Unión Europea permitirá que sus líneas aéreas carguen menos combustible

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01/04/2022 Aero-naves.com – Nota

Con la intención de aportar menos emisiones contaminantes a la atmósfera, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) publica un cambio en la normativa aeronáutica que permite a los operadores reducir la cantidad de combustible que se carga para cada ruta. La menor cantidad de carburante no afectaría la seguridad de la operación, ya que está referido a la cantidad remanente que se utiliza en caso de proceder a un alterno o efectuar desvíos.

El cambio anunciado entrará en vigor el 30 de octubre. Desde EASA, indican que con estas modificaciones se podrán reducir las emisiones de CO2 en hasta 3 millones de toneladas lo que representa aproximadamente un 1% del total de emisiones de los vuelos en Europa. Destacan que la nueva normativa alinea las políticas aeronáuticas de la Unión Europea con las directrices de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

En todo el mundo, las aeronaves deben llevar combustible suficiente para garantizar la operación de la ruta considerando todos los factores que la afectan, por ejemplo, meteorología o demoras en los aeropuertos tanto en tierra como en el aire (circuitos de espera a la llegada). Además, el carguío de combustible considera desvíos hacia un aeropuerto alterno y eventuales esperas que el vuelo pueda sufrir. Toda la carga adicional supone un peso a la aeronave y representa mayores emisiones contaminantes.

EASA descarta una afección a la seguridad. “Lo más importante es que esto se puede hacer sin comprometer la seguridad”, expresa Jesper Rasmussen, director de Estandarización en las Operaciones de Vuelo de EASA. Desde su perspectiva y de la autoridad aeronáutica europea, las nuevas tecnologías en equipamiento de aeronaves como el uso de datos para el cálculo optimizado de combustible y las nuevas aeronaves permiten que las líneas aéreas realicen una evaluación más precisa de cuánto carburante se necesita para cada ruta.

La normativa EASA para el cálculo y uso de combustible consideran tres esquemas: uno básico, uno con variaciones y un esquema combustible individual. La transición de los últimos son voluntarios e implican el uso de más recursos y capacidades de monitoreo comprobables por parte de las líneas aéreas. La autoridad aeronáutica señala que los cambios implican mayor supervisión. Además, las reducciones en la cantidad de carga de combustible varían según la ruta y el tipo de aeronave.

La reducción de la cantidad de combustible en Europa es posible por la cantidad de rutas y la disponibilidad de aeropuertos y aeródromos con buena infraestructura y equipamiento que en su mayoría pueden atender a la mayoría de las aeronaves que las líneas aéreas utilizan. Europa continental sería la región más beneficiada con esta medida, no así la zona del Mediterráneo y los territorios insulares en el Atlántico, que por sus características geográficas y operacionales no permiten modificar la cantidad de combustible para cada vuelo.

La medida está aprobada por EASA y aplicarán también a las aeronaves propulsadas por nuevas fuentes de energía alternativa como las baterías eléctricas. Sin embargo, no se descarta que existan cuestionamientos a la medida, especialmente por parte del gremio de los pilotos y operadores de vuelo, al considerar que los cambios pueden suponer eventuales riesgos, especialmente cuando las administraciones de las compañías privilegian un enfoque exclusivamente basado en la reducción de los costos.

El combustible es el segundo ítem de costos de las líneas aéreas, ubicándose después de los salarios.

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