Air France y Airbus vuelven al banquillo por la tragedia del vuelo AF447

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30/09/2025 La Nación – Nota – Justicia – Pag. 5

ACCIDENTE. Las familias de las 228 víctimas, entre ellas un argentino, buscan respuestas tras la absolución de las compañías en 2023. El ala del Airbus recuperada por los rescatistas en el Atlántico. PARÍS.—Dieciséis años después de la tragedia del vuelo AF447, que unía Río de Janeiro y París y que se precipitó al Atlántico con 228 personas a bordo –entre ellas, el argentino Pablo Dreyfus–, Air France y Airbus volvieron ayer a la Justicia en la capital francesa.

El tribunal de apelación deberá determinar si ambas compañías de aviación son responsables de homicidios involuntarios. Se espera que el juicio en el tribunal de apelación de París dure dos meses, y es una nueva esperanza para los familiares de las víctimas, que llevan años tratando de demostrar la implicación de ambas empresas en el accidente más mortífero de la aviación francesa.

La aerolínea y el fabricante habían resultado absueltos en primera instancia en 2023, pese a que los parientes de los fallecidos consideran que ambos cometieron negligencias que condujeron al accidente. El 1º de junio de 2009, el Airbus que partió de Río de Janeiro hacia París se estrelló en plena noche en el Atlántico pocas horas después de su despegue, causando la muerte de sus 216 pasajeros y 12 miembros de la tripulación. A bordo del A330 había personas de 33 nacionalidades –entre ellas, el argentino Pablo Dreyfus, 72 franceses y 58 brasileños.Pablo Dreyfus era un reconocido experto en investigaciones sobre tráfico y control de armas, y su vida quedó truncada en la madrugada cuando se estrelló junto a su esposa, la brasileña Ana Carolina Rodrigues, mientras iban rumbo a París para unas vacaciones. Después de al menos dos años de búsqueda submarina para recuperar las cajas negras –la aeronave se estrelló en aguas del Atlántico, a unos 1000 kilómetros de las costas brasileñas–, estas confirmaron el origen del accidente: el congelamiento de las sondas de velocidad Pitot. Mientras el avión volaba a gran altura en una difícil zona meteorológica cerca del ecuador, la congelación de las sondas provocó que proporcionaran indicaciones equivocadas sobre la velocidad, y la aeronave cayó. Por ello, Airbus y Air France fueron denunciadas por “homicidio culposo”.

Pero el fabricante rechazó toda responsabilidad, aseguró que la congelación de las sondas es normal y culpó a los pilotos, que no siguieron los procedimientos previstos para estos casos. Los familiares consideran que en este caso la culpa recae sobre Air France, que no los formó de manera “adecuada”, algo que la aerolínea niega. Por este accidente, ambas empresas serán juzgadas hasta el 27 de noviembre por el tribunal de apelación de París. Cada una de ellas se expone a recibir una multa de 263.000 dólares. “Air France sostendrá que no cometió ninguna falta penal en el origen de este accidente. Soy consciente de que esta declaración puede ser difícil de escuchar para los familiares de las víctimas, pero quiero subrayar que esto no subestima en absoluto nuestra compasión por lo que han vivido y continúan viviendo”, declaró en el estrado la directora general de Air France, Anne Rigail.

El 17 de abril de 2023, tras dos meses de debates altamente técnicos que incluyeron audiencias emotivas con familiares de las víctimas, el tribunal correccional de París absolvió en el plano penal a Airbus y Air France, aunque reconoció su responsabilidad civil. Consideró que, si bien se cometieron “imprudencias” y “negligencias”, “no se pudo demostrar ningún vínculo causal seguro” con el accidente. Aunque el Ministerio Público había solicitado en la audiencia la absolución de ambas empresas, la Fiscalía General apeló la sentencia “con el propósito de dar pleno efecto a los recursos previstos por la ley y someter el caso a un segundo nivel de jurisdicción”. Alain Jakubowicz, abogado de numerosas partes civiles, dijo a la agencia AFP que algunas personas “se cansaron y tiraron la toalla para intentar pasar página. Otras siguen luchando con uñas y dientes y quieren a toda costa que se haga justicia y que se diga claramente la verdad en un ámbito judicial”.

De las 489 partes civiles constituidas durante el juicio de primera instancia, 281 se unieron a la apelación en este caso, que cuenta con 20.000 elementos procesales distribuidos en 105 tomos. Para las familias, el proceso representa “el último cartucho”, según Philippe Linguet, hermano de una de las víctimas. “Queremos una Justicia que sea combativa, que salga del marco para condenar a dos empresas europeas y multinacionales y decirles, con palabras simples: Han cometido errores, deben reconocerlos”, declaró el vicepresidente de la asociación Entraide et Solidarité AF447. Air France está acusada de no haber impartido a los pilotos una formación adecuada sobre situaciones de congelación de las sondas Pitot, que miden la velocidad del avión en el exterior, y por no haber informado suficientemente a sus tripulaciones, algo que la aerolínea siempre negó. A su vez, Airbus enfrenta acusaciones de haber subestimado la gravedad de los fallos de las sondas anemométricas y no haber tomado todas las medidas necesarias para informar con urgencia a las compañías aéreas que las utilizaban, una versión que el fabricante aeronáutico europeo también niega.“Airbus cooperará plenamente con el juicio de apelación que comenzará el 29 de septiembre con el fin de seguir esclareciendo las causas de este trágico accidente, en sintonía con el compromiso total de la empresa con la seguridad aérea”, afirmó la empresa en un comunicado. Se prevé que los representantes de Airbus y Air France sean interrogados a partir del 27 de octubre. Agencias AFP, DPA y ANSA

Imagen: archivo
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