La CGT mira de reojo el nuevo intento del kirchnerismo por «integrar» el sistema de salud
Por Emiliano Russo, columnista de Mundo Gremial
El kirchnerismo avanzó en la semana con una agenda que pone los pelos de punta a la CGT: anunció sus intenciones de avanzar en la integración del sistema de salud en la Provincia –esto es, el público, el de la seguridad social y el privado- y no descartó insistir en una ley nacional que lleve esa reforma a todo el país, como bien había planteado Cristina Kirchner a fines de 2020 cuando en plena crisis del covid reclamó la integración de los tres niveles para hacer más «eficiente» al sistema.
La central obrera ya había rechazado el globo de ensayo que había lanzado esta ala del gobierno en el año 2021. Incluso resistió el intento el ministro de salud bonaerense, Nicolas Kreplak, de ubicar a varios dirigentes de su espacio en la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) tras el fallecimiento de Eugenio Zanarini que, al parecer, pretendía establecer una suerte de “cabecera de playa” que posibilitara la puesta en marcha la reforma desde adentro del organismo. Celosos del manejo de las obras sociales, los jefes sindicales resistieron dicha embestida y ahora miran de reojo este nuevo intento de reforma, por ahora en territorio bonaerense.
Es que Kreplak realizó declaraciones en este sentido en el marco del cierre del Congreso Provincial de Salud, realizado días atrás en la ciudad de Mar del Plata. “Es el tiempo de transformar las cosas y estamos apurados porque es ahora, que tenemos al gobernador, que tenemos a la Vicepresidenta, que nos pide que hagamos el Sistema Nacional Integrado de Salud, y a quien nosotros le debemos la responsabilidad de llevarlo adelante”, sentenció al tiempo que recordó que “fue una de las cosas que se destruyeron en nuestro país, el sueño de volver a juntar la seguridad social de los trabajadores de un sindicato que los representan con el sector público para poder garantizar que el derecho a la salud sea equitativo”.
En este sentido, el funcionario planteó que durante los días de mayor cantidad de internados durante la pandemia de coronavirus «esto sucedió y aún sin el marco normativo» y fue «por el empuje de los trabajadores». A su lado, el diputado nacional, Daniel Gollán fue más allá y auguró que «la integración del sistema de salud nacional va a ser ley» y les habló a los trabajadores de la salud presentes en el congreso: «Vamos a necesitar de ustedes para hacerlo si hay resistencia de sectores minoritarios que se oponen».
Las declaraciones del ex ministro de Salud bonaerense parecieron una crítica velada a los sindicalistas que resisten cualquier intento de intervención del gobierno en las obras sociales sindicales.
El actual titular de la SSS, Daniel López, no compartiría esta mirada del kirchnerismo por “integrar” el sistema de salud. Con todo, se necesitaría una normativa nacional que, con los números que hoy maneja el cristinismo en el Parlamento, resultaría una tarea imposible.
Hoy la Superintendencia, por el contrario, está abocada a intentar cumplir con el pago de los fondos de reintegro y tratar de cumplir con el reclamo de la CGT por el pago de los fondos del rubro de discapacidad. Estas quejas se repitieron durante la celebración de reunión de consejo directivo del pasado jueves en la sede de calle Azopardo.
El año pasado el Ejecutivo adeudó el pago de más de $4 mil millones en concepto de transporte y educación de beneficiarios con algún tipo de discapacidad. Ahora el organismo busca traspasar dicha cobertura a la Agencia Nacional de Discapacidad. “No podes poner plata de la sanidad en un tema educativo”, argumentan en el oficialismo.