Debido a una crisis financiera, la reconocida aerolínea pasará a manos del Estado italiano a partir de octubre y comenzará a llamarse ITA.
La compañía aérea Alitalia, tras casi 75 años surcando los cielos con los colores de la bandera italiana por todo el mundo, se prepara para realizar su aterrizaje definitivo mañana con su último vuelo, el cual marcará efectivamente el final de la historia de la aerolínea.Una historia de éxitos pero también de declive, entre ríos de dinero público y decisiones equivocadas, después de que ni siquiera la gestión de los particulares haya logrado torcer la suerte.
Debido a una crisis financiera, la reconocida aerolínea pasará a manos del Estado italiano a partir de mediados de octubre y comenzará a llamarse ITA. Es por eso que, con la venia del ministerio de Desarrollo económico de Italia, la empresa estatizada decidió cancelar todos los pasajes emitidos a partir de esa fecha y adelantó a las agencias de turismo locales que no habrá reprogramaciones. El dinero será reintegrado a los pasajeros, pero hay polémica por cómo se llevará a cabo.
De hecho, el acuerdo alcanzado con la UE para la puesta en marcha de la nueva empresa Ita sacrificó a la antigua empresa, que en nombre de la discontinuidad debe apagar sus motores.
La marca histórica, sin embargo, podría sobrevivir y continuar volando sobre las alas de Ita, siempre y cuando la empresa logre ganar la licitación. Sobre esto, de acuerdo con trascendidos, habría algunos progresos y se está trabajando duro para llegar a la venta a tiempo para el despegue el próximo viernes.
De hecho, debería evitarse el peor de los casos, la quiebra, que aún no se ha evitado.
La partida de Alitalia será mañana, a última hora de la tarde, con el último vuelo del día, el AZ1586 Cagliari-Roma, que saldrá a las 22.05 horas de la capital sarda para aterrizar en Fiumicino a las 23.10.
Para llevar a los últimos pasajeros, Alitalia contará con un Airbus 320 (procedente de AirOne), que volará lleno con todos sus 180 asientos ocupados.
El comandante será Andrea Gioia, de 55 años, con 15 mil horas de vuelo, entrenado en la escuela de vuelo de Alitalia. Después, 560 kilómetros y poco más de una hora de viaje,caerá el telón.
Un vuelo que adquiere un valor aún más simbólico dado que será la última conexión «tricolor» con Cerdeña, destino histórico de Alitalia, que siempre fue atendida por la empresa italiana.
Con el último vuelo, se cierra también el programa de realineamiento de la empresa, que entregará a Ita una flota basada enteramente en Roma y Linate.
En la víspera del último día entre los trabajadores (que prosiguen con la movilización en la terminal 3 en Fiumicino) hay sentimientos de amargura y enfado. «Es una derrota para Italia», dicen dos trabajadores que, desde hace 20 años ofrecen sus servicios en la empresa.
La primera Alitalia, conocida también como Aerolíneas italianas internacionales, despegó por primera vez en 1947 como compañía de bandera. En sus aviones estuvieron papas y las estrellas de los años de la «dolce vita».
En un pasado glorioso fueron una suerte de emblema de la excelencia italiana.
Sin embargo, fue en los 90 cuando llegaron las primeras dificultades, gracias a la liberalización del transporte aéreo. Una serie de malas decisiones hicieron que las pérdidas aumenten.
En 2008, para evitar la venta a Air France-KLM, se creó un consorcio de empresarios italianos, pero la aventura de Alitalia Cai no duró mucho.
En 2015 Etihad volvió a intentarlo, pero ni siquiera la rica inversión de 1.700 millones logró evitar la administración extraordinaria, que comenzó el 2 de mayo de 2017 y llegó hasta la actualidad.