La Fuerza Aérea Argentina realizó una evacuación aeromédica en la Antártida

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Teniendo como marco el final de la segunda y comienzo de la tercera etapa de la Campaña Antártica de Verano, desde el gobierno de la República Argentina fue informada la realización exitosa de un operativo de evacuación aeromédica en el continente blanco. El mismo contó con el despliegue de medios de ala fija y rotatoria de la Fuerza Aérea Argentina, como la coordinación entre las Bases Antárticas Argentinas involucradas.

El día 8 de abril, aproximadamente a las 22 horas, fue notificado que desde el aviso ARA Puerto Argentino de la Armada Argentina dos integrantes de su tripulación requerían de una evacuación médica inmediata con rumbo al continente. A partir de ese momento, desde el Departamento de Operaciones del Comando de Adiestramiento y Alistamiento, vicecomodoro Fabián Brunetta, comenzó la rápida coordinación de medios y personal para efectuar el operativo.

Los tripulantes afectados del ARA Puerto Argentino presentaban un probable caso de apendicitis, mientras que el otro problemas renales. La unidad de Armada Argentina se encontraba en las cercanías de la Base Antártica Carlini, permitiendo así su traslado en lancha de ambos tripulantes afectados.

Por su parte, desde la Base Antártica Conjunta Marambio se alistaron dos helicópteros, un Bell 212 y 412, de la Fuerza Aérea Argentina, que partieron con rumbo a Carlini. Arribados a la base, los medios de ala rotaria efectuaron los traslados de los efectivos de la Armada Argentina hacía la base Eduardo Frei de la Fuerza Aérea de Chile. En base a lo informado la situación fue compleja frente a un cuadro de salud que se iba agravando con el paso de las horas.

Mientas tanto en el continente, aeronaves Hércules C-130H se alistaban para partir provenientes de diversos puntos. El vicecomodoro Fabián Brunetta brinda detalles de la operación que involucro a personal y medios de la I y II Brigada Aérea:

A partir del aviso de la evacuación sanitaria se comienzan las coordinaciones con la I Brigada Aérea de El Palomar, Unidad que tiene el medio aéreo y el personal del Servicio de Evacuación Sanitaria que está a cargo de un médico. La aeronave C-130 Hércules a emplear se encontraba en ese momento efectuando tareas de búsqueda en Mar Argentino entre Comodoro y Trelew de una aeronave brasilera que se presumía accidentada en la zona”.

A la tripulación que estaba desarrollando la actividad de búsqueda debía incorporarse personal idóneo para la nueva tarea a realizar, por tal motivo y para poder llevar a cabo la nueva misión encomendada se tuvo que enviar por modo aéreo, con un Lear jet 35 de la II Brigada Aérea, al personal necesario para conformar una tripulación antártica para evacuación sanitaria”, prosiguió el vicecomodoro Brunetta.

El día 9 de abril, el Hércules TC-69 alistado junto a su tripulación partió con rumbo a comodoro Rivadavia hacia la Base Eduardo Frei de la Fuerza Aérea de Chile, ya que esta base es la que se encuentra más cercana al continente. No obstante, durante su arribo en horas de la tarde a la Base Frei, el TC-69 presentó novedades que impidieron su aterrizaje. Con esta novedad la aeronave debió regresar a Río Gallegos, donde los mecánicos de la base determinaron que la novedad técnica no podía ser reparada en tiempo y forma según los requerimientos de la evacuación; determinando la necesidad imperiosa de emplear otra aeronave de la institución en el operativo.

De esta forma, el Hércules TC-66 se encontraba replegando medios y personal que regresaban de Chile, proveniente de su participación en FIDAE. La aeronave arribó a Mendoza, dejando su carga y pasajeros, para poner rumbo a Río Gallegos. Durante el vuelo, la tripulación efectuó el alistamiento y cambio de configuración de la aeronave para efectuar misiones de evacuación aeromédica.

El TC-66 partió entonces el lunes 11 de abril, con meteorología adversa, frente a que no se podía demorar más la evacuación de los efectivos de la Armada Argentina. Así lo indico Brunetta en su relato:

Con la meteorología absolutamente adversa despegamos rumbo a Frei, pudimos llegar y aterrizar en condiciones seguras. Nos estaba esperando gente de la Base Frei que colaboraron también con la evacuación” expresó el vicecomodoro. Y agregó: “El ámbito antártico es muy colaborativo, independientemente de qué país se trate. Los pacientes estaban estabilizados. Nuestra tripulación contaba con un médico y un enfermero que son especialistas en evacuación con el equipamiento necesario. A los pacientes, los embarcamos en una operación que demoró aproximadamente 30 minutos para subirlos con precaución ya que el clima era bastante hostil por el viento, la baja temperatura, la nieve y el hielo. Entonces debimos tener precaución. Hubiéramos querido hacerlo más rápido, pero es lo que nos permitió la situación. Los colocamos en las camillas y emprendimos el regreso” expresó el comandante antártico.

El Operativo de Evacuación Aeromédica fue realizado con éxito, a pesar de las eventualidades de la misión, con el arribo de los tripulantes afectados a la Base Aérea Militar Río Gallegos y su posterior traslado a hospitales de la ciudad.

La realización exitosa del operativo de evacuación médica no puede tapar una realidad que ya es evidente por si sola. La Fuerza Aérea Argentina requiere de forma urgente un mayor número y disposición de aeronaves que puedan complementar a los Hércules K/C-130H, a fin de alivianar la carga de tareas que cae sobre ellas.

Desde Zona Militar hemos resaltado en varias oportunidades que es una situación que se esta tornando cada vez más acuciante, informando de la necesidad de incorporar nuevos Hércules C-130; al igual que la adquisición de aeronaves de transporte mediano táctico, como puede ser el caso de los C-295 u otro medio. Si bien próximamente la disponibilidad de aeronaves Hércules puede aumentar con la finalización de los trabajos de modernización de una de las aeronaves en FAdeA (TC-64); otras aeronaves deberán también ingresar a realizar tareas de PDM programadas.

El éxito en el operativo realizado por personal de la Fuerza Aérea Argentina no puede ser el árbol que tape el bosque de necesidades que requiere la Institución para cumplir los compromisos que la República Argentina ha asumido en la Antártida y en el Atlántico Sur.

Fuente: zona-militar.com

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