Sin volar y con conflicto gremial, LATAM insinúa que dejará de volar cabotaje en Argentina
En plena caída libre financiera, y ante la imposibilidad de imponer sus condiciones en su plantel de empleados, LATAM puso en evaluación su operación de cabotaje local y no descarta interrumpir su actividad en el país por tiempo indeterminado.
Así se lo hicieron saber representantes de la compañía a representantes gremiales que, por estos días, lideran la resistencia al intento de la aérea de consolidar en Argentina el recorte del 50% en los salarios que ya estableció en otros mercados.
Voceros de tres sindicatos diferentes consultados por iProfesional coincidieron en que, aunque la firma puertas hacia afuera mantiene silencio sobre su funcionamiento en el plano doméstico, en el diálogo con las organizaciones desde LATAM se manifestó que la operación local carece de sentido a partir del fin de los vuelos por la pandemia, la conflictividad gremial, y el costo laboral en un mercado en el que la aerolínea viene perdiendo participación año a año.
Dueña hoy de una porción del 16 por ciento, la empresa supo ostentar una participación del orden del 20 por ciento hace apenas dos años. El desembarco de las «low cost» durante el macrismo, sumado a movimientos posteriores surgidos a partir de estos nuevos actores -la compra de la operación local de Norwegian por parte de JetSmart, por ejemplo-, minaron una posición fuerte que se volvió confirmación de declive con la irrupción del Covid-19.
Los números en rojo, los aviones en tierra, y la cerrada defensa de los salarios que vienen exhibiendo los gremios -concentrados, también, en neutralizar cualquier intento de despidos-, son algunos de los argumentos puestos sobre la mesa a la hora de definir la continuidad o no de los servicios de cabotaje.
«Como nunca antes en otros conflictos informaron de la posibilidad de levantar la filial. Es lógico si se lo piensa desde el mercado porque ya la operación estaba en segundo plano para LATAM. En Argentina vuelan los aviones más viejos del holding, cada vez con menos rutas, y enfrentan la resistencia gremial más fuerte», comentó a iProfesional una alta fuente de LATAM-ITF, la red que nuclea a los trabajadores de la firma en toda América latina.
«El contexto sirve de excusa para la empresa, que tiene aceitados los circuitos que sí les son rentables en el país. Esto es, el comercio de cargas y la operación internacional. LATAM funciona con múltiples unidades de negocios. El cabotaje en Argentina es sólo una de esas unidades y desactivarla no le complicará el resto de sus actividades en el país. Desactivar acá sería, a los ojos de la compañía, sacarse de encima una molestia», añadió.
Estrategia en el aire
Desde el ámbito de los tripulantes, se indicó que el freno total de la operación de la aerolínea implicaría la pérdida de 2.200 empleos. Señalan que la posibilidad de desactivar la filial doméstica también es utilizada por el holding como una estrategia en el intento de recortar a la mitad todos los sueldos.
«La diferencia con otras instancias en las que se amenazó con lo mismo es que ahora tienen más aval a partir del contexto. La oposición fuerte a sus políticas de recorte salarial la tienen acá, no en el resto de la región. Hasta ahora en las audiencias en el Ministerio de Trabajo no han recibido el apoyo que pensaban. LATAM se quiere aferrar a un artículo muy marginal de la ley de contrato laboral para imponer el recorte pero no obtuvieron la ventaja que buscaban», comentaron desde esa organización.
Entre los delegados de los tripulantes prevalece la idea de que esta evaluación de la actividad de cabotaje también es una estrategia pensada para poner a los mismos empleados del holding a reclamar el auxilio financiero del Gobierno.
«En Brasil activaron una táctica similar, forzando a los empleados a pedir una ayuda oficial para preservar los empleos. Son maniobras que apuntan a obtener una respuesta de la política. De esa forma el holding busca alzarse con préstamos y subsidios para no tener que afrontar la crisis con caja propia. Lo peor es que en muchos mercados se han salido con la suya», aseguraron las voces consultadas.
Desde el seno de las organizaciones interpeladas por iProfesional explicaron que desarticular los vuelos comerciales dentro de Argentina no modificaría en absoluto los números de LATAM en tanto la empresa mantiene como unidades separadas a los dos ítems que más ganancias le garantizan: el transporte de cargas y los vuelos internacionales.
«El holding creó una empresa satélite, Handyway Cargo, con base en Tucumán, que tiene el control de la exportación de arándanos, por ejemplo. De esa compañía no participan ni Qatar Airways ni Delta, por lo que el negocio es íntegramente para los accionistas chilenos y brasileños. En Colombia montaron algo similar para seguir dominando el movimiento de flores», detallaron delegados de Tripulantes.
«Por otro lado, los vuelos internacionales son controlados por Latam Airlines Group, unidad también separada del cabotaje en Argentina. Básicamente lo que ha hecho el holding en el país es montar su modelo de empresas satélite, un esquema a ‘la chilena’. De esa manera han logrado multiplicar la recaudación también acá», añadieron.
En UPSA, la organización que integra al personal jerárquico del segmento aerocomercial, voceros consultados comentaron que LATAM «viene mostrando un desinterés fuerte en competir a nivel cabotaje», por lo que la eventual desactivación de los servicios fronteras hacia adentro «no les significaría demasiado».
«El holding logró un control enorme de los vuelos internacionales, incluso desde el interior del país. El transporte de carga también lo tiene muy bien controlado. En el cabotaje bajaron los servicios de Bahía Blanca y Jujuy y ni se molestaron en dar explicaciones. Es evidente que mantener el mercado interno no les interesa», sentenciaron representantes del sindicato.
«Como ocurrió hace unos años con la discusión en torno al hangar en Aeroparque, ahora la empresa pretende poner otra vez a los trabajadores a pedir una solución al Gobierno o levanta la operación. Utiliza a sus empleados como rehenes. LATAM debería tener en claro que si se va los trabajadores pasarán a otra compañía. Y que el mercado de cabotaje igual estará muy bien cubierto. El Estado no tiene por qué subvencionarla y menos con estas prácticas», concluyeron.
A partir de lo expuesto por los gremios, iProfesional tomó contacto con fuentes de LATAM a fin de conocer la posición de la compañía. Al cierre de este artículo desde la aerolínea seguían sin emitir comentario alguno.
Freno anunciado
El viernes pasado, LATAM notificó su decisión de extender la reducción del 95% en su operación de transporte de pasajeros a todo el mes de mayo, en medio del impacto por la crisis del coronavirus.
La aerolínea chilena enfrenta un escenario financiero complejo debido a las restricciones globales de movilización por la pandemia de Covid-19 y la consecuente baja en la demanda de vuelos.
«Frente a este escenario adverso, es inevitable que las empresas del Grupo deberán redimensionar sus respectivos tamaños y la forma en que operan», dijo el presidente ejecutivo de la firma, Roberto Alvo, citado en un comunicado.
«Podemos observar que los impactos son más profundos y que serán más duraderos de lo que anticipamos inicialmente», agregó el ejecutivo.
A mediados de marzo, LATAM anunció inicialmente que suspendería vuelos internacionales y domésticos debido a las restricciones sanitarias de varios países y la posterior caída en la demanda.
En rutas domésticas, las unidades de Brasil y Chile se mantendrán con operaciones reducidas, mientras que a nivel internacional el grupo espera operar semanalmente seis frecuencias entre Santiago y Miami, y tres frecuencias entre São Paulo y Miami.
Por otra parte, LATAM dijo que las operaciones de sus unidades de carga no se han visto limitadas por las restricciones y están reforzando su capacidad para apoyar las exportaciones e importaciones, el abastecimiento y el transporte de bienes esenciales.
Fuente: iProfesional