Quebec sigue financiando

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La experiencia Bombardier no fue suficiente • Por Luis Alberto Franco.

Dicen que un senador norteamericano le dijo a un “empresario” de dudosa reputación: “¿Crear puestos de trabajo? ¿Esa es la gran mentira norteamericana no?

La excusa de sostener las fuentes laborales no es una exclusividad de los políticos estadounidenses, ya que cada día los empleos son uno de los “commodities” políticos más transados.

En 2016 la provincia de Quebec dio inicio a una hemorragia de recursos para sostener una mala idea del grupo industrial Bombardier: el desarrollo y fabricación de la familia de aviones CSeries. En esa fecha los contribuyentes fueron involuntariamente aportantes de 1.000 millones de dólares para un programa que buscaba sostenerse; había que proteger empleos, dijeron. Algún tiempo y mucho dinero después, Airbus terminó por comprar el programa a Bombardier, quien también se vio obligada a vender otras unidades de negocios, incluyendo la ferroviaria en que había brillado, para quedarse sólo con la fabricación de jets ejecutivos.

En 2020, con Airbus al timón de los CSeries, que cambiaron su denominación por la de “Familia A220”, parecía estar corto efectivo, por lo que apeló al gobierno de la provincia canadiense por ayuda. Según las encuestas la idea de que el gobierno aportara más dinero era muy impopular, por lo que el primer ministro descartó “invertir” en lo que todavía es una empresa en la que Quebec tiene 25%. En aquel entonces el informe de la empresa decía: “Si bien el programa A220 continúa ganando mercado y demostrando su valor para las aerolíneas, las últimas indicaciones del plan financiero (de Airbus Canada Limited Partnership) requieren inversiones adicionales en efectivo (…)”.

Ahora parece que el gobierno cambió de postura –tal vez por los desbarajustes de la pandemia han cambiado la opinión pública– por lo que habría acordado con Airbus una inversión de 1.200 millones de dólares con el objetivo de impulsar la producción del A220 en Mirabel, Quebec, donde funciona una de las dos líneas de ensamblaje final de avión. La otra está en Mobile, Alabama, Estados Unidos.

Según la información del pasado 4 de febrero, los quebequenses pondrán otros 300 millones y Airbus 900, ese fue el trato. El primer ministro Francois Legalt lo anunció así: “el acuerdo protegería 2.500 puestos de trabajo”. En otra parte del compromiso se amplió la fecha en la que Airbus puede recomprar la participación de Quebec en el programa, la que pasó de 2026 a 2030. Cuatro añitos más para comprar el 25% de lo que en ese momento valga Airbus Canada Limited Partnership.

Airbus asegura que ahora pasará de producir 5 aviones en sus dos líneas, a 6, un avión más, y a 14 antes de 2025.

Los pedidos de A220 ascenderían a 500 aviones, eso es lo que asegura Guillaume Faury CEO de Airbus y accionista mayoritario de Airbus Canada Limited Partnership.

¿Será el último aporte estatal al proyecto?

Fuente: aeromarket.com.ar

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