Parlamentarios tachan de “vergüenza nacional” el ajuste de IAG en British
ACUSA AL GRUPO DE SACAR PROVECHO DE LA CRISIS
El presidente ejecutivo de British Airways, Alex Cruz, recuerda que «estamos en una lucha por sobrevivir»
El comité de transporte de la Cámara de los Comunes, integrado por parlamentarios de distintas formaciones políticas de Reino Unido, carga con dureza contra el plan de ajuste de International Airlines Group (IAG). Según denuncia a través de un documento, el comportamiento del gigante aéreo, que pretende recortar 12.000 empleos en British Airways (el 30% de la plantilla), es “una vergüenza nacional” (IAG pierde 535 millones y British Airways anuncia el despido de 12.000 trabajadores).
“Algunos despidos pueden ser inevitables en la actual crisis”, si bien “nuestra visión es que el actual proceso de consulta de British Airways para cambios en su plantilla es un intento calculado de aprovechar la pandemia para recortar empleos y debilitar las condiciones de sus trabajadores”, subrayan (British Airways aplica recortes salariales de hasta el 55%).
En esta línea, lamentan que la forma de actuar de la línea aérea británica y de su matriz “queda muy por debajo de los estándares que esperaríamos de cualquier empresa, especialmente a la luz de los subsidios de los contribuyentes, en estos momentos de crisis nacional”. El comité reclama al Gobierno británico que penalice a las empresas que hagan uso del sistema público de regulación de empleo, como es el caso de la filial de IAG, y luego hagan ajustes definitivos.
En respuesta, el presidente ejecutivo de British Airways, Alex Cruz, recuerda que “estamos en una lucha por sobrevivir”. “Sabemos que saldremos de la crisis de Covid-19 como una aerolínea mucho más pequeña” porque “tendremos menos clientes y volaremos menos rutas en los próximos años”. “Nuestro negocio tendrá una deuda nueva de millones de libras”, sentencia.
Cruz, que carga contra el “alarmismo” de los sindicatos, se compromete a hacer todo lo que esté en su mano para “mantener el máximo número de empleos”, si bien aclara que la plantilla se deberá adaptar a “la nueva realidad de una industria aérea cambiada y una economía global severamente debilitada”.