La devaluación alteró todos los planes de negocios de las low cost

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02/12/2019 Clarín – Nota – El País – Pag. 16

RECALCULANDO TARIFAS Y COSTOS

Luis Ceriotto

Con indisimulado apoyo del actual Gobierno, las low cost comenzaron a operar hace apenas dos años y ese lapso captaron un 20 por ciento del mercado local de cabotaje. Pero en medio de ese proceso se sucedieron las devaluaciones que llevaron la cotización del dólar a 40 pesos en 2018 y a 60 pesos después de las PASO. Además, con el cepo es mucho más difícil acceder a divisas. Y todo el mercado de cabotaje crujió, tanto las low cost como las aerolíneas tradicionales.
¿Por qué? La devaluación las sorprendió en medio de la desregulación tarifaria, y todas estaban embarcadas en una guerra de tarifas en pesos. No solo para el corto plazo: Aerolíneas, Austral y otras competidoras estaban vendiendo, en pesos y cuotas sin interés, a precios de junio de 2018 pasajes que recién serían volados este año.
Y en el mercado aerocomercial, los pesos solo sirven para pagar salarios y pocos costos más. El combustible (40% del costo) y el leasing de los aviones (entre 10% y 25%) es en dólares.
Esa ecuación fue la que dejó fuera de carrera a aerolíneas convencionales como Avianca Argentina (pidió el concurso), Andes (devolvió aviones y se redujo al mínimo) y también será la razón de fondo del cada vez más abultado déficit de Aerolíneas, que este año podría volver a superar la barrera de los US$ 300 millones.
¿Y las low cost? Les caben las generales de la ley, pero aguantan la perdida.
Así es el caso de Flybondi, y sería el de JetSmart. Norwegian, con problemas en su casa matriz (10% de su flota son Boeing Max en tierra) da señales de fatiga financiera. No lo admiten, pero tampoco lo desmienten.
La política también aporta lo suyo.
Los gremios aeronáuticos consideran a las low cost el enemigo a erradicar.
No logran captar afiliados allí.
No es lo mismo para los gobernadores.
La multiplicación de rutas aéreas desde todo el país, y no solo desde Buenos Aires, incrementaron la llegada de turistas extranjeros. Bariloche, Salta e Iguazú este año registraron momentos con cuatro o cinco aviones de gran porte estacionados en sus aeropuertos, algo completamente inédito.
Desde el entorno de Alberto Fernández no dieron ninguna señal. El presidente electo tiene diálogo con los gremios y les prometió “recuperar” a Aerolíneas. Pero aún no define al ministro de Transporte ni al titular de Aerolíneas. En esa falta de definición hay que leer la movida de Norwegian y JetSmart.

LOS COSTOS
es lo que representa el gasto de combustible que se paga en dólares del costo total de una low cost.

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