, y más aún, una oportunidad para ampliar el alcance de su red. Una participación del 25% en la compañía española otorgará a la aerolínea de bandera turca un punto de apoyo en Madrid, la principal puerta de enlace entre Europa y Latinoamérica. Esto ampliará significativamente las capacidades de la aerolínea sin infringir las restricciones de propiedad extranjera de la UE.

Esto alineará a la aerolínea turca con Iberia y ampliará las oportunidades de conexión para los pasajeros que utilizan Madrid como punto de conexión, ya que IAG seguirá desempeñando un papel importante en la gestión de Air Europa, con una participación del 20%.

Todo esto sigue dependiendo de la estrategia del superhub de la aerolínea turca, que busca conectar a pasajeros de varios continentes a través de su centro de operaciones principal en Estambul.

Holdings más grandes, menos competencia

Es importante tener en cuenta las limitaciones estratégicas de este acuerdo. Para empezar, existen relativamente pocos riesgos financieros estratégicos derivados de este acuerdo, y es probable que solo se añada un pequeño apalancamiento al balance general de Turkish Airlines como resultado. Sin embargo, las ventajas de este acuerdo podrían ser inmensas.

En definitiva, esta decisión de Turkish Airlines se alinea con los esfuerzos de consolidación que se han observado en la industria aerocomercial europea. Los conglomerados más grandes siguen teniendo un amplio alcance en todos los continentes.

British Airways, Lufthansa, Air France, KLM y muchas otras importantes aerolíneas de bandera europeas se han visto obligadas a integrarse en holdings, ampliando su influencia a costa de la competencia. Esta consolidación en el mercado ha sido escrutada por los analistas por sus implicaciones anticompetitivas.

Sin embargo, debido a la enorme presencia de las aerolíneas de bajo coste en Europa, los reguladores han tolerado en gran medida esta progresiva reducción de la competencia.

Queda esperar para ver cómo esta decisión afecta directamente a los pasajeros.

Imagen: archivo
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