Un avión bajó dos veces hasta los 150 metros en Aeroparque, pero tuvo que desviarse a Ezeiza

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17/02/2023 diariolarepublica.ar – Nota

La maniobra de una aeronave de Flybondi que llegaba desde Posadas llamó la atención de los transeúntes. Tarde de complicaciones en Aeroparque.

Aeroparque vivió este jueves una tarde de complicaciones, entre un operativo por un paquete sospechoso y condiciones meteorológicas adversas. Mientras eso sucedía y la temperatura en Buenos Aires bajaba hasta los 14 grados, los automovilistas que pasaban por Costanera y aquellos que esperaban para abordar sus vuelos fueron testigos de una llamativa maniobra de un avión que bajó hasta los 150 metros de altitud pero tuvo que abortar dos veces el aterrizaje.

El vuelo F05121 de Flybondi llegaba a Buenos Aires desde Posadas. Ya había salido con demora de la capital de Misiones. Pero lo más curioso vino después. Testigos aseguran que lo vieron descender para, de manera repentina, volver a elevarse, como si rebotara en el aire.

Registros de la página FlightRadar muestran que, en realidad, la aeronave Boeing 737-8U3 bajó dos veces hasta los 425 pies, unos escasos 130 metros de altitud.

En la primera ocasión, a las 16.45, volvió a subir hasta los 3.350 pies (1.020 metros) y sobrevoló el Río de la Plata. Entonces lo intentó otra vez. A las 17.03, ingresó por el norte del Gran Buenos Aires y, cuando estaba por perfilarse rumbo a la pista del Aeroparque Jorge Newbery, se repitió la escena: tras descender hasta la misma altitud, abortó la maniobra.

Después, en cambio de sobrevolar el río, puso rumbo sur hasta la zona de Bosques y allí retomó al noroeste para aterrizar en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en Ezeiza, adonde tocó suelo a las 17.28, una hora y media después de lo previsto.

Desde la aerolínea lowcost explicaron que se trató de una maniobra “de procedimiento de aproximación en meteorología adversa “. y que resulta habitual en circunstancias como las de este jueves a la tarde, con “frente de tormenta, vientos y otras condiciones meteorológicas”.
Otra fuente remarcó que es “una maniobra súper controlada “. Más si hay “viento cruzado, si el piloto no está cómodo con la aproximación, hace escape, se acomoda y lo intenta de nuevo “.

En rigor, el avión de Flybondi no fue el único que tuvo que hacer esta  “aproximación frustrada” a la pista de aterrizaje. Al menos un Boeing 737-8SH de Aerolíneas Argentinas atravesó una situación similar. El vuelo AR1818, desde El Calafate, descendió hasta los 850 pies (260 metros) a las 17.46 y recorrió el mismo circuito sobre el Río de la Plata. En este caso, el segundo intento fue exitoso.

Una tarde complicada en Aeroparque
Las complicaciones en las condiciones de vuelo coincidieron con la entrada de aire casi polar que sorprendió a la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. A la hora de las aproximaciones frustradas, hubo vientos del sur cercanos a los 30 kilómetros por hora.

Con estas condiciones, las temperaturas (que hace una semana marcaron el máximo en más de 60 años) se ubicaron apenas por encima de los 14 grados este jueves a la tarde. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), para este viernes se espera una mínima de 11 grados y el sábado de 10 grados en el AMBA.

Pero la cuestión meteorológica no fue la única que cambió los planes en Aeroparque. Es que un bolso olvidado por un pasajero disparó el protocolo de seguridad previsto para estos casos y obligó a la intervención de la Brigada de Explosivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

Finalmente, se comprobó que fue una falsa alarma y la actividad retornó a la normalidad.
El bolso se encontró en la zona de un café , ubicado cerca de los mostradores de check in y fue advertido por un personal de seguridad privada del aeropuerto, que avisó de inmediato a la PSA, que tras comprobar que el dueño del equipaje no se encontraba entre los pasajeros que estaban en el lugar, implementó el protocolo de “equipaje sospechoso”.

Cuando esto sucede se acordona el lugar circundante a donde se encuentra el bulto, se desaloja a los pasajeros de las inmediaciones y se cierra el acceso al lugar mientras dura el operativo, que involucra a la Brigada de Explosivos, que se ocupa de inspeccionar el contenido del equipaje para determinar su grado de peligrosidad.

Mientras esto sucede, el resto de la estación aérea siguió operando con normalidad, quedando afectado solamente el sector cercano al lugar en el que se encontraba el equipaje.

Los peritos intervinientes determinaron que dentro del bolso solamente había prendas de vestir y enseres propios de un viaje, por lo que, tras 40 minutos, se levantó el operativo y la actividad retornó a la normalidad, aunque el hecho provocó algunas demoras en las partidas de un par de vuelos, ya que había pasajeros que debido al operativo no pudieron embarcar en tiempo y forma.

Finalmente, apareció el pasajero que se había olvidado el equipaje.
Hechos como estos ocurren con bastante frecuencia tanto en Aeroparque como en Ezeiza, aunque en esta ocasión la gran cantidad de viajeros que, por las vacaciones, transitaban por la estación aérea metropolitana, hicieron que el desarrollo del operativo tuviese una mayor repercusión.

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