Boeing 737 Max: volverá a volar en septiembre
ESTADOS UNIDOS ESPERA LEVANTAR LA PROHIBICIÓN EN UN MES
Lleva en tierra un año y medio después de los dos accidentes que causaron la muerte de 346 personas
La FAA publica todos los cambios exigidos para dar luz verde a la reanudación de vuelos con este modelo.
El Boeing 737 Max podría volver a surcar los cielos en cuestión de semanas. El modelo, en tierra durante un año y medio tras los dos accidentes que causaron la muerte de 346 personas, está cada vez más cerca de recibir la autorización para levantar el vuelo (Boeing reinicia la fabricación del 737 Max esperando la ‘luz verde’).
La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos ha publicado un extenso documento de 95 páginas que contiene un resumen preliminar de todas las modificaciones introducidas durante los últimos 18 meses, así como las medidas que aún deberá implementar Boeing para que la aeronave recupere la certificación, informa Business Insider.
Entre las modificaciones que ha exigido la FAA a Boeing para levantar el veto a la aeronave, la más relevante es que se instale un nuevo software a bordo y que los pilotos sean entrenados con él. Otra condición es que modifique el cableado de los estabilizadores horizontales del avión, realice pruebas del sistema de sensor de ángulo de cada avión y haga vuelos de prueba.
Cabe recordar que los principales errores detectados en las investigaciones posteriores a los accidentes están relacionados con el software MCAS. Diseñado para compensar el mayor tamaño de los motores del 737 Max, evitando así que el avión se inclinase demasiado hacia arriba, todo apunta a que el sensor encargado de detectar esta inclinación falló en ambos casos.
Después de la introducción de estos y otros cambios, y con las pruebas de vuelo efectuados durante las últimas semanas, la FAA concluyen que se han atenuado los problemas de seguridad del avión (Boeing 737 Max: las pruebas para levantar la prohibición y poder volar otra vez). No obstante, ahora se abre un periodo de 45 días hasta que se emita una orden definitiva. Además, falta ver si autoridades de otros países, como por ejemplo EASA en Europa, dan por buenos estos cambios o exigen medidas adicionales.