La tragedia en la India de un 787 Dreamliner le da otro golpe a la confianza en Boeing

13/06/2025 La Nación – Nota – El Mundo – Pag. 4 – Fuente/imagen
El gigante aeronáutico
Las acciones del fabricante estadounidense cayeron un 4,77% en Wall Street, luego de que el 787-8 Dreamliner de Air India se estrellara pocos minutos después de despegar de la ciudad de Ahme- dabad, en el noroeste del país. A bordo viajaban 242 personas.
La aeronave tenía como destino el aeropuerto londinense de Gat- wick y, según fuentes policiales, se precipitó en una zona densamente poblada cercana al aeropuerto de Ahmedabad.
Los aviones Boeing 787 Drea- mliner han experimentado problemas operativos con pasajeros a bordo, lo que ha provocado lesiones. Sin embargo, hasta ayer no se había registrado ninguna víctima mortal en incidentes previos relacionados con el Boeing 787 Drea- mliner, según la base de datos de la Red de Seguridad Aérea.
La tragedia podría enturbiar los esfuerzos de Boeing por recuperar la confianza en materia de seguridad y aumentar la producción bajo el mandato del nuevo CEO, Kelly Orthberg.
La aeronave estrellada operaba desde 2011 y está diseñada para recorrer largas distancias con hasta 330 personas a bordo. «Estamos en contacto con Air India en relación con el vuelo 171 y estamos listos para apoyarlos», declaró la compañía en un comunicado. «Nuestros pensamientos están con los pasajeros, la tripulación, los servicios de emergencia y todos los afectados».
A última hora de ayer no estaban claras las causas del accidente en Ahmedabad, por lo que Boeing indicó en un comunicado que estaba al tanto de los informes iniciales y trabajaba para reunir más información.
El accidente se produce mientras Boeing aún lidia con una saga legal de un año de duración por dos accidentes mortales de su modelo 737 Max en 2018 y 2019, aviones en los que murieron 346 personas.
La compañía llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos el mes pasado, que la exime de asumir responsabilidad penal por los accidentes.
Antes del accidente de ayer, el modelo 787 tenía uno de los historiales de seguridad más limpios en la aviación comercial. Escrutinio Boeing, sin embargo, se enfrentó a años de escrutinio y retrasos en sus aviones de fuselaje estrecho 737 Max, que fueron inmovilizados durante años tras dos accidentes mortales.
El año pasado fue desalentador para el gigante de aviación estadounidense debido a los múltiples accidentes que sufrió la compañía y la caída de más del 30% de sus acciones.
En los primeros tres meses de 2024, Boeing protagonizó al menos siete incidentes graves que evidencian una crisis persistente en la seguridad y el control de calidad de la compañía.
El 5 de enero, un 737 Max 9 de Alaska Airlines sufrió la explosión de un tapón de puerta en pleno vuelo, lo que derivó en la inmovilización temporal de ese modelo y múltiples investigaciones.
Despresurización El 17 de enero, el avión en el que debía regresar a Washington el entonces secretario de Estado An- tony Blinken presentó una fuga de oxígeno y fue reemplazado. Apenas un día después, el 18 de enero, un 747-8 de carga de Atlas Air tuvo que aterrizar de emergencia en Miami por la falla de un motor.
El 20 de enero, un 757 de Delta perdió la rueda delantera antes de despegar en Atlanta, y el 6 de febrero, un 737 Max 8 de United Airlines registró el bloqueo de los pedales del timón durante el aterrizaje.
El 11 de marzo, un 777-300 de United Airlines tuvo que regresar a Sídney por problemas de mantenimiento, y ese mismo día, un 787 Dreamliner de Latam sufrió un «evento técnico» en pleno vuelo hacia Nueva Zelanda, con al menos 50 personas heridas.
Probablemente el episodio más impactante del catastrófico año 2024 de Boeing fue el ocurrido el 30 de diciembre del año pasado: un 737de la aerolínea coreana Jeju Air se estrelló con un saldo de 179 pasajeros y tripulantes muertos.
El episodio de Alaska Airlines provocó la destitución del director ejecutivo de la compañía y reavivó un fuerte escrutinio público. Desde entonces, el fabricante de aviones sufrió enormes pérdidas financieras y retrasos en la producción, mientras intenta corregir fallas de fabricación y satisfacer las exigencias de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).
Durante décadas, Boeing ha mantenido su papel como uno de los gigantes de la industria manufacturera estadounidense, pero los repetidos problemas del año pasado fueron perjudiciales.
En el último tiempo, Boeing incrementó el ritmo de producción del 787 y sus directivos afirman que la capacidad de fabricación muestra signos de mejora. Este repunte llegó tras un período en el que la empresa desaceleró intencionalmente su producción, reforzó la formación de sus empleados y ajustó sus procedimientos técnicos.
Ortberg -CEO de la compañía desde agosto- advirtió internamente que el proceso de recuperación sigue siendo delicado y que cualquier nuevo traspié podría comprometer seriamente los avances logrados.* Agencias AP, Reuters y AFP