Caos generalizado en los aeropuertos de Europa

En primer lugar, exceso de público. La infraestructura aeroportuaria europea ha pasado de estar operando al ralentí a tener hoy que ponerse al máximo, generando una situación tensa. Más allá del funcionamiento de los aeropuertos, hasta las colas en los bares y restaurantes son insólitas y estresantes. Este aumento de viajeros es dramático especialmente en algunos aeropuertos alemanes o británicos.

En segundo lugar, la falta de plantilla. Faltan trabajadores en todos lados, pero lo más sensible es el control de seguridad en muchos aeropuertos, donde están las máquinas, pero hay incontables pasillos fuera de uso; también falta personal en handling; y faltan tripulantes de cabina, más en algunas aerolíneas que en otras. En España, el Ministerio del Interior contribuye al caos obligando a los turistas británicos a estar hasta hora y media en una cola esperando a que le sellen el pasaporte (La huelga de pilotos puede conducir a la quiebra de SAS).

Tercero, muy relacionado con la falta de plantilla: hay determinados países en los que algunos prestatarios de servicios a la aviación dicen que están registrando aumento de casos de Covid, lo que les obliga a revisar sus servicios.

Cuarto, las huelgas: Ryanair, Easyjet, British Airways, Aeroports de París y Brussels Airlines han estado o aún están en huelga, provocando efecto dominó sobre muchos servicios.

Quinto, aunque esto es histórico y jamás podremos evitarlo, los controladores franceses, que de nuevo están fastidiando lo que pueden, como han hecho toda la vida.

¿Cuándo puede acabar este caos? Lufthansa ha dicho que en 2023. Las aerolíneas británicas hablan de mediados de agosto. Schiphol espera que se acabe esto con una reducción de sus viajeros.