Boeing en su laberinto

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La industria sufriría si Boeing no supera sus problemas, al menos dos proveedores de aviones debe haber • Por Luis Alberto Franco

Publicado el Abr 16, 2024 – aeromarket.com.ar/

La periodista Eva Thomas escribe en Airport Technology: ¿Es Boeing demasiado grande para quebrar? La respuesta no es fácil y todo el mercado sufriría si Boeing no sale del descomunal embrollo en el que se ha metido con “notable perseverancia”  a lo largo de demasiado tiempo.

Decisiones equivocadas y opacas, pérdida de foco y abandono de las fortalezas de la compañía, aceptación de las debilidades, fusiones e incorporaciones que afectaron su cultura empresaria, todo parece haberse trastocado a medida que la compañía crecía y se convertía en una suerte de  agujero negro cuya gravedad absorbía todo lo aeronáutico que se le acercaba.

¿Estados Unidos realmente permitiría alguna vez que Boeing fracase? Continúa Thomas en su nota de Airport Technology. Es posible que el establishment de los Estados Unidos no, pero las instituciones del capitalismo, la Justicia y la meritocracia deberían mostrar que todavía son parte de los valores sobre la que se asientan las históricas instituciones norteamericanas.

Otro periodista, Bill Chappell, se pregunta: ¿Qué tan malo es el 2024 de Boeing hasta ahora?, para luego trazar una cronología de incidentes espantosos que parecen hundir más y más al gigante aeroespacial. Veamos.

 

  • 5 de enero: Un avión de Alaska Airlines pierde una puerta tapón al alcanzar los 16.000 pies, llevaba 177 almas abordo.
  • 8 de enero: Varias aerolíneas encuentran más piezas sueltas en el fuselaje de sus MAX.
  • Uno de los más importantes proveedores de Boeing, Spirit AeroSystems, es cuestionado por “cantidad excesiva de defectos”. Spirit no es un proveedor más, es uno clave en el proceso productivo de Boeing.
  • 12 de enero: la FAA anuncia que auditará la producción de Boeing, insinúa un cambio importante.
  • 15 de enero: Boeing nombra como asesor independiente para liderar la revisión de calidad integral al almirante Kirkland Donald, un líder reconocido experto, para que “garantice la integridad de algunos de los sistemas de seguridad y calidad más complejos y trascendentales del mundo”, según dijo el CEO de la compañía Dave Calhoun.
  • 16 de enero: Boeing celebra el primer día de un “Retiro para reflexionar sobre Calidad” para el programa 737 en la fábrica de Boeing en Renton, Washington, el 25 de enero.
  • 24 de enero: la FAA despeja el camino para que el 737 Max 9 reanude sus vuelos. El avión había sido demorado por problemas y enfrenta un proceso exhaustivo de inspección. La FAA no permite que Boeing aumente la producción de aviones de la familia MAX.
  • 26 de enero: El 737 Max 9 vuelve a volar.
  • A fin de enero, Alaska Airlines vuelve a poner en servicio el primero de sus aviones Boeing 737 Max 9. Pero algunos clientes dicen que son reacios a volar en el avión.
  • 6 de febrero: La National Transport Safety Board (NTSB) emite un informe preliminar en el que confirma que faltaban pernos en la puerta perdida en el vuelo de Alaska Airlines.
  • 21 de febrero: El jefe y supervisor del programa 737 MAX, Ed Clark, es reemplazado por Katie Ringgold. El fabricante decide crear un nuevo cargo de vicepresidente senior de calidad, que ocupará Elizabeth Lund.
  • 28 de febrero: la FAA le da a Boeing 90 días para elaborar un plan integral para resolver los problemas sistémicos de control de calidad.
  • 4 de marzo: la auditoría de la FAA critica a Boeing y Spirit por no haber cumplido con los requisitos de control de calidad en la fabricación.
  • 6 de marzo: Jennifer Homendy, presidente de la NTSB testifica ante el Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado de Estados Unidos, diciendo que Boeing no coopera plenamente en la investigación.
  • 8 de marzo: Boeing argumenta que no puede localizar documentos relacionados con el tapón de la puerta.
  • 9 de marzo: un denunciante que trabajó en Boeing es encontrado muerto en un vehículo en Charleston, Carolina del Sur.
  • 12 de marzo: NTSB fija fecha para audiencia de investigación que se realizaría los días 6 y 7 de agosto para avanzar en la dilucidación de las causas por la que la puerta tapón del avión de Alaska Airlines se perdió en vuelo.
  • En la primera semana de abril los abogados de un exingeniero denunciante de Boeing alegaron que los modelos 787 y 777 podrían tener problemas estructurales.

 

Las desdichas de Boeing siguen sumándose. A esta altura y con la acumulación de problemas que tiene el fabricante toda la industria parece sufrir. Aunque puede ser tomado como “políticamente correcto”, hace unos días el CEO de Airbus, Guillaume Faury, lamentó la situación que atraviesa el mayor competidor de su compañía. Faury asegura que los problemas de Boeing afectan la confianza porque la seguridad es un valor fundamental para la industria. Tiene toda la razón.

Por otra parte, varias aerolíneas están complicadas porque necesitan aviones nuevos que Boeing no puede entregarles en tiempo y forma, y su competidor tampoco puede suplir el faltante en todo el mercado. De China mejor ni hablar.

Nadie sabe qué pasará finalmente con Boeing, pero el número de empleados que tiene, los contratos que mantiene con el sector de la Defensa y la historia de liderazgo que aún puede exhibir hacen poco probable que una empresa tan emblemática sucumba en el torbellino de errores que la tiene como protagonista. Algunos señalan, tal vez descabelladamente, que un plan de desmembramiento estaría en curso; otros, por el contrario, aseguran que Boeing volverá a integrar la producción de componentes a su propia organización. Lo cierto es que Boeing debe cambiar, volver al sendero que hizo de la marca un símbolo de la confiabilidad en la fabricación de prodigios que jalonaron la historia de la aviación mundial.

Fuentes: Airport Technology, NPRy otras.
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