Ita recibirá una ayuda estatal a fondo perdido de 400 millones de euros
ANTES DE QUE ACABE NOVIEMBRE
La heredera de Alitalia se encuentra en pleno proceso de expansión de sus conexiones. Mientras tanto, el conflicto interno está al rojo vivo y no hay avances significativos en el proceso de venta
R. P.
El Gobierno italiano sigue pensando qué va a hacer con Ita Airways, la aerolínea heredera de Alitalia, que apenas lleva un año volando. Sin embargo, mientras llega esa decisión, ha aprobado otra ayuda a fondo perdido de 400 millones de euros para que siga operando. El dinero deberá estar disponible para la compañía antes del final de este mes de noviembre, cuando el ministro de Economía haya firmado los detalles de la operación que se ha aprobado (Fracasa la venta de Ita al fondo Certares y Air France).
Hay que recordar que Ita se encuentra en plena expansión de sus redes (la última ruta anunciada es a Haneda, en Tokio), lo cual siempre tiene costes debido a la necesidad de tiempo para que madure la oferta. Igualmente, toda la tecnología y parte del mantenimiento son nuevos, dado que la Comisión Europea obligó a la antigua Alitalia a desprenderse de parte de sus antiguos equipos.
Mientras tanto, el conflicto interno está al rojo vivo: el presidente ha presentado su renuncia y dice que quiere cobrar una indemnización; en el consejo de administración hay varios dimitidos, mientras que el gobierno quiere que dejar el consejo en apenas cinco miembros (Dimite el presidente de ITA antes de decidir su futuro).
Al mismo tiempo, no hay detalles ni avances en la decisión de vender la compañía a Certares (con Air France y Delta) o a Lufthansa con la naviera MSC. Los primeros piden poco más de la mitad del capital y el segundo ha insistido en que quiere el ochenta por ciento y ha dicho claramente que quiere una privatización en serio, lo que traducido significa que el Gobierno deje de tener un papel relevante. En el Gobierno de ultraderecha no está clara la postura, aunque se han oído altos cargos que reivindican la necesidad de que Italia, que está pagando mucho dinero por reabrir su compañía aérea, no debería perder su voz y decisión en este terreno.