Vuelos fantasmas: para mantener sus franjas horarias en los aeropuertos, las aerolíneas europeas hacen despegar miles de aviones vacíos

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05/01/2022 purorocknacional.com.ar – Nota

Lufthansa se verá obligada a volar algunos aviones vacíos o casi vacíos como resultado del regreso de las restricciones de franjas horarias.
El director ejecutivo de Lufthansa Group, Carsten Spohr, advirtió el 23 de diciembre que se vería obligado a operar “18.000 vuelos innecesarios durante el invierno apenas para conservar los derechos de despegue y aterrizaje”, en una entrevista con el diario Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung.

A pesar de que Lufthansa cancelará decenas de miles (33.000 vuelos, o sea, alrededor del 10%) de vuelos durante el invierno (boreal) a causa de la propagación de la variante Ómicron de COVID-19, se verá obligada a volar algunos aviones vacíos o casi vacíos como resultado del regreso de las restricciones de franjas horarias.

En todo el Grupo Lufthansa se espera que unos 18.000 servicios no sean necesarios para operar, pero que se requieran volar para mantener las franjas asignadas de despegue y aterrizaje en distintos aeropuertos.
Un regreso lento a los viajes aéreos, Brussels Airlines de Bélgica, por ejemplo, dice que tendrá que operar 3.000 vuelos con capacidad insuficiente hasta finales de marzo.

Por eso, la Comisión Europea busca flexibilizar las reglas sobre la asignación de franjas horarias en los aeropuertos a aerolíneas de la UE, que se ven en la necesidad de hacer volar aviones vacíos durante la pandemia, con la carga que eso conlleva para el cambio climático.

El ministro belga de Movilidad, Georges Gilkinet, envió el lunes una carta a la comisaria Europea de Transportes, Adina Valean, para poner fin a esta situación denunciada por el sector de la aviación.

En Lufthansa, se espera que unos 18.000 servicios no sean necesarios para operar, pero que se requieran volar para mantener las franjas asignadas de despegue y aterrizaje.
En tiempos normales, las reglas europeas establecen que las aerolíneas deben utilizar al menos el 80% de las franjas horarias de despegue y aterrizaje que se les asignan en los aeropuertos, y si no cumplen esa meta pierden los derechos en la temporada siguiente.

Estas reglas se han vuelto inaplicables por el colapso de la demanda de boletos y la crisis histórica en el sector de transporte aéreo de pasajeros, provocada por la pandemia de coronavirus.

Después de que se suspendiera la regulación en marzo de 2020, para evitar que las empresas operaran vuelos vacíos, Bruselas recomendó una normalización gradual con la recuperación parcial del tráfico.

Desde el 28 de marzo de 2021 las empresas están obligadas a utilizar el 50% de sus slots de despegue y aterrizaje para poder mantenerlos, pero este nivel es considerado excesivo por el sector de la aviación, nuevamente golpeado por la aparición de la variante ómicron del virus.

En diciembre la UE anunció que este umbral se incrementaría al 64% para la próxima temporada de verano boreal, del 28 de marzo al 29 de octubre, lo que enfureció a las aerolíneas.

En tiempos normales, las normas europeas establecen que las aerolíneas deben utilizar al menos el 80% de las franjas horarias de despegue y aterrizaje.
“A pesar de nuestros pedidos de más flexibilidad en ese momento, la UE aprobó una regla de uso del 50% para cada horario/frecuencia de vuelo celebrado durante el invierno. Esto claramente ha sido poco realista en la UE este invierno en el contexto de la crisis actual”, dijo un portavoz de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Agregó que la comisión necesitaba mostrar más “flexibilidad dada la caída significativa de pasajeros y el impacto de los números de Ómicron en los horarios planificados de tripulación”.

Air France, que “nunca ha operado un vuelo vacío para mantener las franjas horarias y no tiene previsto hacerlo”, se dijo “favorable a una reevaluación de estas reglas para que las empresas sigan operando vuelos solo cuando la demanda lo justifique”.

Lo cierto es que la decisión de Bruselas de ceñirse a la regla de “úselo o piérdalo” en el clima actual parece contraria a su programa que se esfuerza por reducir los gases de efecto invernadero en un 55% para el año 2030, siendo el tráfico aéreo un enfoque clave para mitigar estas emisiones.

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