Europa: “no” a indemnizar por vuelos cancelados
PREOCUPANTE SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE LA UE
La normativa dice que no habrá indemnización por “circunstancias excepcionales”
¿Qué significa esto de “circunstancias excepcionales”?
La Corte de Justicia de la Unión Europea está dictando sentencias que van configurando una interpretación de esta expresión. Se daba por hecho que en este capítulo entraba el mal tiempo, una catástrofe, o circunstancias suficientemente graves como para que no se pueda pensar en volar. (Miles de vuelos cancelados de Lufthansa y British asustan a España)
Según publica Il Sole, de Italia, el criterio parece ahora que está siendo objeto de una lectura bastante restrictiva.
El caso que ha motivado la última sentencia tuvo lugar porque unos viajeros que partían de Lisboa querían ser indemnizados porque se canceló su vuelo. La aerolínea dijo que era una causa excepcional. ¿Qué había pasado? Que el sistema de repostaje del aeropuerto lisboeta había fallado. Y el tribunal considera que eso es excepcional porque escapa al control del transportista. Lo que exige claramente es que la aerolínea demuestre esto en su respuesta al viajero.
La pregunta que surge entonces es que siempre que hay una cancelación es porque ha habido una causa que ha escapado al control de la compañía, porque de lo contrario, habría habido vuelo. Siempre, por un motivo o por otro, si no hay vuelo es porque es imposible operar, de manera que se llegaría al absurdo de que nunca habría derecho a la indemnización, salvo en el caso en el que la compañía, pudiendo volar, disponiendo de todo lo necesario, no lo hiciera, cosa que evidentemente no ocurre nunca. Si no vuela, por definición, hay una razón que ha escapado a su control, sea un miembro de la tripulación ausente, sea un fallo en el avión, sea saturación del espacio aéreo, sea un problema en el aeropuerto, o cualquier otro.
El criterio de los fallos del Tribunal Europeo es determinante en estos casos, por lo que ante la oleada de cancelaciones que estamos viendo, parece que lo único importante es que las aerolíneas dispongan de un buen argumentario para explicar por qué no operó el vuelo y, a partir de ahí, el reglamento puede ir a la basura.