Nadie a salvo: Emirates planea adelantar el retiro de los A380 y despedir 30.000

Las consecuencias de la pandemia que está diezmando la industria aeronáutica mundial no parecen terminar, ni alivianarse: según un reporte de Bloomberg, Emirates está considerando una reducción drástica de personal y flota.

El grupo podría reducir un 30% de la planta permanente, que superaba los 105.000 empleados a fines de marzo. También considera acelerar el retiro de la flota de Airbus A380. Emirates es -por lejos- el mayor operador del modelo a nivel mundial.

Hace poco Tim Clark, CEO de Emirates, declaró que creía que la demanda internacional iba a «morigerarse» por al menos dos años. También declaró que la pandemia de Coronavirus es un «cisne negro» para la aviación: un evento extremadamente poco común pero con consecuencias devastadoras.

Y no es que a Emirates le falte apoyo: el gobierno de Dubai dijo en marzo que iba a proporcionar ayuda económica a la compañía, la que había iniciado un programa de recortes de gastos con reducciones de salarios, suspender operaciones de la mayoría de la flota y diferir la entrega de la última tanda de A380.

Pero los números no acompañan: ese mismo marzo la compañía tuvo una merma de ingresos de más de 800 millones de dólares. Y nada indica que la situación mejore en el futuro cercano. En una compañía como Emirates, en la cual las rutas internacionales entre hubs con aviones de gran capacidad para servir destinos de alta demanda, las chances de un excedente de flota es enorme.

Con una salida de producción estimada para 2021 y un horizonte de operación que no va más allá de 2030, el Airbus A380 es para Emirates una decisión fácil a la hora de parar un avión indefinidamente. Y si la situación no cambia, el Boeing 777X -que depende principalmente del pedido que hizo Emirates- también corre peligro.