Puja en el Gabinete por los argentinos que siguen varados en el exterior

08/04/2020 Clarín – Nota – Tema del Día – Pag. 11

INTERNA ENTRE CANCILLERÍA, ECONOMÍA Y SALUD
Natasha Niebieskikwiat

Las agendas de Solá, Ginés y Guzmán enfrentan límites entre sí para que haya más regresos al país.
Amnistía Internacional expresó en las últimas horas «preocupación» por los miles de argentinos que siguen varados en el exterior por la pandemia de coronavirus. Y aunque la organización reconoció «esfuerzos» del Gobierno nacional para traerlos y al mismo tiempo asistir a los que siguen afuera y no pueden volver por las restricciones de la cuarentena, la directora del organismo en nuestro país, Mariela Belski, remarcó que muchas de estas personas no tienen cómo sostener los costos de su permanencia en el exterior, incluidos hospedaje y alimentos».
El canciller Felipe Solá saliera por radio a remarcar que su «función» en el contexto de la pandemia era la de «defender y representar a los argentinos que están en el exterior». Puntualizó también el funcionario que desde «hace 25 días que todos los consulados preparan extensas listas con fechas de regreso». Sin embargo, entre 10.000 y 15.000 argentinos siguen sin poder volver, y el enojo recae en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En Cancillería argumentan que tienen dos pinzas para poder actuar.
Por un lado el Ministerio de Salud, por el otro, el de Economía.
El comité formado por los ministerios de Salud, Relaciones Exteriores, Interior y Seguridad que decide (entre otras cosas) sobre la política de entrada y salida del país en el marco del cierre de fronteras, estableció que no más de 700 personas ingresen diariamente por Ezeiza -el único aeropuerto habilitado-. Así, no pueden aterrizar más de dos vuelos diarios.
Por otro lado, tampoco pueden volver más de 500 personas al día por los siete pasos terrestres habilitados. Y hasta el momento, nunca llegaron a ese número por ninguna de las entradas, porque, según sabe Clarín, la palabra de Salud es la que manda y el ministerio se niega a habilitar más vuelos. Esa última palabra la tiene la viceministra Carla Vizzotti.
Varios vuelos fueron llegando, tal como viene informando Clarín. Este lunes llegó uno de Cancún, donde había argentinos en situación de desesperación por el paso de los días sin poder volver; este martes llegó uno de Punta Cana, y hoy otro de Bogotá.
Se analiza cómo traer más argen nos de Cuba, y también de Ecuador, donde las situación sanitaria por la expansión del coronavirus es critica.
Salvo el vuelo de La Habana -que será la de otro charter con Cubana de Aviación- el resto son viajes de Aerolíneas Argentinas que estaban programados y se postergaron. Pero como se ve, no están superando los 300 pasajeros que llegan a Ezeiza por día.
El otro problema que tiene la Cancillería es cumplir con sus promesas económicas de buscarles hospedaje de emergencia, ayudarlos con comidas y alimentos a quienes quedaron afuera y quieren volver. La semana pasada el canciller Solá analizó una nueva resolución para ampliar el magro presupuesto para ayudar a los argentinos en el exterior. Y quiere por ejemplo, eximir a quienes están afuera del pago del 30 por ciento del impuesto al dólar. Pero en Economía se niegan. Al final, no hubo resolución, sólo más trabajo sobre la ayuda que ya está vigente. Y Solá entiende: la consigna es Salud por sobre economía, pero los enojos llegan a su ministerio donde además, embajadores y cónsules recibieron todo el peso del trabajo en el exterior. Es el ministerio con más casos declarados de personas contagiadas.
El domingo, Solá además reflejó el problema de los llamados «nuevos varados»: argentinos que no estaban registrados en un primer momento y que se les fueron apareciendo en los consulados para pedir volver porque perdieron sus trabajos o simplemente quieren retornar a su país después de estar viviendo afuera. Las listas de argentinos que quieren regresar «fueron bajando por un lado y subiendo por otro», reconoció el ministro y contó que a ellas «hace 10 días se suman los que hacen work and travel, jóvenes que estudian y trabajan en diversos destinos; que llegan de Japón, Tailandia, y desembocan en México, donde además hay muchos trabajadores varados en Cancún», dijo

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