El plan de Aerolíneas: rutas flexibles, inversiones y aportes públicos por US$170 millones
12/01/2019 La Nación – Nota – Economía – Pag. 19
Julia D’Arrisso
La firma estatal destinará más de US$150 millones a renovación de flota, infraestructura y digitalización, entre otros rubros; seguirán los subsidios
Dentro de Aerolíneas Argentinas circula un informe de unos 20 puntos que determinarán su futuro para este año. Incluye referencias al negocio de cargas, la fidelización de los clientes de alto valor, la renovación de la flota, reformas de infraestructura y digitalización, entre otros rubros. Para llevar adelante el plan, la empresa prevé inversiones por más de US$150 millones, que apuntan a ganar rentabilidad.
Los nuevos proyectos buscan llevar a la empresa hacia un modelo high cost (en contraposición a las low cost) que consolide una oferta distinta. Eso sí, la empresa postergó el sueño del “déficit cero”.
Dicho objetivo, en 2018 se dilató por la devaluación, que repercutió en la suba del costo del combustible, y por la caída de ventas de pasajes.
Y tampoco se cumplirá en 2019, aunque la empresa sigue apuntando a reducir los subsidios que recibe del Estado. “El número más probable [que le pedirá al Estado] es US$170 millones”, sostuvo Luis Malvido, presidente de Aerolíneas, en diálogo con la nacion.
Un punto importante: la planilla de acciones contempla la continuidad de los más de 12.000 empleados.
“Reducir el personal no es una solución”, dijo el ejecutivo.
En Aerolíneas creen que la economía del país se mantendrá estable y que la demanda va a crecer en la segunda mitad del año. Sin embargo, la expectativa está puesta en no volver a sufrir un cimbronazo cambiario, como ocurrió en 2018, que llevó a la línea aérea a revisar sus cuentas.
“Los primeros meses serán más difíciles, pero en el segundo semestre habrá un aumento de la demanda y una recuperación de los precios en dólares de los pasajes”, expresó Malvido.
“El mercado aéreo está creciendo bien, pero todavía está lejos de alcanzar su potencial. Aerolíneas, con casi 70% del mercado, es responsable de empujar ese crecimiento.
Creemos que hay una demanda insatisfecha muy grande de gente que nunca voló; tenemos que salir a ganar ese mercado”, agregó.
Rutas flexibles
Uno de los mecanismos será mantener los aviones en actividad, es decir, reducir el tiempo en tierra.
Según las cifras de Aerolíneas, ese lapso bajó 10 minutos en 17 escalas de vuelos nacionales en la flota de Boeing 737-800 y se buscará hacer lo mismo con los Embraer y los de largo alcance.
La empresa opera 101 rutas, de las cuales el año pasado se sumaron 35 y se cerraron otras 17. Para este año, se abrirán los vuelos Córdoba– Punta Cana y Córdoba-Mar del Plata. Esto responde a la idea de que Córdoba puede funcionar como un nuevo centro de conexión para no pasar por Buenos Aires.
“Córdoba generó un 13% más de pasajeros en 2018 en comparación con 2017”, informaron en Aerolíneas.
Además, se cambiarán los cuatro vuelos diarios a Bogotá (Colombia) por uno al día, y se harán dos diarios a Madrid.
Para el presidente de Aerolíneas, las rutas son flexibles. Esto es, la rentabilidad de cada trayecto funciona a modo de prueba y error en relación con las pérdidas que le pueda provocar a la compañía. Para Malvido hay un mito que se debe derribar: “No es cierto que donde nadie vuela no somos rentables”.
Por el contrario, esos sitios le posibilitan a la aerolínea tener vuelos con precios más convenientes sin competencia cercana.
Próximos proyectos
Sobre los proyectos que ayudarían a mejorar los ingresos de la empresa, uno es la renovación de la flota de fuselaje angosto (Boeing 737-800), que requerirá US$30 millones. Entre los cambios están el llamado retrofit, una renovación de la estructura del avión que incluye la eliminación de la clase ejecutiva para sumar asientos a disposición de venta y la instalación de conexiones wifi.
También se hará una renovación de infraestructura destinada a mantenimiento de baños, vestuarios y salas de descanso para los empleados.
Además, se mejorarán los micros de traslado interno de pasajeros en Ezeiza, entre otras cosas. A eso se destinarán US$30 millones.
La siguiente inversión fuerte será el recambio de motores de los Embraer, para lo que se necesitarán US$75 millones.
Son 26 aeronaves de Austral por las que la empresa recibió 20 ofertas para su venta, y entre abril y mayo terminará de definir si se desprende de todas, solo de algunas o las mantiene en su flota, según el resultado que implique cada opción.
Para sustentar esos gastos, una de las apuestas es el negocio de cargas, un proyecto para transportar productos puerta a puerta. Para esto, Aerolíneas firmó un acuerdo con la empresa SmartKargo, que requirió una inversión de US$5 millones para crear una aplicación que permita despachar paquetes en 24 horas puerta a puerta en todo el país y luego la empresa JetPaq, del Grupo Aerolíneas, hará las entregas a domicilio.
Este sistema comenzaría a funcionar en mayo o junio.
En igual sentido, en 2019 se renovará el sitio web y la aplicación, para lo que se invertirá en una primera etapa US$4,5 millones. En tanto, se compraron tabletas (iPad) para que los pilotos lleven la información sobre los planes de vuelo. El costo fue de US$1,5 millones.
Otro de los puntos del modelo de negocios es asegurar la fidelidad de los llamados clientes premium.
Son aproximadamente 200.000 personas que viajan de forma habitual y compran pasajes por más de $100.000 anuales. “Son ese 5% que genera el 25% de los ingresos”, indicó Malvido. El plan pretende subir la facturación de la empresa en US$120 millones para 2021.
Por último, también se brindarán servicios a otras líneas aéreas de la alianza SkyTeam, como rampa y mantenimiento. “Tenemos personal capacitado y en algunos casos, capacidad ociosa. Por ejemplo, en Ezeiza nosotros no tenemos arribos y despegues en horarios en los que llegan los aviones de algunos de los socios de SkyTeam y podríamos darles servicios.
Lo mismo en algunas escalas del Interior. Ya estamos hablando con algunas empresas, por ejemplo, con Gol”, explicó Malvido.
En tanto, este año Aerolíneas pondrá en funcionamiento los puentes aéreos Buenos Aires–Córdoba y Buenos Aires–Mendoza, que les permitirá a los viajeros frecuentes tomar cualquiera de los vuelos del día de arribo, el anterior o el posterior sin cambiar su ticket. Esto es para pasajeros que viajen por trabajo y tengan que lidiar, por ejemplo, con el retraso de una reunión.