Boeing suspende su contrato con la brasileña Embraer
En 2018 acordaron formar una compañía conjunta para explotar el negocio de aviación civil de la brasileña.
El gigante aeronáutico estadounidense Boeing ha suspendido su acuerdo con la brasileña Embraer tras acusar a esta última de “no cumplir las condiciones necesarias” pactadas en un contrato conjunto firmado en el 2018. Entonces, ambas empresas planearon crear una sociedad conjunta en la que Embraer, el tercer mayor fabricante de aviones del mundo, le vendía el 80% de su división de aviones comerciales por 4.200 millones de dólares (3.380 millones de euros) a Boeing, que hubiera controlado la nueva sociedad.
Ese contrato establecía como fecha tope el pasado viernes para que ambas compañías cumplieran con las condiciones marcadas y pusieran en marcha la nueva compañía. Pero, pese a que la colaboración había recibido “aprobación incondicional” de todos los reguladores implicados, excepto la Comisión Europea que estaba pendiente, Boeing ejerció su derecho a rescindir ese acuerdo.
Marc Allen, el ejecutivo que impulsó la operación dijo que la rescisión es “profundamente decepcionante”, pero que las firmas “han alcanzado un punto en el que continuar las negociaciones en el marco” de ese acuerdo “no va a resolver los problemas pendientes”. Según Allén, “en los últimos meses tuvimos negociaciones sobre condiciones no satisfechas del acuerdo, que fueron productivas pero no exitosas en última instancia. Intentamos resolverlas antes de la fecha inicial de rescisión, pero no ocurrió”, explicó sin explicar cuáles eran los obstáculos.
Por su parte, Embraer respondió horas después y señaló en una nota que Boeing adoptó un modo “sistemático de atraso y violaciones repetidas” al acuerdo, “debido a la falta de voluntad en concluir la transacción, su condición financiera, al 737 MAX y otros problemas comerciales y de reputación”.
Lo cierto es que desde el 2018 la situación ha cambiado mucho. Boeing el año pasado presentó los peores resultados en dos décadas por la crisis de los accidentados 737-Max y ahora, pendiente de la aprobación de las autoridades norteamericanas para que vuelvan a operar, afronta la paralización del sector por la pandemia de la Covid 19. La firma pidió recientemente una ayuda a la administración de 55.000 millones de euros. Ambas compañías en lo que va de año han perdido en bolsa más del 60% de su valor.
La decisión anunciada este sábado también pone fin a una segunda joint venture entre las dos compañías para “desarrollar nuevos mercados” para el carguero militar C-390 Millenium, aunque ambas firmas mantendrán un acuerdo anterior firmado en el 2012 y ampliado en el 2016 para “comercializar y apoyar conjuntamente” ese modelo. Esta ruptura favorece sobre todo a Airbus, la gran rival de Boeing que en el 2017 ya se alió con la canadiense Bombardier para un acuerdo de similares características y que ahora ya no tendrán que competir con el gigante estadounidense.
Fuente: La Vanguardia – Foto: Javier Ortega Figueiral