Reclaman una solución para Andes: quiebra o resurrección

Unos días antes que la pandemia pusiera la mayor parte de los aviones del mundo en tierra, la argentina Andes Líneas Aéreas dejó de volar. Luego vino la cuarentena más larga del mundo, y algo más de un año después una lenta recuperación que no incluyó a la empresa que había nacido en Salta, fruto del esfuerzo y la audacia de un grupo de profesionales con antecedentes en la aviación, y que llegó a tener 10 aviones en 2016/17. Cuando los aviones de las otras compañías volvían de a poco, los últimos MDs de Andes siguieron en tierra. Si bien la esperanza es lo último que se pierde, sus empleados reclaman ahora una solución y piden por la aparición de quien fuera el creador y principal accionista, Miguel Ziadi, que un tiempo antes de la pandemia se fue a radicar a Estados Unidos.

¿Cuáles son las alternativas? Una, que los accionistas con o sin nuevos socios se pongan al día y retomen las operaciones. Opción, por lo visto, difícil. La otra es pedir formalmente la quiebra – los rumores de la deuda van de los 5 a los 25 millones de dólares – tomando el ejemplo que se refleja en esta misma edición del acuerdo de pago a través de la justicia de Avian, la empresa de los hermanos Efromovich. Y la tercera, que alguien al que le interese el negocio se haga cargo de lo que queda de la compañía, negocie con los acreedores, y se quede con una aerolínea que tiene los permisos y la mayor parte de las rutas interesantes del país, además de rutas internacionales.

¿Aparecerá Ziadi? ¿Pedirá Andes su propia quiebra? ¿Aparecerá un inversor? ¿Volverá a volar?

Es probable que en las próximas semanas haya novedades.